¡Te odio!

1.5K 96 14
                                    


—... ¿Tienen alguna duda? —la pregunta de la señorita Jones deja un aire mortecino sobre cada uno de los estudiantes presentes. Prácticamente acabamos de volver de vacaciones y ya nos esta diciendo que estamos muy atrasados y no tendremos tiempo para pasar el umbral de un saber somero. Me muerdo un labio mientras miro de soslayo a mis compañeros, todos tienen caras de desaprobación, molestia o de estar más perdidos que un conejo entre una jaula de gallinas. Suspiro, dejando mis ojos caer en Tyler, él está junto a mí sin poner un tercio de su atención a lo que dijo Jones, uhg es tan molesto. No sé ni siquiera porque esta aquí sentado en la segunda fila cuando su actitud es clara que desea estar en la última y en el fondo. Él no me mira, esta tan concentrado mensajeándose con alguna de sus conquistas del momento como para percatarse que estoy viéndolo con desaprobación. Si soy sincera, ahora entiendo porque las porristas en el grupo de las chicas de prom habían realizado toda una ovación con su vuelta de vacaciones en Lane. Su piel está más cálida, casi bronceada que va muy bien porque hace resaltar con mayor esplendor el verde esmeralda de sus ojos. Su cabello sigue igual, liso, rubio y desordenado, pero le queda bien, le da ese toque coqueto por el que todas las del equipo de porristas mueren.

No lo puedo negar, Tyler Mitchell es un hombre guapo, muy guapo, para ser sincera. En la feria de los genes, sin duda triunfó el linaje italiano de su madre la señora Fausta Mitchell y Dios lo premio dándole la recia mirada de su padre. Sus rasgos son delicados, pero con esa misma fuerza de haber sido empuñados con gusto y dedicación... "¡Joder, pero si me esta mirando!". Al ver que Tyler vuelve su rostro a mi persona y dibuja una sonrisa burlona me vuelvo en un dos por tres a ver hacia el tablero. Conteniendo todo el aire en mis pulmones siento las manos sudar al ser atrapada en pleno acto. No sé el porqué, más por una extraña razón el corazón me empieza a latir muy rápido casi me atrevo asegurar que ya lo puedo sentir escapárseme del pecho. Un escalofrió recorre mi columna, cuando Tyler se acomoda en su asiento y yendo hacia el frente del mesón se acerca a mí oído permitiéndome sentir su respiración sobre mi nuca. Una sensación nerviosa me hace nudos los adentros, no obstante, intento contenerme tomando una gran bocanada de aire.

—¿Me espiabas? —susurra— ¿Ahora eres mi acosadora privada?

Me vuelvo a verlo con los ojos puestos con firmeza sobre él. Su mirada no vacila, cree que por estar cerca me puede intimidar más yo soy la chica con la que ha compartido una cama sin terminar en sexo, créanme soy inmune al encanto Mitchell. Mordiéndome un labio traspaso los limites del espacio personal y quedo a milímetros, su labio tiembla, pero quiero creer que tan solo es mi imaginación. La tensión comienza a emerger de nuestros cuerpos como un calor voraz que nos hunde, el magnetismo de nuestras miradas se conecta y si no es por las barreras de respeto, no sé en que terminaría esta absurda contienda. Cualquiera que nos viera y no supiese nuestra historia pensaría que estamos enamorados. Sin embargo, créanme esto es todo menos una historia de amor. Si, tenemos una relación un tanto complicada, somos odiosos, orgullosos y un tanto egocéntricos, por eso chocamos, más así nos comprendemos por eso no me molesta esto.

—¿Te gustaría que te acosará? —le cuestiono tratando de imitar un tono seductor a la vez que entre mis labios una sonrisa juguetona pende de ellos.

Él resopla, —Sería... —sus ojos viajan a mi boca y en un segundo vuelve a mis ojos— peligroso. —"Ja, lo sabía, es un cobarde", pensé. Lo bueno de que Tyler Mitchell sea el mejor amigo de Alex es que al final de todas nuestras bromas yo siempre gano, lo malo es que en verdad es jodidamente guapo y por el The Twins Code no puedo ni apreciarlo entre los sueños.

—gane. —concluyo, victoriosa. Me alejo de su persona, tratando de recuperar la compostura. No obstante, quedo estupefacta de la sorpresa al ver a Tyler tomarme del mentón con su mano firme y acercar mi rostro al suyo de un topetazo. En este momento mis ojos quedan suspendidos sobre los suyos, él me mira con deseo. Esa es la única palabra que encuentro para definirlo, un temblor repasa todo mi cuerpo desde la palma de los pies hasta la coronilla. Trago grueso al verlo contenerse por estampar su boca con la mía. ¿Tyler a enloquecido o qué? Se supone que lo que viene es que lo haya alejado con todas mis fuerzas y le hubiera recriminado su desfachatez para aguardar los últimos minutos de la clase para salir corriendo a decirle a Alex lo que su mejor amigo a intentado conmigo. Pero, no fue así. Todo mi ser quedo congelado y tan solo pude concentrarme en él, en su rostro labrado y en como nuestros alientos se entremezclaron. La entretela prácticamente se me ha estallado, mi pulso va tan rápido que ya no siento las piernas y el titilar de mi estomago me hace temer el que pueda desmayarme aquí y ahora.

Nuestro Secreto {Secretos #1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora