Destrucción

capítulo 14: Pedir perdón.

A la mañana siguiente cuando me desperté, estaba sola en la cama. Al parecer Billie me había tapado con una manta, porque no recordaba haberme tapado sola.

Tenía un ligero dolor de cabeza, pero no era nada que no pudiese soportar y arreglar con una aspirina.

Recordé el beso que le había dado a Billie en la noche y solo esperaba que ella no lo recordase.

Me arrastré por la cama hasta incorporarme del todo, y fue cuando salí del cuarto que oí una discusión en la habitación de Ashley.

Procurando que nadie me viese, me acerqué hasta su puerta y me sorprendió que Billie estuviese dentro.

-Ya te lo he dicho: no sucedió nada. Deberías confiar un poco más en mí.--exclamó Billie.

-¿Por qué estaba en tu cama, Billie?

-No..., no lo recuerdo.

-¿Ves?.--exclamó ella.--Pudo haber pasado algo.

-Solo sé que salimos de la fiesta, fuimos a la ribera y cuando llegué aquí tuve el impulso de beber.

-Absolutamente todo.

-Sí, pero con ______ no pasó nada. Ni siquiera sé por qué se encontraba en mi cama. Estaba demasiado borracha y dudo que ella quisiera estar conmigo en ese estado.

-No soy idiota, Billie, las vi. Y en lo único que puedo pensar en estos momentos es en ella.

-Por favor, ahórrate todo el discurso que ya conocemos.--pidió Billie.

Hubo un silencio incómodo hasta que Ashley habló:

-Quiero que seas honesta conmigo... ¿qué sientes por ella? ¿Qué sientes por ______?

Mi corazón se aceleró. Sentí un nudo en el estómago al esperar su respuesta. Una parte de mí quería que ella confesara lo que sentía por mí, pero otra estaba asustada porque temía lo que ya sabía.

-¿Vas a contestarme?.--preguntó Ashley.--¿Qué sientes por ______?

Nada. Billie hizo silencio y no dijo nada. Y Ashley insistió otra vez.

-¡Está bien!.--mi ritmo cardíaco se detuvo y me acerqué un poco más a la puerta.--No siento nada especial por ella. Solo somos amigas, así que cálmate de una maldita vez que no pienso enamorarme de tu hermana, ¿está bien?

«No pienso enamorarme.», la frase retumbó en mi cabeza y en segundos mi vista se nubló ante las lágrimas que comenzaban a quemarme los ojos. Entonces la noche pasada, sus brazos alrededor de mí y su súplica por quedarme a su lado no eran más que una mentira.

En ese instante rompí a llorar, no pude controlarme.

Antes de que ambas salieran de la habitación, salí corriendo hacia mi cuarto y permanecí allí todo el resto de la mañana, tarde y noche, hasta que Khat golpeó la puerta avisándome que ya estaba la comida lista. Sin embargo no bajé, no tenía ganas de comer nada.

Durante las siguientes dos semanas no coincidimos casi nunca. La primera semana pasé tanto tiempo con Clairo como me fue posible, ya que Selena llegaba recién a principios de la segunda semana para el inicio de clases. Ya después, me iba más temprano que de costumbre a la universidad y volvía en el horario en que ella buscaba a Gael a la escuela. Kath había ayudado en eso, ya que me acercaba lo más que podía hasta el campus, aunque a la vuelta me volvía sola o Shawn se ofrecía a llevarme a casa.

Uno de esos días, durante la cena, pizza, le pregunté a Kath si había visto dónde estaba Billie -una parte de mí necesitaba saber de ella con urgencia-, pero fue Ashley la que me contestó luego de aclararse la garganta.