12.

400 31 7
                                    

PCM Moisés

Adentrandome me encuentro con Francés golpeando todo los adornos de vidrio de la casa.

Todo está hecho un caos, los muebles, los retratos y decoraciones en el suelo. Algunas rotas y otras sólo esparcidas por doquier.

-¡No, no. Déjame en paz! ¡Salte de mi cabeza por favor! ¡Para! -Gritó. Francés lleva sus manos a la cabeza presionando la zona de la cien.

-¡Francés! ¡¿Qué haces!?

Intento hacerlo cobrar conciencia, pero parece que está en una lucha. En la que claramente no está ganando.

Mi amigo se ve desganado, se nota que ha estado llorando, sus ojos están hinchados. Con rapidez me acerco, pero es más agilidoso y se aleja.

Huye y sé que de mí, no es.

-¡Vete, déjame ser feliz! ¡Ya me has quitado todo!

Con lágrimas en los ojos gritó Francés descontroladamente. No entiendo por qué dice todas esas cosas. Algo lo está perturbando y no sé que es, pero tengo que hacerlo parar, terminará matandose.

En un último intento de acercame, lo tomo del brazo con fuerza y se paraliza ante mi tacto. Gira lento a mi dirección, un olor de sudor y sangre emerge de su cuerpo.

Con lentitud eleva su rostro y la imagen que logro ver me hace soltarlo.

-¡¿Qué te has hecho!?

Su rostro está lleno de heridas, cortadas, moretones. Visualizo todo su cuerpo y noto otras heridas en sus brazos. Su camiseta está toda mojada y manchada con su sangre.

Se estaba autolecionando...

Está imagen de mi hermano me asusta, nunca llegue a pensar que Francés llegaría a estos extremos.

Tan fuertes eran sus demonios que controlaban su mente y lograban hacerles estás heridas.

¿Por qué?

¿Por qué nunca me hablo de este lado?

Lo hubiera ayudado, es mi amigo... mi jodido hermano. Tengo que llevarlo aun hospital, deben curarle estás heridas.

Unas se ven muy profundas, otras muy graves. Es como si dentro de esta lucha y todo este desastre que ocasionó. Haya chocado con cada uno de los adornos de esta casa.

-Sueltame Moisés... -Dice fingiendo un tono de brusquedad.

-No te voy a dejar solo, eres mi hermano. ¿Cómo pudiste llegar a esto? -Digo agarrando su brazo izquierdo alzandolo al aire.

-¡Eres un maldito traidor! -Dice. Y me empuja para desprenderse de mí. De un movimiento en falso caigo hacia atrás chocando con un porron.

En segundos caigo al suelo. Un dolor se empieza a desbordar por atrás de mi cabeza, llevo mis manos, sintiendo un liquido tibio desbordando de esa zona, la devuelvo y noto sangre en ellas.

-Voy a morir, no quiero vivir. No tengo a nadie, estoy solo Moisés... Mi madre me abandonó. -Dice en un susurro, lágrimas caen y caen por sus mejillas. Me duele verlo así, él no está solo.

Francés da dos pasos hacia a mí, me mira fijamente y limpia sus lágrimas rápidamente, para dirigirse a la cocina y regresar con un cuchillo en manos.

-¡No lo hagas Francés! ¡No estás solo amigo!

Intento levantarme, pero en nulo. Mi cuerpo no reacciona, todo a mi alrededor empieza a tornarse borroso.

No lo puedo dejar morir.

-¿Te acuerdas de esa vez que tiramos esos huevos podridos en la casa del director? -Preguntó. Asiento, y el recuerdo de aquel día empieza a reproducirse como una película en mi cabeza.

FlashBack:

-¿Moisés y los huevos? -Preguntó Francés muy entusiasmado.

Cuando se trataba de bromas o hacerle la vida imposible a alguien, Francés y yo eramos los mejores.

Y nuestra víctima de la noche sería la perra del director, por mandar a mi hermano a detención por robar unos exámenes de final de curso.

Nada que llenarlo la casa de huevos podridos.

-¡Moisés! Vamos hermano deja de pensar en lo que sea que estés pensando y concéntrate. - Dice. Y Reacciono en segundos y saco de mi bolso una bolsa negra.

-¡Sí, los traje!

-Shhh. Vas hacer que nos decubran.

-Lo siento. -Finalizo y le paso la bolsa.

Que olor tan mierda emerge de esa bolsa, para conseguir esos huevos me toco pedirselos a un tío.  Me aseguré de que estuvieran tóxicos para nariz de cualquier ser humano.

-Malditasea Moisés, están perfectos hermanos.  -Dice y nos reímos.

-¡Sí!

-¡Por perra director! -Gritó Francés lanzando el primer huevo podrido.

Fin de Flashback.

Uno de nuestros mejores recuerdos sin duda. ¡Diablos no puedo perderlo! Las lágrimas no tardan en bajar. Mi hermano va a cometer una locura y no puedo evitarlo.

-Sin duda será mi mejor recuerdo... Adiós hermano.

Dice antes de llevar el filoso cuchillo a su muñeca izquierda.

-No, no lo hagas hermano. ¡No puedes dejarme! -Grite llorando, con la poca fuerza que tenían mi cuerpo, empiezo arrastrame para llegar hacia él.

-Perdóname...

Finalizó Francés haciendo un primer corte profundo en su muñeca, un quejido de dolor sale de sus labios. Con la mano ya afectada corta su otra muñeca con brusquedad. 

-¡¡¡FRANCÉS!!!

○°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°●

Continuará...

Ev☆

○>•<☆>•<☆>•<☆>•<☆>•<☆>•<☆>•<●


FRANCÉS• &lt;EDITANDO&gt;Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon