Te Vi Venir •|Aristemo|• [TERMINADA]

Encuentro a Medianoche.

Para las once y media Ari, Linda y Blanca había preparado todo lo necesario para que Ari se proyectara.
Habían preparado la pócima, habían hecho un círculo de velas rojas y habían prendido palosanto.

Ari sentía que se iba a terminar ahogando de tanto humo que había en la tienda.

-¿Realmente es necesario tanto humo, tía?-

Blanca lo miro desafiandolo a que volviera a decir algo.

Se quedaron esperando a que fuera medianoche.

Apenas sonaron las doce campanadas del viejo reloj de la tienda escucharon pasos que se acercaban desde la parte trasera de la tienda. Los tres se voltearon a mirar.

Se trataba de Diego.

-¿Estás listo?- le pregunto a Aristóteles.

-Eso espero.- respondió este.

-Tomate la pócima para dormir. Te pasaré a buscar desde tu sueño.-

Diego se esfumó sin decir nada más.

Ari miro a sus acompañantes, quienes asintieron.

Blanca le alcanzó la pócima a Ari quien se sentó dentro del circulo, la tomó y se recostó en el piso.

-Deseenme suerte.-

Ambas mujeres lo hicieron.

Ari cerro los ojos y se dejó ir.

Linda y Blanca lo estaban observando cuando el ruido de golpes en la ventana de la tienda las asustaron.

-¿Tan rápido llegaron los cuervos?- pregunto Linda.

Los golpes se hicieron más intensos.

-Ay, Ari...- dijo Blanca, preocupada.

-¡Mamá!- se escuchó entonces la voz de Robert desde fuera de la tienda.

-¡Nos cacharon!- exclamó Linda. blanca fue hacia la puerta.

Al salir de la tienda se encontró con Robert y Susana.

-¿Que hacen aquí?-

Susana explicó que había escuchado la conversación en la cocina y que pensó que tanto ella como Robert podían ayudar.

-Si mamá suegra se entera... - dijo Blanca.

-Mamá, hay más probabilidades de que la abuela se entere si Aristóteles no vuelve.-

La mujer asintió, aceptando que su hijo tenía razón. Los hizo pasar.

*****
Ari abrió los ojos y se encontró en su habitación. Se sentía raro, si bien era una ligereza lo que sentía tampoco era la ligereza que sentía cuando estaba en una de sus visiones.

La puerta se abrió de par en par haciendo un gran ruido cuando golpeó la pared y Diego hizo acto de presencia.

-Debo admitir que estoy sorprendido de ti Aristóteles.- le dijo.-No cualquier menor consigue proyectarse la primera vez que lo intenta.-

- ¿Gracias? - los dos se quedaron mirandose por un instante. -¿Y entonces?¿Cuál es el plan?-

-El plan es despertar a Temo.- explicó Diego.

-¿Y eso como lo vamos a hacer?-

-Pues entraremos en sus sueños y le dirás qué tiene que reaccionar. -

-¿En serio?¿Eso es el plan?-

-Bueno, siempre has estado en la mente de Temo, tal vez la pócima no te pudo borrar por completo.-