D i n o s a u r ;;

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Kwon Jung Chan a pesar de que nació en un frío día de invierno y lleno de desgracias, ha sido amado y criado con todo el cariño del mundo.
Tanto como su padre, abuelos e incluso "tíos" daban lo mejor de sí para hacerlo feliz y eso a pesar de su temprana edad lo sabía; en la guardería solía mirar como las mamás de sus compañeros hacían lo mismo que su papá antes de recogerlo del lugar así que realmente nunca notó algo raro, sin embargo el mundo de los adultos es cruel y había logrado lastimar a Chan algunas veces.
La primera fue cuando escuchó a dos mujeres hablando en voz baja, señalándolo y mirándolo antes de que llegara su padre, "Ese niño es huérfano de madre... Debió ser una carga para la pobre mujer pues prefirió morir antes de conocer a su hijo", "Pobre hombre, siendo tan joven debe trabajar duro para ese niño", "Escuche del hospital donde nació que en realidad no es su hijo, todo apunta a que el chico ha sido víctima de una estafa"; Dino al solo ser un niño de tres años no comprendía porqué las mujeres hablaban así, afortunadamente todo se solucionaba cuando su papá lo llevaba entre sus brazos al hogar que ambos habían formado para llenarlo del amor que el merecía.
Los fines de semana eran una pausa sobre todo para Dino, quien iba a la biblioteca por varias razones: Su papá debía estudiar, le gustaba que el señor zorro le contará cuentos y finalmente también vería a pato, una niña más grande que él, Dino desde hace unos meses había comenzado a asociar a sus cercanos con animales que le gustaban, ya que él se sentía un dinosaurio, más allá de ofenderse, la gente lo tomó como una manera de saber si se era cercano al menor o no. Pato siempre que se veían en el fin de semana le regalaba un dibujo de un dinosaurio junto a un pato; pero esta vez, por cosas fuera de la comprensión de Dino, pato no había llegado, y el señor zorro junto con su querido papá estaban charlando mientras tomaban café y sonreían, era raro para él porque estaba acostumbrado solamente a comer con sus abuelos y tíos, aunque el señor zorro le compró pastel de chocolate, eso significaba que el señor zorro era bueno y no había porque ser grosero. Así pasó su tarde, dejando que su papá y el señor zorro charlaran tranquilos al menos hasta que el sueño le impidiera seguir viendo a dos de sus personas favoritas.
Aquella mañana el timbre sonó, Soonyoung todavía adormilado miro la hora, aún era temprano así que se levantó y se encontró con Chan fuera de su habitación con su pijama de dinosaurios.

— Ve a tu cuarto mientras veo quien es, Dino —

El niño obediente fue a su habitación a descansar otro poco mientras Soonyoung abría la puerta para darse cuenta de que estaba teniendo enfrente a Jeon Wonwoo, quien llevaba en sus manos una bolsa con diversos refractarios con comida.

— No me incomodaría si lo decides así pero ¿Planeas mirarme todo el día? —

Rio Wonwoo haciendo sonrojar al más bajo quien se hacía a un lado para dejarlo pasar; el niño al oír ruidos regreso y miro al mayor, Soonyoung pudo ver como aquellos pequeños ojitos se iluminaban al ver al hombre de lentes, Dino corrió hacia él y rio ampliamente cuando Wonwoo lo cargó.

— Señod zodo, ¿Comeda con nosotos, vedad? —

Wonwoo asintió y el niño se acurrucó en el como si toda la vida lo conociera, Soonyoung lo miraba con curiosidad, Wonwoo lucia como un padre amoroso y lleno de experiencia.

— Al parecer la paternidad te sienta bien, puedes igual soltar la bolsa ya la tengo —

Bromeo Soonyoung con un tono de voz adormilado tomando las bolsas para irse a la cocina.

— Jajaja gracias, se me dan bien los niños y más si son así de bien portados como Chan —

El pequeño niño comenzó a reír abrazado del cuello al mayor, Soonyoung rodó los ojos divertido sacando los refractarios de la bolsa.

— Papa hamsted hada panqueques con figuritas, ¿Vedad papa? —

Soonyoung asintió acercándose a besar al pequeño en la nariz quien entre risitas y grititos se escondía en el pecho de Wonwoo.
Con un último beso Soonyoung calentó la comida y comenzó a preparar los panqueques, Wonwoo en un intento de ayudar al más bajo distrajo a Chan un momento, contándole historias; cuando todo ya estaba listo ambos adultos sentaron al niño en su silla y le dieron los cubiertos necesarios para que comiera, el infante tomaba cuidadosamente su cuchara soplando el contenido de esta y comió todo tranquilamente.

⌇#O1︓Ꮯoꭑ𝘦 to ꭑ𝘦 ⦇𝙨ooᥒ𝙬oo⦈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora