22: Beca.

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Me miré al espejo y vi a una Jane totalmente diferente, mi cabello ahora estaba por los hombros, me daba un cierto aire de madurez. Pero me seguía viendo demacrada, mis ojos ya no tenían el brillo, mi sonrisa era apagada, mi piel estaba reseca, debajo de mis ojos grandes ojeras, definitivamente no era yo. Las lágrimas volvían a escaparse por mis ojos y caían a lo largo de mis mejillas, no importaba cuantas veces dijera que no volvería a llorar por él, siempre lo hacía. Ni en un día se ama, ni en dos se olvida. Era difícil todo esto, me sentía totalmente incompleta. Me acerqué más al espejo y puse mi mano en el cristal, mi llanto iba aumentando poco a poco. Cerré mis ojos y me dejé caer al suelo.

Joanna abrió la puerta de la habitación y al verme tirada en el suelo corrió hacía mí.

—¿Pero que demoni…? ¿Jane? —Yo levanté la cabeza y la miré—¿T-te cortaste el cabello?

Yo sequé mis lágrimas y me levanté del suelo.

—No lo había notado, Joanna—dije un poco molesta.

Ella me miró un poco ofendida y yo le dediqué una sonrisa débil.

—¿Por qué no estás lista? Nos vamos en una hora—dijo ella.

—Sabes…no me apetece ir, no quiero nada. Nada, sólo…déjame aquí—dije recostándome en la cama.

Joanna se sentó a mi lado.

—Jane, estás actuando como una estúpida, ¿De veras harás todo este show patético sólo porque él te abandonó? Sinceramente, no te reconozco, Jane. ¿Dónde quedó la Jane positiva?

—Se ha ido, Joanna.

—Oh por favor, deja de actuar así. Hay mucha gente peor que tú y no se andan quejando por gilipolleces—dijo ella molesta.

—Vete a la mierda, Joanna. Lárgate—dije tapando mi rostro con una almohada.

Ella suspiró y habló.

—Está bien, si eso es lo que quieres—dijo y se levantó—Háblame cuando dejes de actuar como idiota.

Sólo oí el portazo y luego toda la habitación quedó de nuevo en silencio.

¿Por qué nadie me comprendía? Todos creen que es muy fácil todo esto, pero no lo es. Volví a sollozar, no podía aguantar más, esto me estaba haciendo mierda por dentro.

Él seguía en mí, en mi corazón. No podía simplemente arrancarlo, no era fácil. Pero sin duda, debía hacerlo. Yo no merecía todo esto.

Me levanté de la cama y sequé mis lágrimas. Tomé el vestido negro entre mis manos y entré al baño. Abrí la llave de la tina y esperé a que se llenara, cuando lo hizo, entré y me sumergí en la cálida agua. Estuve aproximadamente unos quince minutos y luego salí, envolví mi cuerpo en una toalla y fui a la habitación. Sequé mi cuerpo y me puse la ropa interior. Luego, tomé el vestido entre mis manos y lo deslicé por mi cuerpo, realmente me gustaba como me quedaba. Tomé unos tacones del mismo color y me los puse, me dirigí al espejo del baño y me maquillé. Me apliqué un poco de rímel y delineador de ojos, luego pinté mis labios de un rojo un poco apagado. Estaba lista.

Jeremy entró a la habitación y llegó hasta donde estaba.

—Por Dios, Jane. ¡Te ves hermosa! —dijo sonriendo.

Yo me acerqué a él y lo besé. Fue casi un impulso. Él correspondió a mi beso empezando a mover sus labios, no se sentía para nada bien. Ambos nos separamos por falta de aire, él me miró con una gran sonrisa, yo sólo curvé los labios.

—¿Qué fue eso? —dijo Jeremy tomándome de la cintura.

Yo sólo sonreí, tomé mi bolso y salí de la habitación.

Feel so different. {Alex Turner}Where stories live. Discover now