-¡Pero mira qué niño tan grande! -Lo puso de nuevo en el piso y se acercó a mi para abrazarme -¡Mía, Dios mío! -Se le aguaron los ojos y secó una pequeña lágrima que salió de su cuenca izquierda -E-estas tan cambiada, tan hermosa como siempre. Lo siento, es que es la emoción -Dijo excusándose de su llanto -Bueno, andando, ten -Me tendió los papeles falsos -Como acordamos. -Me guiñó el ojo -Vámonos antes de que alguien sospeche, Yoongi dijo que pasara a su piso, no sabe nada y todos estarán ahí, quizás puedas darles la sorpresa.

Y así fue, Nam manejó por casi dos horas hasta que llegamos a una privada, parecían edificios de lujo.

-¿Aquí vive Yoongi? -Pregunté anonadada ante lo que veían mis ojos, Nam asintió -Entonces ¿siguió, es decir, siguieron dedicándose a la abogacía?

-No. Hoseok es el único que se dedicó a ello, Yoongi es productor de música, Jin y yo somos socios en la misma empresa… Bueno, hemos llegado.

Bajamos del auto y caminamos los tres juntos hasta el elevador, estaba nerviosa ¿cómo iban a reaccionar mis viejos amigos luego de tanto? Quizás les había fallado al irme con Jungkook y hacer una vida con quien me lastimó, quizás deban pensar que a muerte de Jimin había sido en vano.
Nam tocó el timbre y supongo que Yoongi ya sabía que era él porque no se inmutó para salir hasta la puerta sino que le abrió solo para que pasara y ya.

-¡Llgué! Pasé por una botella de vino y por un par de personas más. -Todos giraron hasta donde Nam y nos vieron a Jiminie y a mi detrás de él; Hoseok escupió la cerveza y Yoongi y Jin abrieron los ojos como platos y alzaron las cejas hasta el techo como si hubieran visto un fantasma y bueno, quizás si me había vuelvo un alma en pena que ahora estaba de regreso en su país natal.

-Mía ¿eres tu? -Preguntó Jin dando pasos lentos hasta quedar frente a mi. -Yo creí que nunca mas íbamos a saber de ti, de todo lo que pasó antes… -No sabía si su tono era de decepción, melancolía o agrado pero algo tenía bien claro y es que ninguno de los presentes iba a perdonarme l que me haya ido sin decir nada, por haber sido una malagradecida ante el sacrificio que Jimin había hecho por mi.

-Yo tampoco creí que los volvería a ver, sinceramente -Reí con desgano -Solo que ahora tenía la necesidad de volver a sentirme como en casa, ya saben, ustedes siempre fueron y serán mi familia.

-Todo esto es una mierda, todo lo que estás diciendo -Escupió Yoongi con ira -Te largaste por ocho malditos años y ahora te presentas con un niño que seguro es del bastardo del que te lastimó diciendo que nos necesitas porque te sientes sola ¿estoy bien en mi deducción? Eres una perra, Mía ¿cómo te atreves?

-Yoongi cálmate, te recuerdo que hay un menor aquí para que hables de esa jodida manera… -Le dijo con calma Namjoon aunque estaba remarcado el reproche. -Jiminie ¿ves la puerta gris de allá? -Señaló -Hay juegos, ve, mamá te alcanzará en un momento.

-No me voy a calmar, ultimadamente esta es mi puta casa y yo digo lo que me venga en gana y esta maldita malagradecida no debería estar aquí. -Alzó las manos en defensa -Porque sí, eso eres Mía, una maldita malagradecida porque por tu culpa Jimin se murió, joder, tenía un futuro prometedor y murió ¿para qué? ¿para que te largaras a jugar a la familia feliz con el hijo de perra que te hizo añicos, huh?

-Yoon, ya basta. -Le dijo Hoseok reposando su mano en el hombre del pelinegro pero éste se deshizo del agarre y prosiguió:

-¡Estás enferma por un puto carajo! ¿no te das cuenta que con todo esto solo dañaste a todos los que te queríamos? ¡Incluso tu madre enfermó luego de eso, se volvió alcohólica!

No pude aguantar un segundo más y rompí en llanto como niña pequeña pero es que todo lo que decía era verdad, todo me caía encima como una cubetada de agua helada, dolía, dolía como nada en el mundo.

 ᴀʟ ғɪɴᴀʟ ᴅᴇʟ ʙᴏsǫᴜᴇWhere stories live. Discover now