29. Noches en la ciudad pt. 2

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No pudieron evitarlo, los baños eran espaciosos y tenían salas. Era la oportunidad perfecta. Trabaron la puerta y salieron como si no hubiera tenido sexo ahí dentro.

—La gente piensa que eres un softie, pero en realidad eres demasiado brusco.—le comentó Circe como si nada— Me pregunto qué harán tus seguidores si les dijera que en realidad te gusta duro.

—A veces era una imprudente, Val. Me avergüenzo.—el chico del valet le entregó las llaves de su auto con el rostro sonrojado

Circe soltó una carcajada y le gritó un "lo siento" mientras se subía al Ferrari. David se alejó con rapidez y sonrió al darse cuenta que su novia estaba un poco pasada de copas.

—¿Algunas vez lo has hecho al aire libre?

—Ya no tengo condones.—dijo de inmediato, pero en el fondo se su mente, dándose una muy buena imagen mental

—No me importa si usas condón o no, de todos modos tomo la pastilla. En la agencia nos obligan como para asegurarse de que no nos embaracemos.—se quedó con silencio unos segundos— Podría chup-

—¡Basta!—se sonrojó hasta las orejas y escuchó la risotada que su novia soltó.

—Vamos, amor, era un broma... a menos que tu quieras claro.

—Estás borracha.

—¿Y?—hizo un puchero

—No te voy a hacer nada mientras estés borracha. Que seas mi novia y eso no significa que tenga consentimiento.

Circe lo observó con orgullo.

—Te amo demasiado ¿sabías?

Después de eso, el trayecto hasta Melrose fue tranquilo, con One Direction de fondo y un silencio cómodo acompañándolos (que de repente Circe rompía para cantar).

—¿Quieres entrar?—el club se veía lleno y aunque la entrada no sería ningún problema (ambos solían frecuentar ese lugar), Circe se veía algo cansada

—¿Te molesta si vamos a casa? Podríamos ver películas y ponernos mascarillas.

David sonrió con diversión.

—Si me arrancas una ceja, te voy a incendiar el pelo con mi lanzallamas.

[...]

—Mi madre murió en la cama de operaciones. Se desangró cuando Fae y yo nacimos.—David la observó en silencio

Era la primera vez que ella hablaba de su madre. El castaño le hizo un gesto con la cabeza para que continuara.

—Después de eso, mi padre se encerró en sí mismo y... nos vio a Fae y a mí como una oportunidad de distraerse. Nos vendió básicamente; cuando teníamos un año nos "prestó" para una revista de joyería de Disney. Después fue algo que empezó a hacer con nosotras: explotarnos.

Circe bufó con molestia y una evidente ira reprimida.

—A los doce años, nos metió a una agencia y empezamos a modelar cosas simples, mochilas, accesorios, blusas. Después, cuando cumplimos 16, empezamos a modelar trajes de baño y... era horrible. Mi padre, solía dejarnos sin comer antes de una sesión de fotos. A veces solo nos permitía tomar agua y era un horror. Luego, cumplí la mayoría de edad y vine a vivir a Los Ángeles, conocí a Stassie cuando empecé a modelar para Calvin Klein y Louis Vuitton.

—¿Es por eso que lo odias?

—No puedo verlo, me da asco. Es desagradable y decepcionante que sea mi padre. Él...Él, mi padre, se metió con unos tipos que estaban en cosas turbias y... le pedían... pedían por mi hermana y por mí.

—No tienes que seguir si no quieres.—David notó como las lágrimas mojaban la tela del pantalón de su pijama en donde Circe tenía sus piernas

—Nunca se lo dijimos a nadie. Teníamos apenas catorce y los imbéciles hicieron cosas con nosotras y... mi hermana-mi hermana tuvo un ataque de pánico y la golpearon muy feo. Creo que... a partir de eso desarrolló algún especie de trauma o... no lo sé, no lo sé. No soporta a los hombres ¿sabes? Y ella y yo tuvimos una relación horrible durante mucho tiempo. Ninguna de las volvió a ser la misma después de eso... Creo que solo nos unimos de nuevo cuando tu y yo terminamos.

Parecía vacía, su voz era neutral y ya no temblaba, como si estuviera acostumbrada a decirlo (cosa que no era verdad). Circe hablaba en automático y era aterradora la manera en la que se podía desconectar de sus sentimientos.

David se preguntó si lo había hecho toda la vida. Y como si su novia le leyera la mente, respondió en un tono de voz neutro.

—A partir de eso, dejé de sentir. No me permití sentir nada, los sentimientos hacen todo peor. Cuando... cuando me enteré que habías besado a Liza sentí mi corazón estrujarse, pero las lágrimas nunca llegaron a salir. Después me sentí insuficiente y lloré todo un día. Luego de eso no me permití volver a llorarte. Apenas dolía.

Circe se enderezó a un lado de David y lo observó con seriedad.

—David, no siento nada-o por lo menos no lo hacía. Antes de ti era...era nula. Puedo jurar que cuando te vi por primera vez mi corazón latió de nuevo y mi mente fue un revoltijo de pensamientos. Me detectaron Desapego Emocional a los 16. Es por eso que... reaccioné de la manera en que lo hice cuando me enteré. Tenía años apagando lo que sentía y finalmente exploté y todo se sintió mil veces peor de lo que en realidad era.

Circe lo abrazo, con un gesto apenado.

—Quiero que sepas David que a pesar de que te amo. Mi mundo nunca, pero nunca va a empezar contigo y mucho menos se va a terminar. Te amo demasiado, pero no puedo permitir que... no puedo permitir que me rompas el corazón de nuevo.

David se congeló en su lugar sin saber qué hacer o cómo tomar lo que Circe le decía. Pero si él sentía que su mundo era ella...

—No te lo tomes a mal, te amo. Pero ya no puedo controlarlo, es algo que hago inconscientemente y sé que a veces puedo verme fría y quiero que sepas que es por eso. Y te amo, te amo demasiado y quiero que te quede claro, David.

—Pero...

—No hay pero's. No hay interrogantes. ¿Recuerdas que Liza dijo que había algo en mi que no le terminaba de gustar? Es esto, es involuntario la mayor parte del tiempo y usualmente ni si quiera me doy cuenta de que lo estoy haciendo.

—Jamás pensé que esta noche iba a terminar así.—David se talló la cara con sus manos— Pero quiero que sepas algo: mi felicidad sí depende de ti. Mi mundo sí eres tú. Y no me importa si tu no lo sientes así, o si a veces el amor te falta. Lo que yo siento por ti, es suficiente para los dos.

—Perdón, perdóname por hacerte esto. Sé que lo último que necesitas es preocuparte por tu estúpida novia inestable. Lo siento tanto en serio.

Se durmieron abrazados en la sala de David. Con la mente inundada de preguntas que sabían, ninguno tenía las respuestas.

[...]

—¿Quieres ir a Hawaii?

Circe se giró con el bowl de cereal en sus manos y la cuchara en la boca, abrió los ojos con sorpresa y se quedó muda.

—Espero que sí porque ya tengo todo reservado.

CIRCE [david d.]Where stories live. Discover now