╰笑顔╮| •Lee Jeno•

Capítulo ♡ 29

•♥•

Las clases habían acabado y me encontraba esperando a Jeno junto a la puerta de salida.
Tuvo que ir a buscar su bolso a su salón, por lo que me pidió que me adelantara, y aquí estoy.

Como era de esperarse, el maestro de historia había faltado hoy. No tendré problemas por haberme saltado una clase.
Y otra persona que no he visto en todo el día a sido Yenih. Supongo que podré llamarla después. Es mejor no hacer suposiciones apresuradas.

Después de unos minutos visualizo a Jeno caminando con notable prisa hacia mi dirección.

—Lamento la demora, las chicas no me querían dejar ir —Lo fulmino con la mirada y éste ríe—. Es broma, Soo.

Busca mi mano y entrelaza nuestros dedos, comenzamos a caminar.

Noto que Soyeon y sus amigas se nos quedan mirando molestas, pero cuando miro a Jeno veo que ignora completamente su presencia y solo mira hacia el frente. Es como si las demás personas no existieran para él, como si solo estuviéramos él y yo.
Ese pequeño detalle me hizo pensar en lo mucho que me preocupo por nada. Siempre pienso en las demás personas; lo que dirán; lo que piensan. Pero Jeno no. Él solo se preocupa de las personas que realmente le importan, para él no es un problema caminar conmigo de la mano, aún sabiendo que hay personas que no están de acuerdo. Porque no le preocupa la opinión de la gente, solo la de las personas que son importantes para él.

—Jeno, ¿estás ocupado ésta tarde?

Parece pensarlo un poco, pero más de lo normal. En su rostro se nota que solo está jugando.

—Revisaré mi agenda —Lo miró amenazante, comunicando que necesito una respuesta real y él ríe ante mi expresión—. Bien, no te enojes, estoy libre ésta tarde y siempre que quieras pasar el rato conmigo.

Esa respuesta causó un pequeño salto en mi pecho, y el calor no tardó en acumularse en mis mejillas. Era tan tierno y atento.

—¿Q-Quieres venir a mi casa? Podríamos cenar —Propongo un poco nerviosa. Aún me costaba acostumbrarme a sus muestras de afecto, en éste caso, verbales.

—Me encantaría —Me sonríe con picardía.

—Ni se te ocurra pasarte de listo —Le advierto y golpeo su hombro.

—Bien, bien —Alza sus manos en señal de rendición—. Solo vamos a cenar.

•♥•

Solo se trataba de una pequeña cena, pero me sentía peculiarmente nerviosa mientras elegía mi atuendo.

¿Qué se supone que debía usar?
No es que fuera el momento más importante del mundo, pero alguna parte de mí necesitaba sentirse bien y bonita.
Después de unos minutos –bastantes minutos– había descartado casi todo en mi armario, salvando solo tres conjuntos; elegante, pantalones negros de tela, una blusa rosa pálido y una chaqueta negra de tela lisa; sensual, un vestido como los que me obliga usar mamá para las cenas con invitados, y tacones negros; y casual, jeans negros, una camisa suelta y zapatillas.
No me sentía cómoda con las dos primeras opciones, así que solo elegiré la opción que me haga sentir más segura.

Al vestirme con el conjunto seleccionado me miré en el espejo y no podía creerlo, me veía mejor de lo que pensaba. Después de todo la ropa casual no es mala si se sabe combinar. No es que sea una modista profesional, pero tengo el autoestima alto ahora. Espero que se mantenga así.

El timbre anunció su llegada demasiado pronto, mis nervios aparecieron nuevamente.

Bajé las escaleras casi corriendo y abrí la puerta, seguramente me veía agitada.