O12

852 90 25
                                    

- Creo que no nos conocimos de la mejor manera -dijo Jack en un susurro.

-Ya, eso está claro -respondí.

Intenté sonreír pero me era imposible. Tenía un cuchillo en la mano y en la otra una pistola. ¿Quién reiría en mi situación?

- De todas maneras quiero que sepas que... -miró al cielo seriamente.

Era una noche oscura pero estrellada. No había ni una sola nube, tan solo pequeños puntos que brillaban.

- Me caes bien -dijo finalmente-. Quizás en otras circunstancias, o cuando acabe todo esto, podríamos ser amigos.

- Ya somos amigos, Jack. Y si algo nos pasa, a ti o a mí, te lo digo ahora; eres un buen tío.

Sonrió irónicamente, supongo que no esperaba ese comentario por mi parte.

Wyatt nos había traído dos pistolas y dos cuchillos, uno para cada uno, y se había ido después de desearnos suerte.

Ahora Jack y yo estábamos detrás de un arbusto, observando cómo Chosen y Finn le decían que se les había olvidado no se qué, y que ahora volverían.

- Es hora... -dijo mirándome.

- Sí, ya... -tragué saliva.

Le quité el seguro a la pistola seguida de Jack, y me levanté como pude.

Estaba mareada, mi barriga se retorcía pensando en todo lo que iba a pasar en apenas segundos y todo mi cuerpo temblaba.

Los dos salimos sigilosamente, a pesar de que Noah estaba de espalda a nosotros.

- Necesitarás esto, tengo un plan -dijo dándome su pistola de modo que se quedó sólo con un cuchillo-, sólo dispara.

A partir de ahí todo pasó demasiado rápido para mí.

Jack avanzó lo más rápido que pudo hacia Noah, agarró el cuchillo y le sujetó.

Me hizo unas señas para que me acercara, pero ni mis piernas ni mi mente reaccionaba.

- ¿Qué queréis de mí? -dijo intentando soltarse, pero no podía moverse mucho porque el cuchillo de Jack ya estaba rozando su garganta.

- Nada, no es nuestra idea, nada de esto lo es... -fue lo único que respondió.

Pero apenas estaba escuchando, ya que mi vista se tornó borrosa, luego sus voces eran susurros, y más tarde sentí que el cielo sobre nosotros se caía.

Luego oí gritos, sirenas, personas moverme, golpes de luz repentinos y... Y una mano tocarme la mejilla y diciendo: "no te vayas, yo..."

Y después todo quedó negro, ni siquiera llegué a terminar de oír esa frase, porque todo quedó en silencio y completamente a oscuras.

¿Eso se sentía estar muerta?

-🍑-

𝓒𝓸𝓷𝓭𝓮𝓷𝓪 ; 𝓙𝓪𝓬𝓴 𝓖𝓻𝓪𝔃𝓮𝓻 Where stories live. Discover now