Capítulo ♡ 1

7.9K 365 60
                                    


La primavera llegaba, y con ella, las hermosas flores de colores renacían, los arboles volvían a recobrar las hojas perdidas durante la estación anterior, y ahora, yacían moviéndose junto a la suave brisa que acompañaba a este hermoso día.

Día que se volvió aún más hermoso cuando lo ví.

Lo ví caminando con ambas manos en los bolsillos de sus pantalones negros, al igual que su cabello. Su expresión era tranquila, parecía disfrutar del sol y la brisa primaveral impactando suavemente en su rostro.

Su bello rostro.

Lo miraba desde el segundo piso, desde la ventana de mi habitación. No suelo salir demasiado de casa, solo mirar el exterior desde la ventana está bien para mí.

Entonces detuvo su caminar, cerrando los ojos y levantando la cabeza; como queriendo disfrutar un poco más de la brisa. Y mis ojos no se apartaban de él. Aquél chico de cabello azabache que llamó tanto mi atención.

Y de pronto sus ojos se abren, causando que nuestras miradas se encuentren un par de segundos.

Y sonrió.

Me sonrió.

La vergüenza pudo conmigo y rápidamente me aleje de la ventana cerrando la cortina.

Aquello había sido intenso. Pero suficientemente bueno como para olvidarlo.

Bajé las escaleras y me dirigí hacia la cocina a por un vaso de agua para aliviar mi sonrojo, porque seguramente debía de estarlo.

Y comencé a pensar.

Es primera vez que veo a ese chico. ¿Se habrá mudado recientemente? ¿Vivirá por aquí cerca?

En eso, mamá entra a la cocina con algunas bolsas de compras y mientras le ayudo a ordenar, ella confirma mis sospechas.

- Linda, unos chicos se mudaron a la casa de al lado ¿Sabes?

Miro a mamá sorprendida. ¡No esperaba que fuera tan cerca!

- Ah... ¿Ah si? - Bebo un poco más de agua para que la temperatura en mis mejillas no sea tan notoria.

- Si hija, llegaron anoche... - Continúa. - ... Sus padres los dejaron aquí por la escuela, esta cerca y ellos trabajan lejos. Los conocí y hablé un poco con ellos antes de que se fueran. Son buenas personas, pero solo estarán aquí los fines de semana para descansar y ver a sus hijos.

¿En que momento pasó todo esto? Mi cabeza no para de hacerse esa pregunta mientras escucho el relato de mamá.

Todo parece tan irreal.

- Es una pena... - Comento por lo bajo.

- Sé amistosa con ellos ¿Sí?... Creo que uno de ellos tiene tu edad, no dudo que quede en tu salón. - Y tras decir esto último ríe pícaramente.

¡Se está burlando de mí!

- Claro, claro... - Respondo terminando de ordenar los alimentos, restándole importancia al asunto.

Aunque debo admitirlo... Me ha entrado curiosidad.

El nudo de mi corbata siempre a sido el mayor de mis problemas a la hora de vestir el uniforme escolar. ¡Es una pesadilla! Y la principal causa de mis atrasos.

- ¡Ya me voy! - Grito mientras me calzo a prisas los zapatos.

Logro escuchar algo de, lo que creo, que es la respuesta en despedida de mi madre.

Cierro la puerta y camino a paso rápido en dirección al instituto.

Cuando saco mi móvil mi cuerpo y mente se relajan un poco. No estoy llegando tarde ¡Es casi un milagro!

Mientras camino, viene a mi mente la imagen de aquel chico, y comienzo a torturarme mentalmente.
¿Habrá notado que lo estaba mirando?  ¿Pensará que su vecina está loca por espiar a la gente desde su ventana?

Agito mi cabeza para liberarla de tales pensamientos.

- Piensa positivo, piensa positivo... - Me repito susurrando y casi sin darme cuenta, estoy frente al instituto.

Esta es una de las pocas veces que tengo algunos minutos todavía antes de que comiencen las clases, y no llego atrasada.

Entro al instituto con calma; pero mi tranquilidad se esfuma cuando comienzo a sentir una molestia a la altura de mi cuello.

- Agh, estúpida corbata. - Bufo, moviéndola un poco de su sitio.

Mi concentración por acomodar mi corbata es tan grande que, en consecuencia, siento como choco contra la espalda de alguien y caigo al suelo.

Que torpe ¿No?

Miro con molestia al individuo de espaldas frente a mí, pero mi expresión cambia al instante cuando se gira para ofrecerme su mano.

Quedo embobada a ante su cercana belleza. No puedo creer que esté frente a mí.

- Lo siento... - Se disculpa con una sonrisa, ocultando sus ojos marrones formando un lindo par de líneas que me hacen sonreír como boba a mí también.

Tardo unos segundos en reaccionar, y para cuando lo hago, con su ayuda me levanto y aún sostiene mi mano, noto la mirada de varios estudiantes que pronto comienzan a susurrar mientras nos miran.

Me siento incómoda, y más aún cuando aquel chico se acerca aún más a mí y acerca sus manos a mi cuello.

- Tu corbata está desordenada... - Ríe. Habla suave y calmado, sin borrar su linda sonrisa, totalmente lo contrario a mí. Mi corazón late descontrolado y mis mejillas deben estar más que rojas. - ... Listo.

Y se aleja.

No sé que hacer. Aún sigue frente a mí y no he pronunciado palabra desde que chocamos. Debe pensar que soy una tonta.

Y el timbre que da comienzo a la primera clase suena.

- Bien... Hasta pronto. - Se despide de mí dado la vuela y comenzando su marcha junto a otro chico, aún sin borrar su sonrisa.

Se despidió de mí.

Aún me cuesta creer todo lo que acaba de ocurrir. Mi corazón no aguantara otro encuentro como ese.

Pero... ¿Puedo pensar en otro encuentro?

Se supone que el destino es incierto ¿Verdad?... Pero de todas formas, jamás se fijaría en mí.

Solo me queda disfrutar de lo que mis ojos me puedan mostrar de él en la distancia.

Y aún más; Tu sonrisa.

╰笑顔╮| •Lee Jeno•Where stories live. Discover now