Capítulo XIII (2/2)

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 Narra Rubén:

Comprobé asombrado que ya eran las 22:20 cuando Liv y yo jugábamos a nuestra quinta partida de un puzzle de Disney que me había descargado en la Tablet.

El tiempo con ella se pasaba tan rápido. ¿No dicen que cuando estás enamorado los ratos al lado de la persona que quieres pasan tan fugazmente que no te das cuenta? Pues eso me pasa con Liv.

Aunque quizás jugar a una aplicación sobre un rompecabezas de princesas Disney no es mi plan más idóneo para un Sábado-noche debo de reconocer que me estaba divirtiendo bastante y que el aburrimiento de unas horas antes había desaparecido por completo.

Además, cada vez que miraba de nuevo esa carita pálida y esos ojos marrones, me alegraba más de no haber ido a la fiesta de Thous.

-Creo que ya va siendo hora de cenar ¿no Liv?-dije mientras me levantaba del suelo donde estábamos tirados.

-¡Yo no tengo hambre!-dijo mi hermana arrugando la cara.

-Pero hay que cenar...-insistí, recordándome bastante a cuando mi madre lo hacía conmigo.-¿No te apetece pizza?

-¡De jamón y queso!-dijo ella la cual ya se levantaba del suelo y depositaba sobre la mesa con cuidado la Tablet.

-Me parece correcto muyaya. Acompáñame a la cocina.

Mi hermana y yo nos encaminamos a la cocina, y una vez allí pusimos a calentar el horno mientras decidíamos cual de las tres pizzas comíamos. Las tres eran iguales, incluso de la misma marca, pero Liv se encargó en observarlas meticulosamente y escoger cual era la más apta para el consumo. Después de eso la depositamos en el horno, pusimos el tiempo correcto y nos sentamos en las sillas de mi cocina a esperar.

Hablábamos sobre cualquier tontería que se puede hablar con una niña de cuatro años, hasta que, de repente, Liv me saltó con un tema realmente delicado.

-Oye Rubén...-dijo algo titubeante.

-¿Qué?-pregunté con interés. Era raro que, mi hermana, por lo general alegre y divertida, cambiase tan repentinamente de estado de ánimo.

-¿Si te pregunto una cosa no te enfadas...?-dijo ella mirando al suelo mientras jugueteaba con una servilleta de papel, entre sus manos, que había cogido de la mesa.

-¡Dispara!-dije como toda respuesta.

-¿Por qué ya nunca estás con Jennie...?

Esas siete palabras se clavaron en mi cabeza de una forma brutal.

Liv y Jennie tenían una relación excepcional. Liv adoraba a Jennie, y Jennie adoraba a Liv. Siempre que Liv venía a pasar el día a casa, íbamos a casa de mis padres a comer, o simplemente, salíamos a pasear con ella al parque, no había quien las separase.

Tenían mucha química, y casi desde el primer día que las presenté se hicieron íntimas.

A veces pensaba que Liv era demasiado pequeña para comprender ciertas cosas, quizás todo sobre mi mundo en YouTube, porque a su hermano se le acercaba tanta gente desconocida por la calle, porque hacía vídeos poniéndose en ridículo y los colgaba en la red... Pero otras cosas las captaba al vuelo, era lista, y aunque quizás no era consciente al 100% de que Jennie era mi novia, ni supiese con exactitud lo que esto implicaba, le extrañaba que desde hacía unos meses cuando iba a verla fuese solo, sin Jennie, y que, ahora que venía a casa, Jennie no estuviese aquí.

Los polos opuestos se atraen. [FanFic elrubiusOMG]Where stories live. Discover now