Perdida (Hwang Hyunjin) [Terminada]

10

Besé su frente para poder despertarlo porque no creo que mi energía sea la suficiente para levantarlo.

Su sueño era bastante raro, mire a mi alrededor y pareciese ser que estoy en una casa de campo. Me encontraba en una cocina así que miré por una de las ventanas y lo vi jugando con una niña, estaban bailando como si se tratara de un vals, se veía muy feliz al sonreír ¿Quién será esa niña?

Me quedé en el infinito viendolos y no me di cuenta que la niña me apuntó con el dedo. Venía acercándose y no sabía que hacer, entré en pánico porque no pensé en que le diría.

Cuando estaban en la puerta escuché a la niña hablar.

- Pa- dijo la niña

- Él sueña con tener una hija- dije sorprendida.

- Mamá está adentro- la niña y el chico entraron.

Me quedé helada al verlos ahí parados, la niña me miraba sonriendo al igual que el chico.

- Al fin te puedo ver- dijo corriendo.

Llegó frente a mi y plasmó sus labios contra los míos, me abrazó y podía sentir todo su cuerpo pegado al mío.
Sus labios eran suaves y su boca era dulce, era algo que podría embriagarme.

Pareciera que nunca terminaría de besarme, el tenía los ojos cerrados. No se sentía para nada correcto pero al igual que él, cerré los ojos.

Era mi primer beso, no sé si era real o no pero se sentía lo suficientemente real como para hacerme sentir mariposas en el estómago.

Crucé mis brazos detrás de su cuello y escuché como la niña salía corriendo y riendo. El chico me movió hacia la mesa del comedor y me subió a ella sin separar nuestros labios, podía sentir como se acomodaba entre mis piernas. Paramos de besarnos y junto su mirada con la mía y sonrió.

- Me llamo Lee Minho, me gustaría saber ¿cómo se llama mi futura esposa?

¡¿Qué?! Creo que interrumpí algo.

- Me llamo Evangelie- agaché la mirada.

-¿Nos conocemos? Podría jurar que ya escuché tu nombre- dijo con una hermosa sonrisa.

- Soy la compañera de Hyunjin- lo miré.

Tenía una cara asustada, se separó de mi y alejó sus manos para ponerlos detrás de su cabeza en signo de frustración.

- ¿Tu eres la que murió?

- Se podría decir que sí pero en realidad aún no he muerto, estoy en una especie de coma o algo asi- dije sin mirarlo.

- Eres realmente hermosa- dijo acercándose de nuevo a mi y poniéndose entre mis piernas nuevamente.

Tenía una mirada muy hermosa y hacia que me deje llevar por el momento.

- No sé si Hyunjin está enamorado de ti pero eres mía ahora- dijo y acercó sus labios a los míos.

Me separé un poco para poder hablar.

- Debemos parar, solo vine aquí porque te haz desmayado, esto es sólo un sueño, debes despertar- sonrió de lado.

- ¿En serio es esto sólo un sueño?

- Si- respondí nerviosa- pero ese no es el punto.

- No me interesa tu punto, solo te diré que no quiero despertar aún- dijo uniendo nuevamente sus labios contra los míos.

Sus labios se movían lentamente sobre los míos, parecía saber que hacer, yo sólo lo seguía.

Me bajó de la mesa juntando nuestros cuerpos para luego unir nuestras manos. Despegó sus labios de los míos regalandome una sonrisa de labios y empezó a caminar guiándome hacia algún lugar.

- ¿Dónde vamos?¿Acaso conoces esta casa?

- Es la casa que quiero para cuando tenga una familia, conozco cada rincón no te preocupes- dijo entrando a un cuarto.

La pieza era prácticamente toda de vidrio, se podría decir que era un ventanal enorme. Tenía una hermosa vista hacia un lago con un enorme jardín que sólo constaba de pasto y unos cuantos árboles. La vista era hermosa a pesar de ser tan simple.

Me abrazó por detrás poniendo su mentón en mi hombro derecho.

- Cuando era pequeño, vivía en el campo junto a mis padres, mi casa de ensueño está ubicada en el mismo sitio. Me gustaba esta vista- lo admiré por unos segundos, parecía sumido en sus recuerdos.

- Es hermoso, ahora que veo este lugar, me gustaría ir a Corea, nunca me ha interesado a decir verdad pero creo que te estas confundiendo, no creo que soy la madre de tu hija ya que solo estoy aquí para despertarte esto es solo una coincidencia y... - me giro para que lo mire y me quedé callada.

- El hecho de que estés aquí no es coincidencia- me soltó y apuntó a un lugar en el jardín- ella te reconoce- vi a la niña con quien bailaba hace unos minutos, ella estaba jugando con una mariposa, era realmente hermosa- ella es mi hija, ella aun no existe y ella ya sabe quien eres, eso nunca será una coincidencia- me tomo con una mano del rostro y con la otra me acerco a su cuerpo tomándome de la cintura.

- No quiero desilusionarte, quizás no sea la indica- susurré- hasta puedo morir en cualquier momento- las lágrimas empezaron a caer por mi rostro.

- No tengas miedo, sé que Hyunjin está desesperado intentando ayudarte, antes no sabía cuál era tu situación pero intentaré ayudarlo-limpió mis lágrimas con sus pulgares- todo estará bien princesa- me abrazó.

Tenía un hermoso aroma, parecía una mezcla de vainilla con algo más, se me hacía muy hogareño estar entre sus brazos. Todo él me transmitia tranquilidad y felicidad.

- Minho debes despertarte- dije separando mi cabeza de su pecho para poder mirarlo a los ojos.

Su rostro era perfecto, sus ojos parecían delineados por las gruesas pestañas, su mandíbula perfectamente marcada y su nariz que parecía hecha por los dioses. Me sonrió y eso confirmó que todo en el era perfecto.

- Nunca me gustó tanto soñar, siempre he estado solo con mi hija aqui- dijo y me dejó un pequeño beso en los labios- y tampoco me he enamorado de alguien en tan pocos minutos pero  puedo decir que te amo- dijo tocando mis mejillas- debes vivir, aguanta hasta que te encuentren, no te conozco mucho asi que no podré hacer demasiado pero ayudaré si es que puedo hacer algo- unió mis manos con la suya.

- Haré hasta lo imposible para vivir, te lo aseguro- respondí.

- Me gustaría que te quedes para siempre aquí conmigo pero creo que eso es muy ambicioso de mi parte, pero nunca olvides que serás mi esposa y tendremos aúna hermosa niña- sonrió.

¿Cómo podía un chico cambiar tanto? Hace unos segundos era alguien llena de ternura y ahora era una persona tan pura.

- Nos volveremos a ver- le sonreí - te lo prometo.

Todo se volvió negro en un instante y al abrir mis ojos me encontré con Hyunjin, quien no tenía una mirada del todo agradable.

- No entres en el sueño de nadie de aqui- dijo enojado- es  horrible verte besando su frente.

Si supiera que un beso en la frente fue lo mínimo que hicimos.

Sonreí y mientras Hyun Jin no me miraba concentré mi energía en los labios de Minho y deposite un suave beso sobre ellos.

- Saben igual de dulces- susurré al separarme.

- ¿Qué haz dicho?- dijo Hyun Jin volteandose a verme.

- Nada.