Always in my mind- Siempre en mi mente 1/3

22 En mi cama

—Vale veo que no vas a definir nada, así que lo haré yo.— Se bebió todo el líquido de la copa— Te besé, porque eso es lo que quería hacer en ese momento. No tome en cuenta tus sentimientos, pero si los míos. Cuando vi que el beso era correspondido por ti... quise perderme en ese contacto. A mí también me mata tu contacto, tus miradas, tu sonrisa... y no sé cuanto más podré soportar todo esto... me consume.

Me levanté de la silla y me bebí lo que me quedaba en la copa.

—Yo también tuve en cuenta mis sentimientos y tampoco podre aguantar esto mucho más.— Dije mientras me acerca a él. Sonreí y me acerqué mucho más a su cuerpo— La prensa nos va a hundir.

—No importa— Dijo sonriendo, mientras ponía sus manos sobre mis mejillas— Me encantas...— Su frase quedo en el aire.

Sin poder resistirlo más lo bese y ese beso... significo mucho más. Le quité la chaqueta de traje y él le dio un tirón a mi vestido y lo saco por la parte de arriba de mi cabeza, quedándome en ropa interior. Me bajé de los tacones y me quedé bastante más pequeña que él, lo cual hizo que me riera. Volvió a enterrar sus labios en los míos, mientras tocaba la parte detrás de mi espalda y mi cintura.

La energía fluía por todo el ambiente. No tenía tiempo ni de pensar. Empecé a desabotonar su camisa blanca y lo empujé, él se dejo llevar hasta caer en la cama. Continuamos besándonos y el deseo crecía interiormente y se expresaba exteriormente. Pasé mis manos por la parte baja de su suave pelo. De repente dejó de mover sus manos y supe que estaba siendo respetuoso conmigo.

—No seas respetuoso conmigo, esta noche no, por favor.— Le dije separándome de su beso. Él sonrió como si lo hubiera pillado haciendo algo malo. Yo aún seguía encima de él. Llevó su mano a mi espalda. Su contacto era caliente y me quitó el sujetador. Admiro mis pechos un segundo y luego se dio la vuelta en la cama, con lo cual hizo que yo me quedaba debajo. Empezó a besarme el cuerpo y yo tenía un dios semi-desnudo entre mis piernas.

Sus besos eran profundos y sus caricias ardían en mi piel que deseaba más. De un tirón quito mis bragas de encaje y las tiro al suelo. Se detuvo un segundo y me miró.

—Dime qué quieres hacer esto— Me dijo él parándolo todo, incluso el mundo.

—Eres lo que más deseo en este momento.— Dije en un suspiro y eso le bastó para darme un beso en la parte alta de mi intimidad e introducir un dedo dentro de mí. Sus manos eran grandes y sus dedos largos.

No pude aguantarlo más. Lo quería todo de él.

Me incorporé y le desabroché el cinturón y baje su pantalón junto con sus bóxers. Todo ello revelando su enorme erección. Por un momento pensé que eso no podría entrar dentro de mí, era bastante grande. Él se quito los zapatos y los calcetines.

Cuando termino de ponerse cómodo, yo tome su erección entre mis manos y un suspiró salió de sus labios, la llevé directamente a mi boca. Tenía que probar su sabor y él era la viva imagen de un hombre que se dejaba llevar por el momento y del deseo.

Él me tomo por los hombros y me acomodó en la cama, abrió mis piernas y volvió a meter sus dedos. Mientras me besaba.

—Lo quiero todo de ti.— Le dije refiriéndome al momento en el que estábamos viviendo. Él sonrió juguetonamente y saco un condón de su cartera y acaricio su miembro. Algo que me hizo que me derritiera por dentro. Se colocó el condón y me miró.

—Yo también lo quiero todo de ti.— Después de eso, se introdujo dentro de mí... despacio.

Disfrute de ese momento más que nunca en mi vida. Él sabía perfectamente lo que hacía y yo lo deje hacer. Nos miramos a los ojos y pude ver como sus pupilas se dilataban de placer. Su piel era perfecta. Blanca y suave, sus labios eran deliciosos y en ese momento lo tenía todo para mí. Empezó a moverse. Saliendo y entrando de mí. Yo puse mis manos en su espalda. Me dio un beso profundo y empecé a gemir de placer. Se separó de nuestro beso y yo suspiraba de placer.