La cita con un Marcus

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Salgo de mi habitación cuando recibo el mensaje de Drake avisando que ya se encuentra fuera de mi casa. Pero, tan pronto coloco un pie fuera percibo las risotadas de los chicos y la inconfundible voz de Tyler Mitchell. Un corrientazo atraviesa toda mi columna vertebral haciéndome temblar, sin embargo, intento mantenerme firme si quiero que mi plan salga como quiero. Tyler merece una lección de la misma forma, quiero que sufra como yo lo hice y que llore como yo hoy lo he hecho por su causa. Quiero que sienta que es que se te queme el alma por lo menos una sola vez en su vida, que se sienta que estar en los zapatos de un corazón roto. Así que a pasos decididos paso por en medio de la sala sin decir una sola palabra hasta la cocina donde deje mis llaves y volver a la sala para despedirme de Alex.

Una vez me adentro, los once jugadores se detienen en su conversación y me echan una mirada de pies a cabeza, sobre todo Tyler el cual intenta ocultar una pequeña sonrisa entre las comisuras de sus labios. "¡Que descaro!", pensé, tratando de ignorarlo, más es un esfuerzo casi sobrehumano porque en verdad siento mis rodillas temblar de estar en la misma habitación que él. pensé, tratando de ignorarlo.

Es obvio que parte de mi plan era arreglarme más de lo habitual, es para causar una conmoción en su minúscula mente. Sin embargo, fue lo más difícil porque me mate la cabeza buscando algo provocativo pero decente, llamativo, pero no tan fuera de mi misma. Es por eso por lo que me coloque después de dos largas horas decidiendo opte por una falda a cuadros rojos ceñida a mi cintura junto a una camisa negra a tiras pegada a mi talle, sin chaqueta que me cubra o algo parecido, tal cual Ade cierta vez me dijo que eso levanta el interés de los hombres. y los celos de otros. Claro que me coloque unas botas largas para no sentirme del todo desnuda y me maquille cuando nunca suelo hacerlo. Tenuemente, pero con un labial rojo.

Alex arrugando el ceño, me mira de pies a cabeza —¿Saldrás? —su voz ronca denota que no le agrada mucho la idea de que salga cuando ya casi van a ser las cinco de la tarde, pero voy a salir con Drake en plan de amigos, no va a pasar nada malo así que me puedo sentir tranquila por ese lado.

Asiento positivamente.

—Iré al cine con Drake Marcus. —respondo con una sonrisa amplia. En ese preciso instante juro que pude ver a Tyler ahogarse en su propia gaseosa, sus ojos se entornaron hacia mi persona con rabia, y admito que eso me encanto porque significa que ya está empezando a palpar el miedo justo como lo planifique.

El único detalle que me falto por descifrar mientras me arreglaba para salir con Drake es Alex. Intento ocultar mi sonrisa victoriosa apretujando los labios, para enfocar la mirada en el único detalle que me falto por descifrar en mi plan: Alex. Mi hermano me mira silenciosamente mientras Luke hace alguna broma pesada acerca del nuevo Marcus y que lo único lindo que tenía tiene es su prima Jessie, comentario que en verdad molesto a Ed. Pero, este último solo se quedó observando a Tyler como si supiese que le pasa algo. Pero, este último no le dio mucha importancia, al parecer esta más enfocado en Tyler como si sospechase lo que le acontece a ese rompecorazones.

—Eh, ¿Iras así? —es lo único que dice Alex.

—Eh, ¿Iras así? —es lo único que dice Alex, mientras se coloca en pie dejando el control remoto a un lado y acercándose a mí— ¿Sin chaqueta o buzo? Te puedes resfriar... —musita, tratando de sonar previsivo, más es su forma elegante para no sonar como un hermano celoso y compulsivo delante de sus amigos.

Suspiro.

—¿Tiene algo de malo? —le respondo, cruzándome de brazos para que sepa que no estoy dispuesta a discutir mi forma de vestir con él.

—Yo digo que estás preciosa. —Joseph es el primero en hablar sin medir sus palabras,

—Yo digo que estás preciosa. —Joseph es el primero en hablar sin medir sus palabras. Tanto Alex como Tyler se vuelven a mirarlo con los ojos entornados casi matándolo. La mirada fría de Tyler es la que más me deja impávida, él se cruza de brazos a la vez que tiene la mandíbula rígida y el cuerpo apretujado contra el espaldar de mi sofá tratando de controlarse para no hacer alguna cosa que lo deje en evidencia. Ambos nos miramos con rudeza, él menea su cabeza tratando de averiguar mis verdaderas intenciones, mientras que yo me mantengo firme en mi posición— Ay, ella pregunto, yo respondí —murmuro Joseph, intentando excusarse.

Nuestro Secreto {Secretos #1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora