12 de septiembre de 1919, Gyeongju, KOR.

56 13 5
                                    

¿Alguna vez han experimentado este sentimiento de soledad, aún y cuando tienes compañía a tu alrededor?

Para el pequeño castañito las cosas así parecían al principio, y es que el pertenecer a una manada en la que no tienen cosas físicamente en común fue difícil de aceptar, ya que tuvo que adoptar comportamientos para ajustarse a su nuevo grupo, uno de los ejemplos es la diferente manera de andar de los humanos a la de los lobos, sin contar la alimentación, el pelaje, comunicación entre otras cosas.

Esta adaptación fue difícil ya que el castaño lo veía como un constante esfuerzo por igualar al resto de los miembros del grupo en cada situación, cuando no podía cumplir con alguna de estas, su estado de animo tendía a decaer. Él sabía que contaba con cada uno de los demás, pero eso no hacia que el menor en ese entonces se sintiera inferior a ellos.

Pero fue ahí cuando apareció ahí el pequeño azabache de ojos brillantes para darle un nuevo sentido a su mundo, el estar con el menor le transmitía una sensación de tranquilidad, paciencia y el sentido de pertenencia que tanto necesitaba, aunque ninguno de los dos lo percibiera de forma consciente.

El castaño se encargo de transmitirle todo lo que había aprendido en su estancia con los demás lobos para que el azabache no presentara tantas complicaciones como él las había pasado en un comienzo y es que aún había cosas que resultaban difíciles de realizar para el mayor de los humanos, como la caza, por mas que este se esforzaba no era capaz de siquiera seguirles el paso al resto del grupo, pero con tal de asegurar la seguridad y confianza del ahora más pequeño de ellos, el haría cualquier cosa que fuera posible.

Y en esta ocasión se encontraba el menor de los dos persiguiendo al otro por todo el bosque , este era un juego que solían realizar mucho, también algo que solía suceder cuando se encontraban jugando era que el pelinegro de ellos se solía sentir molesto debido a que el castaño era capas de trepar los arboles para que así este no lograra alcanzarlo, pero en esta ocasión fue diferente, el castaño logro subir al árbol trepo hasta la primera rama que encontró y luego se recostó de manera silenciosa encima de esta para observar como el pequeñito lo seguía buscando por el suelo.

El menor estaba comenzando a sentirse preocupado ya que no encontraba señales de su mayor y estaba a punto de oscurecer y ambos sabían que después de la puesta del sol era cuando el cazador Min solía adentrarse en el bosque para atrapar algún animal, por esto el pequeño opto por aullar preocupado y esperar una respuesta por el de cabello marrón, igual pasaron minutos y no obtuvo respuesta, el miedo que tenia de que algo le pasara a su compañero de manada fueron los causantes de que este comenzara a emitir chillidos por varios minutos hasta que sintió como algún objeto golpeo su cabeza.

Con miedo de que se tratara del cazador o alguna otra persona levanto la cabeza y se preparó para huir, al fin y al cabo, no seria la primera vez que tendrían que escapar sin ser notados por el contrario cuando fijo su vista en el árbol pudo distinguir la figura del castaño recostado emitiendo algunas risas, debido a la cara de pánico que mostraba el azabache.

Fue ahí cuando el menor soltó todo el aire que no sabia que estaba reteniendo, se impulso de un salto hacia el tronco del árbol y comenzó a escalar hasta que llego a la rama donde se encontraba el mayor, sorprendido ya que era la primera vez que lograba trepar un árbol.

Llego hasta con su mayor y empezó a morderle los brazos y gruñirle de manera molesta, por el miedo y la preocupación que le había hecho pasar, el mayor al ver que el menor enserio se encontraba molesto opto por comenzar una técnica que utilizaba en casos como este, la cual consistía en dar pequeñas lamidas en el cuello del pequeño, para luego continuar por el rostro y terminar jugando con el lóbulo de la oreja del más pálido, causándole risitas para terminar pasando los brazos por alrededor del cuerpo del más chico y así obteniendo que este volviera a su comportamiento normal hacia el mayor.

Y es que no importaban las veces que se enojaran, ambos sabían que siempre terminarían por volver el uno hacia él otro.

SAVAGEWhere stories live. Discover now