La Mate del Alpha Dominic

Capítulo 43 Especial de cumpleaños

Despierto con cuidado tratando de no despertar a Emma, casi no durmió anoche.

Me dirijo hacia a la cocina para prepararle un super desayuno de cumpleaños.

Si, hoy mi hermosa Luna cumple 18 años.

Luego de hacer lo mejor que pude lleve todo a nuestra habitación. Allí se encontraba ella aún dormida, se ve tan tierna durmiendo. Dejo las cosas en una pequeña mesita y me acerco a al cama.

-Amor.- susurro sacudiendo suavemente su hombro. Ella rápidamente abre sus ojos y suelta un gemido.

-¿Que sucede?- habla con voz ronca.

-Feliz cumpleaños amor.- susurro y beso sus labios, luego bajo por su cuello donde suelta una hermosa risa.

-Te amo.- balbuceo en su oído. Ella me abraza.

-Yo también.-

-Te prepare algo.- anuncio mientras me levanto de encima de ella para tomar los platos.

-¿Tú hiciste todo esto?- se impresiona cuando dejo todo sobre su regazo.

-Por supuesto.- afirmo mientras me siento a su lado.

-Está muy bueno.- dice mientras come un pancake con nutella y frutas.

-¿Acaso no confías en mis habilidades culinarias?- pregunto fingiendo indignación.

Ella pone los ojos en blanco y luego me da una sonrisa.

-Gracias por el desayuno Lobito. Esta muy rico.- dice besándome. Pero otras dos lenguas interrumpen nuestro beso.

-Qué asco.- musito limpiando mis labios mientras bajo a Ares y a Punky de la cama con las carcajadas de Emm de fondo.

-¡Déjalos! Son mis besitos de cumpleaños.- exclama volviendo a subir a sus perros a la cama.

-Emm.- sacudo mis pestañas mientras le hago ojitos. Ella bufa y baja a los perros.

-Eres un tramposo.- murmura.

-Voy a ignorar eso y te mostraré tu regalo.-

-Sabes que no hace falta...-

-No importa, eres mi Luna y te mimare siempre.- la interrumpo y ella pone los ojos en blanco.

Luego termina su desayuno (con mi ayuda) y nos dirigimos hacia su regalo.

-Dominic. ¿Por qué no hay nadie despierto? Espera. ¿Que hora es?- pregunta cuando bajamos las escaleras.

-Las 8:30.- respondo dándole una mirada inocente.

-¿Me despertaste a las 7:30 de la mañana un sábado?- susurra medio grita para no despertar a los demás.

-Bueno... digamos que no quiero desperdiciar el día.-

-Me vengaré Lobito.- advierte.

-Si claro.- murmuro y le colocó un pañuelo en los ojos para que no vea.

Abro la puerta y entramos, prendo la luz y ¡Vaya! Realmente este lugar quedó bien. Con cuidado saco el pañuelo de sus ojos.

Suelta un grito muy agudo cuando ve su regalo. Por instinto cubro mis oídos haciendo una mueca.

-Lo siento.- susurra cuando me ve.

Unos fuertes pasos se escuchan bajar por las escaleras y a los segundos llegan  a nosotros.

-¿Que sucede?-

-¿Todo esta bien?-

-¿Entró alguien?-