Capítulo 2: ¡Tenemos una presentación! (Parte 1)

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—No, no llega wi-fi allá abajo.

—¿Dices que estaría en el infierno? —preguntó la mujer, con evidente curiosidad. Varios compañeros se giraron a verlo y Matt se maldijo mentalmente por no poder responder "perdón, profesora" como habría hecho cualquiera.

—Como todos los biólogos. La religión y la biología no se mezclan bien.

—Él fue religioso.

—Mayor razón para estar ahí. Pero sí, pondré más atención, perdón.

Aunque podría haber continuado, eso era el máximo que Matt era capaz de soportar estando en el centro de atención y, afortunadamente, su profesora lo dejó pasar para seguir con la clase: —Independiente del dilema filosófico que plantea el Sr. Barker, haremos un ejercicio práctico y se dividirán en parejas que... —la mujer levantó la voz a medida que los murmullos entre estudiantes armando sus grupos subían en volumen —,YO DESIGNARÉ.

En el "aaaw" de decepción general que se escuchó en el salón, Logan Hayden vio una oportunidad. Nunca había pedido nada, como si quisiera guardar su suerte para una ocasión especial y decidió que ese era un buen momento para encomendarse a todos los dioses, nuevos y antiguos (su serie favorita por esos días era Juego de Tronos, por tanto, también la religión actual). Procedió a juntar las manos bajo su pupitre y murmurar mentalmente «Hayden y Barker, Hayden y Barker, Hayden y Barker...»

—Hayden y Lewis.

«Mierda.»

—Ah, no. Lewis sigue con licencia médica. Hayden y Barker.

«¡SÍ!»

Logan miró en dirección al peliazul justo en el segundo que él también giró y sus miradas se cruzaron. Levantó una mano y la ondeó como saludo, cubriéndose la mitad del rostro con la bufanda inmediatamente después. ¡Se había gastado toda su suerte, nunca ganaría la lotería y era feliz con el resultado!

Quiso acercarse a intercambiar información de contacto con Matthew, porque eso era lo que se hacía en esos casos y en los mangas románticos que leía, pero vio al chico gruñirle a su teléfono y luego escuchó una voz que lo llamaba desde la puerta.

—¡Matt! ¡MATT! ¿¿RECIBISTE MIS MENSAJES??

—¡SÍ, MALDITA SEA, LOS 50! ¡NO SE PIERDEN EN EL CORREO!

Sorprendido de escucharlo hablar así, Logan parpadeó y se volvió a sentar en su asiento. Debatió mentalmente entre su necesidad genuina de coordinar cómo trabajar con Matt y el hecho de que era un mal momento. Juntó todo el valor que había en su bajita persona y se volvió a poner de pie, siguiendo a Matt y Alex por el pasillo, determinado a hablarle cuando se quedara a solas.

Fueron unos minutos de Alex insistiendo a Matt que cualquier cosa que tuviera que hacer esa noche no era tan importante como participar del baile escolar. Porque claro, enviar a Alex a hacer algo relacionado con la banda significaba que no lo dejaría hasta conseguirlo, como aprendió entonces el peliazul.

—¡Ya, ya, lo haré! —concedió finalmente, sintiendo que ese tipo iba a hacer que le diera una úlcera o algo. Lamentablemente, él tenía que "trabajar" esa noche; sacó el celular para llamar a su "cliente", sólo que: —¿Algo de privacidad?

—¿Ah? —preguntó Alex. —Oh, lo siento, sí. Entonces nos vemos después de clases, Matt.

—Es Matthew para ti.

—Matt, seremos amigos tarde o temprano.

—Muy, muy tarde —negó con la cabeza Matt, alejándose.

La banda: El inicioWhere stories live. Discover now