El Gato Callejero

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Bueno, empezamos con una nueva historia, espero les guste, es el primer omegaverse que escribo, como saben, mis fanfics se realizan en rol con ayuda de BlackTsukiTsubasa (en wattpad le pueden dar amor y tiene sus propios fics) que siempre me sigue en mis locuras. /Te quiero/



Las luces neón de este lado de la ciudad siempre le habían parecido horribles, rompían con la belleza de la oscuridad de la noche ¿a quién se le había ocurrido hacer esas horribles cosas? eran feas, lastimaban los ojos, las partes sin luz en el diseño parecían un pedazo de plastico derretido y sucio, giró los ojos cuando el Alfa que lo tenía sobre la cama del hotelucho, se corrió gruñendo en su oído, tratando de morder el collar de metal que usaba, en cuanto terminó se subió los pantalones.

-Un placer tratar con el niño bonito de Laufey, dile a tu jefe que aquí está su dinero- el hombre le dejó en la cama el maletín con el dinero y se fue, Loki apenas lo miró, sin una palabra.

-Qué asco- dijo finalmente pero sin moverse, su vista fue a la jeringa sobre la mesa de café, era el único modo en que permitía que esto pasará, sintió sus ojos aguarse, su garganta doliendo por las lágrimas que querían derramarse, odiaba esto, cada segundo pero no podía huir de Laufey... su padre, quiso reírse, el maldito Alfa que había donado el semen para hacerlo, más bien, su madre había sido una de tantas amantes omegas que tuvo el infortunio de embarazarse, Laufey no tenía interés en el hijo de una puta y menos cuando nació Omega, había pagado lo mínimo para que su madre pudiera mantenerlo pero solo eso y cuando su madre murió hace tres años, se presentó para llevarlo a casa, la mansión Jötunheim no era un hogar, era una fría casa de los horrores.

Se levantó con dificultad, fue al baño a limpiarse, su padre simplemente lo había llevado para usarlo, como moneda de cambio con sus clientes, a pesar de ser "solo un omega" era hermoso, lo sabía perfectamente, la piel pálida, el cabello negro, las facciones androginas y sus ojos verdes eran algo que parecía fascinar a los alfas, para su mala suerte, su primera vez fue arrebatada de él, se preguntaba cómo era enamorarse, nunca le dieron la oportunidad de sentirlo, trastabillando se acomodó la ropa, la droga era el único modo de que dejara que lo tomaran, Laufey se hacía cargo de enviarlo siempre a cobrar con una buena dosis porque a pesar de ser omega necesitaba una dosis fuerte, suspiró, tomando el maletín, bajó, caminó unas calles, se encontró con uno de los matones de su padre que recogió el maletín pero a él lo dejó a su suerte en las calles, caminó dando tumbos, la gente se quitaba de su camino, un hombre le dijo que se quitara de enfrente de su negocio porque le daba mala imagen.

-busca clientes en otro lado- le gruñó echándole agua helada, Loki se movió a un callejón; el cielo empezaba a ser claro cuando despertó, aún bajo la influencia de la droga, congelándose, temblando, pidió una oportunidad, sólo una para cobrar venganza y hacer que todos le pagaran por sus ofensas, medio abrió los ojos al escuchar pasos, vio unos caros mocasines acercarse en su campo de visión, el aroma de Alfa era tan fuerte que le hizo alzar la cabeza pero todo era demasiado borroso.

- ¿Qué quieres? - gruñó

Thor le movió un pie - ¿no eres muy joven para esto? - dijo tomando el rostro y girando como si evaluara su belleza, como todos hacían, Loki le pegó en la mano apartandolo -Estas muy drogado para sentirlo, tienes hipotermia, ven acá- dijo tirando de su mano Loki gruño tratando de apartarlo, pero en serio estaba débil, Thor sujetó su cintura, escucho una voz femenina.

-No recojas basura...asco- una bella mujer con un vestido fino y perlas se acercó.

-Basura, tu madre- le respondió gruñendo, tratando de zafarse.

De gato callejero a domador de AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora