SAVAGE

30 de octubre de 1915, Gyeongju, KOR.

Lo primero que capto su atención fue el sonido de un llanto que parecía incontrolable, esto logro que ella mantuviera todos sus sentidos en alerta preparándose para el inminente ataque, en dado caso de cualquier criatura que se encontrara cerca y cada vez aproximándose más tratara de hacerles daño a sus 2 cachorros.
El que ella fuera una loba le brindaba ciertos privilegios como el lograr tener una mejor visión durante las noches y su audición desarrollada.

Fueron alrededor de 5 minutos después , donde pudo observar como los llantos se intensificaron, sus cachorros de manera instintiva se posicionaron detrás de ella emitiendo chillidos de miedo.

Al momento de escuchar los pasos acercarse y observar como dentro de los árboles se realizaban movimientos, logro lanzar un gruñido como advertencia a la criatura que se acercaba, pero con esto solo logro que el lloriqueo por parte del desconocido se incrementara.

Cuando por fin se dispuso a atacar, la criatura desconocida emergió dentro de los arboles y pudo observar que se trataba de un cachorro humano no menor a un metro de altura, tez acanelada, cabellos castaños y grandes ojos almendrados cargados de terror, sus pequeñas manitas hechas puño, los labios tornándose morados así como agrietados debido a las bajas temperaturas de la época del año y pareciera que con la mirada se encontraba buscando algo o alguien.

Pasaron algunos minutos en los cuales ella estuvo observando cada una de las acciones, llevándola a la conclusión que el pequeño castaño parecía inofensivo e incluso vulnerable, debido a esto opto por acercarse lentamente y dejando atrás a sus cachorros.

El castaño al ver como la loba se acercaba opto por dar unos pasos hacia atrás ya que los ojos azules zafiro e intimidantes que parecieran estar haciendo una radiografía interna, sintiendo miedo de que pudiera causarle un daño y no tener a nadie que pudiera protegerle.

Más sin embargo la loba apresuro sus pasos hasta quedar enfrente del niño para después acercar su rostro al cuello del humano y comenzar a olfatearlo , posteriormente confirmó que el humano no era un peligro para ella y sus crías.

Estas últimas al ver que su madre mantenía contacto con el infante se acercaron empezaron a dar pequeñas lamidas en las manitas y mejillas regordetas del niño con esto logrando con esto calmarlo a la vez comenzando a dar pequeñas risitas a causa de la sensación que provocaba la lengua de estos, al tener contacto con su piel.

Entonces fue cuando ella notó que efectivamente el niño solo sin ningún otro humano a su alrededor, y con la temperatura descendiendo opto por llevar a sus crías junto con el pequeño donde se refugiaban en estas épocas.