Justo cuando entramos en el vestíbulo empezó a llover. Caminamos hacia el ascensor que estaba empezando a llenarse por los que volvían de su hora libre. En cada planta que parábamos bajaba un grupo pero volvía a subir un grupo igual al que había salido y aquello empezaba a sentirse pequeño. Cuando llegamos a la sexta planta Clare y yo salimos disparadas.

-Mmm creo que tu día no va a mejorar mucho- dijo en cuanto salimos, seguí su mirada y Dominic estaba de pie esperando frente a mi escritorio.

-No me jodas- dije aligerando el paso hacia mi escritorio- ¿te has movido de aquí después de que yo me fuera?- pregunté quedándome a unos pasos de él.

-A mi despacho ahora- no pude encontrar en su forma de hablar ningún tipo de emoción ¿y ahora también tenía despacho aquí?

-¿Por qué?

-Señorita Clarck no ponga las cosas más difíciles- dijo tensando la mandíbula. No me moví cuando él empezó a caminar- Amelia- repitió al darse cuenta de que yo no le seguía.

Ese tono de voz fue más firme que el anterior y fue lo que me puso en movimiento. Abrió la puerta y me dejó pasar. Nunca antes me había fijado de que aquello podía haber sido un despacho pero aquello era mucho mejor que un despacho incluso mejor que el despacho de mi jefe. Las persianas de las grandes ventanas estaban subidas, un gran escritorio de cristal y las patas de madera oscura se encontraba en medio; en él sólo se veía un Mac y una carpeta, y el sillón de cuero negro tras él. Ningún objeto personal. Miré alrededor y un sofá de cuero estaba situado en la pared izquierda y una gran estantería llena de carpetas y pilas de papeles. ¿Por cuánto tiempo iba a quedarse allí?

Estaba tan entretenida mirando aquella habitación que no me había dado cuenta que él había cerrado la puerta y se encontraba detrás de mí con sus manos sobre mis hombros. Quería volverme y abofetearle y preguntarle que qué se suponía que estaba haciendo pero allí me quedé sin moverme y mirando el reflejo de nosotros sobre la ventana que tenía frente a mí.

Deslizó sus manos por mis brazos hasta parar en mi cintura, la respiración se me cortó cuando sentí su respiración en mi cuello y luego sus labios. No hice ningún movimiento mientras él pasaba su lengua por mi cuello hasta detrás de mi oreja, me estremecí al sentirlo en aquella parte tan sensible. Me giró y mis ojos se encontraron con los de él por un segundo y pude ver el deseo, sus pupilas se habían dilatado más de lo que alguna vez lo vi, sus labios presionaron los míos y pasó su lengua por mi labio inferior. Ese gesto hizo abrir mis labios y darle la bienvenida a su lengua. Se enredó con la mía, exploró y mordió. Y yo cada vez me excitaba más con tan sólo un beso, un beso posesivo que no quería que acabase.

Mis manos se enredaron en su pelo tras su cuello atrayéndolo más hacia mí, me estaba volviendo posesiva  al igual que él y en esto momentos yo sólo quería tenerlo a él, dentro de mí ¿acababa de pensar eso? OH DIOS SÍ. Lo quería muy adentro. Sus manos se encontraban dentro de mi jersey acariciando mis costados de arriba hacia abajo. Si creía que sólo tocarme era bueno, esto era increíble. Una de mis manos bajó hacia su pecho y se quedó allí mientras que la otra se quedó tras su cuello.

Nuestros labios nunca se separaron sólo para coger algo de aire pero volvían a su lugar. Noté su mano subir hacia mis pechos y acariciar bajo la copa del sujetador, su mano atrapó uno de mis pechos y lo acarició por encima del sujetador. Le mordí el labio y sentí un gruñido salir de su garganta.

-¿Qué me estás haciendo Amelia?- preguntó en voz baja y ronca sobre mis labios. No contesté y seguí besándole.

Sus manos se dirigieron hacia mi trasero y agarrándome y tirándome hacia arriba me cogió haciendo que lo rodeara con las piernas su cintura. Empecé a tirar de su corbata y a desabrochar los botones de su camisa. Cuando menos me lo esperaba estaba sentada sobre el escritorio.

Sus labios se separaron de los míos y bajó por mi mandíbula hasta mi cuello de nuevo y vuelta, moví mi cabeza hacia su cuello dándole más acceso. Pasé mis manos de nuevo por su pelo y sentí una de sus manos dentro de mis pantalones.

Gemí sobre su cuello cuando acarició por encima de la tela de mis bragas. Me di cuenta de lo que estaba sucediendo cuando mis manos se dirigían a sus pantalones. Me retiré bruscamente, bajé del escritorio y corrí hacia la puerta abrochándome los pantalones como pude- Amelia espera- fue lo último que escuché antes de abrir la puerta y correr hacia el primer lugar solitario.

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Lo siento, lo siento!! sé que es un capítulo corto pero ya les dije en el anterior que iba a subirlo para que no tardaran en leerlo porque me encantaría leer lo que opinan de esto :3 Espero que les guste ;))

Os ama GCRodri <3 (ahora sí) Hasta el próximo capítulo!!!  

Amor Mentiroso [+18]Where stories live. Discover now