13 de junio de 1920, Gyeongju, KOR. Pt. 2

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—Por favor, retírense todos, aquí no hay nada que sea de su incumbencia — exclamo el reverendo ahora que los cazadores habían abandonado el lugar. Todos acataron las ordenes impuestas por Hyung Sik.

— Ustedes No, señores Kim Y Park — Se apresuro a decir al notar como los cuatro adultos que lo habían acompañado emprendían camino de regreso al pueblo; Los mencionados se detuvieron a observar al reverendo Park que mantenía su vista fija en ambos niños que aún permanecían juntos temblando.

—Creo que los necesito para tomar una decisión con respeto a ellos— dijo señalando a los infantes.

—Me parece bien, no creo que se puedan tomar decisiones que involucran el futuro de los menores a la ligera reverendo Park, tanto SeokJin como yo nos encargaremos de los aspectos legales que se llegaran a involucrar- pronunció mirando con afecto y una pizca de tristeza a los dos pequeños frente a él.

—Antes de planear toda la vida de estos niños creo que primero deberíamos de llevarlos hacia algún lugar, Namjoon—

—Esto de acuerdo con Seokjin, lo principal es capturarlos y llevarlos al albergue cuanto antes— mencionó Seojoon dirigiéndose hacia el azabache y el castaño, cuando por fin quedo lo suficientemente cerca estiro sus brazos para tomar al pequeño de tez acanelada mas fallando cuando este mordió su mano en señal de defensa, y es que como se podrían permitir confiar en ellos cuando acabaron con toda su manada de una manera despiadada; el ahora lastimado Seojoon emitió un grito de dolor lanzándole una mirada de odio al mayor de los niños.

Seokjin desde atrás observando como su mayo realizaba inútiles intentos por atraer al castaño, fallando una y otra vez, llevándose consigo mordidas y aruños.

—Creo que es suficiente director Park, por favor retírese y permítame intentarlo.

—Está Bien, Adelante Jin-ah — se retiró lanzándoles una mirada despreció a los pequeños.

Jin recordó que tenia algunos caramelos que planeaba regalarle a Namjoon en los bolsillos del pantalón, los saco y se aproximo hacia los niños de manera cautelosa para no lograr asustarlos cuando estuvo frente a ellos observo como el castaño lo observaba con un poco de enojo mientras solo lograba transmitir temor en su mirada.

Tendría que ser cuidadoso en sus siguientes acciones, fue por esto que decidió sentarse un lado de ambos de manera lenta, observando la mirada confundida de los menores, pasaron algunos minutos hasta que tomo uno de los caramelos sabor menta y lo comió de manera lenta, mientras tanto los niños solo lucían confundidos por aquel extraño hombre, al cabo de minutos después el pequeño azabache fue el primero en acercarse al adulto ya que la curiosidad poco a poco le fue venciendo. Seokjin tomó otro caramelo y lo comió hasta que noto la oscura mirada del azabache sobre el y la poca distancia que quedaba entre ellos.

—¿Quieres un caramelo?

Al no tener respuesta del menor, tomó otro caramelo y extendió la palma de su mano con este hasta quedar frente al azabache, este último solo permaneció estático unos segundos hasta que observo ese extraño objeto que el humano parecía estar comiendo y disfrutar mucho. El niño castaño solo estaba a la espera de cualquier cosa que intentaran hacer para lanzarse en defensa del más pequeño.

El menor coloco su rostro frente a la mano del adulto y comenzó a olfatear el caramelo por unos minutos, el olor le parecía similar al de alguna planta que comían cada vez que enfermaban por lo que supuso que no debería de ser malo y contando que el adulto frente a el ya había comido una gran cantidad de ellos, fue por eso que comenzó a lamer el dulce una vez que este se termino Jin pudo observar como los ojitos del menor lucían tristes.

—¿Quieres otro caramelo pequeño?

Esta vez el azabache no dudo ni un segundo y rápidamente aceptó el caramelo que se le ofreció, así transcurrió el tiempo hasta que ya no solo estaba compartiendo los caramelos con el azabache, ahora el castaño también se encontraba fascinado con los dulces, continuaron comiendo hasta que la bolsa finalmente se encontró vacía.

Por otro lado, los cuatro adultos restantes se encontraban observando como Seokjin trataba de ganarse la confianza de los menores.

—Espero y esto no sea muy tardado, cuanto antes se encuentren los niños en el albergue será mucho mejor—

—No creo que sea conveniente integrar a los niños de manera inmediata director Seojoon—

—Estoy de acuerdo contigo Namjoon-ah— pronuncio el reverendo dirigiendo la mirada hacia sus acompañantes — Tu y los niños no comenzaron de la mejor manera, considero que lo mejor es que permanezcan algunas semanas en la casa de los Kim, para lograr que su adaptación sea un poco menos agresiva.

—Por nosotros no es ningún problema brindarles hospedaje temporal a los niños sabe de antemano que a Seokjin le agradan mucho los niños.

—Esta bien Nam, pero solo recuerden que será por un pequeño lapso de tiempo en el que los niños se adaptan un poco a la comunidad, estos niños le pertenecen al albergue.

El ambiente se torno un poco tenso debido a las actitudes que estaba demostrando el director del albergue, pero de repente el foco de atención cambio al observar como SeokJin se acercaba seguido por los dos niños que avanzaban de manera cautelosa hacia ellos.

—Señores Park, Señorita Min Young, no me gustaría que el trabajo realizado por Jin se viera entorpecido, por la primera impresión que tuvieron el director Park y los niños así que les pido de la manera más atenta que se retiren, nosotros nos pondremos en contacto con ustedes cuando los niños se encuentren en casa.

—Está bien Nam , nos veremos en estos días— y sin mas se retiraron dejando solo a NamJoon justo cuando Jin terminaba de dar los últimos pasos hacia él.

—Namjoon-ah , mira los nuevos amigos que hice ninguno me dio su nombre — dijo realizando un puchero — así que al castaño lo llamé Taehyung y al pelinegro JungKook ¿ Que te parecen los nombres?

Namjoon esbozo una sonrisa en la cual se formaron dos hoyuelos — son unos nombres muy bonitos para estos preciosos niños, Hyung.

—Ya lo sé, son casi tan hermosos como yo— dijo emitiendo una sonrisa — En fin, venimos para ver si tienes algunos caramelos de menta, estábamos comiendo, pero todos se terminaron— volvió a hacer un puchero, cosa que para JungKook resulto extraña, pero de igual forma tratando imitarla, cosa que solo termino en una mueca extraña por parte del azabache y causo gracia y ternura en ambos adultos.

—mmm... — Inspeccionó en sus bolsillos — Solo tengo dos, pero son todos suyos chicos— extendió sus manos para entregar ambos caramelos, los niños rápido devoraron el dulce y quedaron a la espera de más, al ver que los minutos pasaban y no obtenían nada sus ojos se tornaron tristes.

—Eso es todo chicos, ya está oscureciendo y tenemos que regresar a casa— dijo Jin acariciando el cabello de ambos niños, internamente esperando que su plan concluyera con éxito, sin más ambos adultos emprendieron camino hacia su Buick.

Decidieron esperar unos minutos, para ver si los niños se acercaban pasaron alrededor de 5 minutos cuando observaron a ambos niños acercándose de manera lenta hacia ellos hasta quedar frente a frente.

—Chicos, Nosotros ya nos vamos a casa— pronuncio Namjoon inclinándose hasta quedar frente ambos niños para poder revolver sus cabellos de manera cariñosa. Jin se encontraba abriendo la puerta del automóvil para poder ingresar cuando se vio interrumpido de manera abrupta por ambos niños, los cuales ingresaron dentro del vehículo.

—¿Quieren ir con nosotros? — Jin sonrió esperanzado y cerró la puerta adentrándose con ambos niños.

Los Kim emprendieron camino hacia su hogar con la esperanza de que pudieran desempeñar una vida normal en sociedad y las cosas mejoraran para los pequeños.

Porque las cosas mejorarían para ambos pequeños.

¿Cierto?

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