capítulo 10: Bills y Pequeña.

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El camino de vuelta casa fue muy silencioso. Sólo recién cuando llegamos me decidí por preguntarle por qué ese hombre estaba tan furioso con ella. Si bien algunas cosas me habían quedado claras: como que ella había dejado de correr y además vendían mujeres, o algo similar, me faltaba mucho para completar el rompecabezas que me resultaba Billie Eilish.

Nos bajamos del auto, entramos a la casa y pasamos por la cocina para tomar una bolsa de hielo.

-¡Ay!.--se quejó a la vez que tomaba la bolsa y presionaba un poco sobre su ojo. La comisura de su labio había dejado de sangrar hacia tiempo pero tenía que limpiarla.

Fruncí los labios.

-Te dio duro.--dije.

Billie rodeó el ojo libre.

-No tengo talento para una pelea mano a mano. No es lo mío. Bueno, por lo menos no lo tengo mientras trato de mantenerme tranquila.

-Ya lo veo, te dejó un hematoma enorme.

Nos quedamos un rato en la cocina hasta que ella decidió que el hielo había sido suficiente.

Seguí a Billie a su habitación después de dejar la bolsa de hielo en el refrigerador. Se sentó en la cama mientras se llevaba las manos a la cabeza. Yo la imité y me senté a su lado.

Ella suspiró.

-¿Qué sucedió allí, Billie?.--pregunté.

Sus ojos se deslizaron hasta mí.

-Hace casi dos años tomé la decisión de dejar Calle Inter por motivos personales.--comenzó a explicar.--Sentí que no podía perder mi vida allí, hablé con Bruno y él estuvo en desacuerdo con la idea desde que se lo planteé.

-¿Y tú qué hiciste?.--dije a la vez que llevaba una mano a su hombro.

-Seguí en mi posición. Ya había tomado una decisión y no iba a dar marcha atrás. Pero él insistía e insistía. Estábamos en la final de la competición y yo era su mejor piloto.

-Y él te dejó ir...

Billie asintió.

-Sí, con la condición de que nunca más volviese allí. Ahora que fui, va a reclamarme lo perdido, y el hecho de que fue él quien me puso allí.

-¿Sí?

-Lo conozco, ______, no descansará hasta verme destruída.

Billie mantuvo su mirada en el piso.

-¿Él te llevó?

Asintió. Sentí su tensión y una inmensa culpa por haberle pedido que me llevara a Calle Inter.

-Sí, cuando cumplí los 17 ya tenía mi primer auto y gracias al apoyo y la motivación de mi padre, logré entrar en las primeras eliminatorias de la Formula Drift en Estados Unidos, que se había iniciado hacia pocos años. Todos coincidían en que era buena. Y lo era. Realmente tenía talento.--dijo y alegó que no quería ser orgullosa pero que en verdad era muy buena.--A los 18 comencé a ganar más carreras y llegué a la cúspide del torneo..., pero todo se desmoronó cuando papá murió.

Algo dentro de mí se aplastó, como si pudiera sentir su dolor.

-Lo siento tanto...--musité.

-Murió de un ataque al corazón.--dijo alzando la mirada hacia las fotografías. Entonces el hombre que estaba con ella y Katherine sí era su padre.--Fue algo inesperado para todos y me rompió el corazón saber que sin él no tenía rumbo, estaba perdida. Patrick era mi gran apoyo y mi mejor amigo a la vez.

DestrucciónWhere stories live. Discover now