Descendientes de Titanes [Pubertad]

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Hola, así rapido, este es un fragmento apartado de otra historia en la que se cuenta que Artemisa lleva su vida entera buscando ver un hada y a lo largo de su vida, varias veces lo ha intentado, esta es una de esas veces en que termina encontrandose por primera vez con su prima materna (Quien volverá a salir varias veces en esta historia). La otra historia se llama "sueño de infancia" por si gustan leerla.

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Cierto día de primavera, Artemisa llegó al templo de Apolo y sin decir palabra alguna se sentó a su lado y apoyó la cabeza en el hombro de su hermano, pensando y analizando cuanta opción existiera para algo que finalmente le comentó. Hécate era una bruja, la bruja superior de todos los hechiceros, tal vez, ella había visto un hada, solo, sería ir con ella y pedir que le dejara ver una, propuso; en su sitio, Apolo ni siquiera encontró fuerzas para sacarle esa idea de la cabeza. ¿Qué caso tenía opinar y decirle que no era buena idea acercarse a Hécate, si no lo iba a oír? Exhaló y le afirmó extrañado de verla todavía inmóvil en su sitio

-Hécate... intimida- añadió la diosa de nuevo dejando claro el verdadero motivo de haber ido primero ahí

-¿Por qué?- tuvo renegar a la ayuda pedida sin decirlo- y si ha visto alguna ¿Qué?

-Le pedimos que nos diga dónde... o como encuentro una- prefirió más un método de encontrarlas- tal vez... no nos haga nada, no puede, somos dioses- se forzó a recordar- y familia- acudió a su último as

-¿Por qué?- insistió en tono cansino por un motivo de tener que ir él también

-Hécate es poderosa... no sé qué tanto, jamás hemos estado tan cerca de ella, pero... no creo que tanto como para hacernos algo a los dos, no si vamos juntos- maquinó irguiéndose a verle- Apolo... Polo, ella podría- insistió y él alcanzó a negarle a tan mala idea, pero cuando la vio salir de su templo, él se puso arco y carcaj a la espalda y fue tras ella

¿Dónde estaban? No estaban seguros, no había civilizaciones, solo tierra abandonada, fango y césped abundante que les dificultaba el paso por ahí, pero, en algún lugar tenía que estar su templo, querían creer adentrándose a ese lugar, convenciéndose con cada paso que debían irse de ahí ante el nauseabundo aroma de putrefacción y pantano, pero finalmente vieron una mujer de capa de piel de animal de rodillas a la orilla del pantano. Inmóviles se miraron entre ellos y tragando en sincronía se acercaron. Armados por si acaso, se detuvieron a unos metros de ella

-¿Hécate?- llamó Apolo y la mujer en su sitio siguió hablando una lengua extraña

Retrocedieron cuando el despedazado zorro frente a ella soltó un chillido y con dificultad, como si no estuviera muerto y pudriéndose, se levantó para satisfacción de la bruja que solo entonces se dignó a determinarles. Limpió la sangre de su mano y del cuchillo con la lengua girando a verles.

¿Quién o qué eran ellos? Dudó la bruja con las manos en la cadera intercalando mirada entre ellos, antes de tener un fugaz recuerdo sobre la única mujer en quien había visto esos ojos. Frunció el ceño y soltando un alarido aturdidor y casi demencial e histérico se abalanzó sobre ellos alcanzando a tomarles de la muñeca y desaparecer quedando en su templo dónde les soltó pese a lanzarles zarpazos que alcanzó a dejar en ellos marcas de sus garras antes de verse clavada a la pared cuando le dispararon

-¡USTEDES! ¡ASESINOS!- recriminó la bruja- ¿QUE QUIEREN?- renegó forcejeando- ¿Cómo osan a venir conmigo? ¡Ustedes! Mi ruina y mi perdición y osan a venir aquí a alterar mi calma- acusó soltando a reír cuando le apuntaron de nuevo- adelante, disparen, es lo último que faltaría, ¡DISPAREN!- ordenó entre risas- ¿no?- recalcó arrancándose las flechas tirándolas a un lado- ¿Qué es eso? Esa pestilencia- dudó intercalando mirada entre ambos- ¿Qué trajeron intrusos? ¿Qué asquerosidad pura trajeron a contaminar mi templo?- insistió acercándose a ellos como perro de cacería olfateando mientras ellos seguían aferrados al arco girando con ella hasta que Hécate misma apartó a Apolo tomando un mechón de cabello de Artemisa soltando una arcada al olerlo- tú- acusó y casi pareció destilar veneno de su boca- bruja blanca- renegó y con asco se irguió y casi de modo protector se interpuso entre ambos- ¿Qué hace aquí?- le exigió respuesta a Apolo sin apartar la vista de Artemisa como si fuera la mayor amenaza nunca antes vista

Apolo y Artemisa: Una vida contigo [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora