Epílogo.

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Epílogo.

Ya había pasado un tiempo considerable desde la última vez que Percy vio a Zack por última vez. Tal como temía, su amigo no había regresado y sus instintos le dicen que no lo verá en un largo tiempo.

Percy fue a visitar a la familia de su amigo, pero Melissa tampoco sabía nada de Zack, ni siquiera su padre lo había visto.

A Percy le llevó tiempo, pero finalmente decidió olvidar el asunto de su amigo y centrarse en las personas presentes en su vida, especialmente en cierta rubia de hermosos ojos grises.

Ahora que Zack y Luke ya no eran un rival para él, Percy pudo planear meticulosamente la forma de hacerle saber a Annabeth sus sentimientos. Para ello, recurrió a la ayuda de Piper. Le dijo que llevara a Annabeth a las piscinas y mientras él aguarda su llegada con nerviosismo, piensa en qué le dirá, observando la rosa de plástico en sus manos. Una de plástico es más resistente que una real, ¿no?

Al cabo de diez minutos, nota por el rabillo del ojo a Annabeth llegar y sentarse a su lado. Percy se toma su tiempo para finalmente empezar a hablar.

—¿Recuerdas aquella vez que me confesaste tu amor? —le pregunta con el corazón martilleándole a toda velocidad.

—¿Cómo olvidarlo? Me rechazaste sin mucha piedad.

—Lamento eso —dice sinceramente—. No me dejaste hablar siquiera cuando al fin quería hablar.

—¿Y que ibas a decirme?

—No iba a decirte nada malo, créeme. Estaba muy asombrado, pero no soy cruel —dice el chico dándole vueltas a la rosa. Luego se detiene y mira la rosa, sonríe y se la da a Annabeth—. Te diría que la pongas en agua, pero es de plástico.

—¿Y por qué me la das a mí? —pregunta ella aceptando la flor—. Pensé que estas con Rachel.

—Estaba. Terminamos hace mucho tiempo, antes del accidente.

—¿Qué? ¿Pero si los dos estaban muy cariñosos?

—Ella estaba muy cariñosa, la verdad es que nunca sentí algo real hacia ella... Y nunca podré mientras sienta algo por otra.

Annabeth tarda en responder.

—Oh, vaya... ¿Desde cuándo lo sientes? —se atreve a preguntar la rubia.

—Desde hace años —contesta Percy sin dudar. Percy nota con satisfacción que Annabeth se ha puesto colorada de los celos.

—¿Y de quién se trata? —cuestiona entre dientes sin disimular su enojo. Percy sonríe.

—¿Estás celosa? —Percy se ríe a carcajada limpia mientras habla. Annabeth se enoja aún más y lo golpea con la rosa de plástico.

—No es gracioso.

—Oh, para mí lo es. Porque te vez linda enojada.

—Esa frase es de película.

—Puede ser —Percy se encoje en hombros, ya no se ríe pero una sonrisa adorna su rostro—. Pero es cierto.

Annabeth enrojece.

—¿Quieres decir que cuando no estoy enojada soy fea?

—No, no dije ni quise decir eso. Eres linda todo el tiempo —dice el chico.

Una sonrisa se forma en la cara de ella.

—¿De verdad piensas que soy linda?

—No lo pienso: lo eres.

Te quiero (Como te odio, Percy #1.5) ✔Where stories live. Discover now