Cambios y más cambios (Parte II)

En başından başla
                                    

No sé como lo vamos a hacer, pero si de algo estoy seguro es que voy a estar presente en la vida de este niño todos los días de su vida; y no pienso perderme ni un minuto de esta. A pesar de que sé que Kendall no lo hizo a propósito, gracias a que no me dijo que estaba embarazada ni me avisó cuando Mia nació, me perdí cuatro años de su vida que por más que quiera no voy a poder recuperar. Es por eso que ahora pienso hacerlo bien desde un principio.

Luego de que planto un suave beso en sus labios nos separo y me pongo de pie. Le extiendo una mano para ayudarla a levantarse y luego de que lo hace salimos del baño. Entrelazo nuestras manos y comienzo a caminar guiándola hacia la cocina para prepararnos el desayuno.

Ella me sigue y yo siento como la sonrisa de mi rostro no desaparece. Aunque al principio me asusté y dejé que el pánico se haga presente en mi, lentamente estoy saliendo del estado inicial de shock y la alegría sea lo único que mi corazón sienta. Si al conocer a Mia sentí que mi corazón creció inmensamente y que no había nadie a quién pudiera amar más en el mundo, no me imagino como va a sentirse el ser padre nuevamente.

Wow. Con tan solo veintidós años estoy esperando a mi segundo hijo. Dios, no quiero ni imaginar cómo reaccionaría mi madre al enterarse... Tal vez, es momento de llamarla y tratar de arreglar nuestra situación. Desde que se mudó a Seattle y yo volví a Nueva York por Kendall no hemos hablado mucho ni nos hemos visto. Realmente me gustaría que mis hijos tuvieran una abuela presente, así que arreglar nuestras diferencias no sería tan mala idea. No es que tengamos una mala relación completamente, es solo que nos distanciamos por diferentes motivos y es algo que siempre me ha molestado, porque es mi madre y la amo con todo mi corazón.

Juliet está por sentarse en una de las sillas altas frente al mesón pero la detengo para observarla de pies a cabeza atentamente, en busca de algún cambio físico que denote su embarazo.

-Alex, si estás tratando de ver si mi panza está más grande te vas a tener que esperar un poco. - ríe.- Recién voy dos meses de embarazo, es algo pronto para que ya haya engordado no crees?

-No puedo esperar- le digo y ella se cruza de brazos.

-Para que engorde?

-No, tonta- digo y esta vez soy yo el que ríe.- No puedo esperar a que el bebé crezca.

-Mas te vale- dice y me da un golpe juguetón en el hombro para después tomar asiento.

Es hora de comenzar a preparar el desayuno y luego de pensar un rato en qué es lo que voy a hacer me decido por unos simples panqueques. Es nuestro desayuno favorito,  y además fue lo que le hice la mañana siguiente de nuestra primera vez juntos la noche en la que la conocí; por lo que me parece algo significativo al mismo tiempo que delicioso.

Pongo música desde mi iPod y comienzo a cocinar. A pesar de las insistencias de mi novia no dejé que me ayude. Ahora que sé que está embarazada no pienso dejar que haga mas de lo necesario.

En eso, la puerta del departamento se abre inesperadamente y tanto yo como Juliet nos sobresaltamos un poco. Miramos en esa dirección y siento alivio al ver que se trata de Hunter, quien al vernos se ve igual de sorprendido y asustado como nosotros.

Me había olvidado totalmente de que le había dado una copia de las llaves del departamento.

-Hey, qué haces aquí?- le pregunto ahora más tranquilo al saber que no se trata de ningún ladrón ni nada por el estilo. 

-Hola Alex, pensé que no estabas en casa- contesta y ríe incómodo, mirando a Juliet quién se ve visiblemente incómoda.  La observo y noto que solamente trae puesto una camiseta de tirantes celeste y ropa interior blanca, así que claramente es por eso.- Venía a...

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