5.- Diferente.

4.6K 456 70
                                    

Ahora todo están diferentes a cuando llegué a este sitio. Han pasado unas dos semanas desde ese mal entendido, y en todo ese tiempo Levi apenas si me nota, pero su forma de ser conmigo a cambiado: me mira lo menos posible, me evade. Es muy difícil saber lo que piensa, ¿por qué se guarda todo para sí?, aunque sea si supiera lo que piensa. Me confunde su actitud, luego me provoca al hacerme enojar con mis tareas domésticas, interrumpe cuando estoy en los experimentos raros de Hange, para luego volverme a ignorar. Lo peor de todo, es que le estoy tomando mucha importancia al asunto.

   Debería pensar mejor en Eren, y su gran acercamiento de amistad con Krista, esa rubia hipócrita:"Me preocupo por todos." No debería expresarme así de ella, pero es muy delicada y femenina, usa palabras dulces, he llegado a pensar si yo fuera como ella.. «¿Le gustaría a Eren?» A decir verdad, nunca he pensado si Eren me ve de otra manera que no sea su familiar, saberlo me asusta.

    —Mikasa.—Escuché que alguien habló en el pasillo.

  Volví en sí, deje todos aquellos pensamientos que me volvían loca al profundizar en ellos. Abrí la puerta, y ahí se encontraba Hange con esa mirada de pervertida curiosa.

    — Ven. — Volvió a hablar.

  No dije nada, solo obedecí, salí de mi habitación. Bajamos las escaleras, pasamos la cocina donde Sasha preparaba la cena de esta noche para nuestro equipo. Tenía un olor dulce, conociéndola robo carne para nosotros. Hange seguía tomando de mi brazo, lo tenía muy bien apañado. No me gustaba que me tomara así, me asustaba que quisiera un día revisarme desnuda.

  Caminamos hasta el otro lado del castillo, a la otra punta; me pareció extraño, su laboratorio quedaba detrás del castillo. ¿A dónde nos dirigíamos? Quería preguntarle, pero parecía que estaba pensando en todo lo que haría conmigo. Y definitivamente cuando llegamos, al fin, recordé que justamente nos dirigíamos a la oficina de Levi.

    —¿Qué hará....?— Me tapó la boca con su mano izquierda rápidamente, y abrió la puerta del lugar. Su mano estaba húmeda, y me provocó nauseas.

  Levi estaba sentado leyendo un montón de papeles, aunque la puerta fue abierta de la nada, él seguía con ese rostro frío y calculador. Yo por mi parte le quité la mano, y seque mis labios con mi bufanda.

  Hange volvió a tomar de mi brazo, y pasamos sin permiso, cerró la puerta muy emocionada, y al fin después de tanto misterio, iba a hablar:

    —Largo—.Ordenó  e interrumpió a Hange que apenas había abierto la boca.

    —Espera, escucha—, sonrío. Era tan insistente, que no importaba como Levi le hablara ella, seguía muy emocionada con todo—. Estuve analizando la sangre de Mikasa, y es única, sus células son agresivamente rápidas. Ella podría hacer ejercicio un día entero, y a la hora de descansar amanecer al día siguiente como si nada...—Levi la miraba sin interés alguno, sólo escuchaba ahí sentado, esperando a que Hange se detuviera.

  Pero Hange estaba tan ansiosa, que me miró con asombro una y otra vez mientras explicaba. Aunque nunca me había puesto a pensar si mi fuerza consistía en mi ejercicio, y Hange tenía respuestas, entonces pensé en que más tarde aclararía mis recientes dudas.

    —¿A qué quieres llegar?—Preguntó directo.

  Levi se levantó de su silla de madera, y se recargó en la pared, cruzó sus brazos.

¡Oh mi Capitán! ¡Sí mi Capitán!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora