6: Primer beso.

3K 160 14
                                    

ALEX POV:

No sabía porque rayos había reaccionado el otro día así, es decir, Jane y yo no somos nada, ni siquiera nos habíamos presentado formalmente. Ella no sabía mi nombre, pero yo sí. Ella no sabía dónde vivía, pero yo sí. Ah, Jane, no hubo un día, ni una noche donde ella no estuviera en mi mente. Su voz. Moría por escucharla una vez más. Me sentía completamente estúpido, a veces la observaba desde lejos, cuando salía y entraba de su departamento, cuando salía del pub. Me siento un acosador total.

Y cada vez que la veo, siento algo de… ¿nervios? No soy capaz de acercarme y hablarle, y no sé por qué. Pero algo si sabía, la quería, conmigo.

Y haría hasta lo imposible por tenerla a mi lado, pero primero debería hablarle. Supe cuando sería su próxima presentación y estaría ahí para verla.

 (…)

JANE POV:

Hoy en la noche tendría otra presentación en el pub. Hoy haría algo diferente, tocaría piano.

Había preparado la canción Skinny Love para esta noche fría.

Me arreglé, pero esta vez lo hice un poco mejor, me esmeré más esta vez, quería lucir realmente bien hoy.

Nuevamente fui caminado hasta llegar al pub, entré y estaba de nuevo repleto, fui hacia la barra a saludar a Angela.

—Oye, Blair, adivina qué—la miré y abrí más los ojos en señal de que continuara—Mira toda la gente que ha venido hoy, y es para verte a ti.

—¿Cómo dices?—dije atónita

—Como me oyes, alguien corrió el rumor de que eres la mejor cantante de por aquí, no nos defraudes, Blair—dijo dándome una Margarita.

Me tomé rápidamente la Margarita y subí al escenario, me presenté y proseguí a sentarme en la pequeña silla del piano.

Empecé a teclear y a cantar, y toda la gente aplaudió, me sentía realmente feliz en ese momento. De vez en cuando miraba a la gente, y continuaba cantando.

Cuando la canción terminó, me paré e hice un tipo de reverencia expresándoles a todos mi agradecimiento.

Cuando, lo vi, el chico de la aquella noche, estaba en ‘’primera fila’’, él aplaudía y me dedicaba la sonrisa más hermosa que alguna vez haya visto. Me estaba empezando a sonrojar ya que él no quitaba su mirada de mí. Esto era incómodo. Cuando finalmente me bajé del escenario, el chico había desaparecido. Justo como lo había hecho antes.

Fui a la barra, Angela me dio un abrazo y una gran felicitación.

—Hey, lo hiciste muy bien, Blair.

—Gracias—dije regalándole una sonrisa

Estaba hablando con Angela cuando el chico misterioso se sentó a mi lado, y finalmente habló.

—Señorita, déjeme decirle que usted tiene la voz de un ángel—dijo mirándome fijamente.

Yo estaba anonadada, no lo podía creer, ¿esto realmente estaba pasando?

—Oh, muchas gracias, es genial oír eso.

—Si me permite me gustaría invitarle un trago bella dama.

—Oh, pues, gracias- dije un poco sonrojada

El chico llamó a Angela y le pidió 2 Margaritas.

—Espero que te gusten las Margaritas- dijo dando un sorbo a su bebida.

—Son mi bebida favorita- dije mirándolo un poco atontada

—Oh, ¿enserio? Vaya, tenemos algo en común, señorita.

—Puedes dejar tanto formalismo y llamarme Jane, si quieres- dije sonriéndole.

—Está bien, Jane—dijo pronunciando mi nombre de una forma tan extraña, como si mi nombre significara algo para él.

Estuvimos tomando y tomando, hasta que algo vino a mi mente.

—Oye—dije en el tipo tono que usa alguien cuando está ebrio—¿Cómo te llamas, chico misterioso?

—Alex, Alex Turner—dijo en el mismo tono que yo.

Continuamos tomando, y conociéndonos, al parecer él era de Sheffield y vivía en Londres hace unos 2 años. Me cayó realmente bien este chico, conectamos de una manera increíble, casi que parecíamos almas gemelas, amigos de hace años. Teníamos tanto en común. Después de haber tomado diez Margaritas cada uno, pagamos la cuenta y salimos del pub, hacía mucho frío afuera.

—Fue todo un placer haberlo conocido, señor Turner—dije con un tono aún más estúpido.

—El placer fue todo mío, mademoiselle—dijo besando mi mano.

Yo simplemente me eché a reír, estaba demasiado ebria.

Empecé a caminar en dirección a mi departamento, eran las 3 de la mañana, cuando Alex me detuvo.

—¿Puedo acompañarte a casa? No es correcto que una señorita ande sola a estas horas.

—Umm, claro. Por qué no—dije y continúe caminando.

Caminamos por las solas y frías calles de Londres, yo estaba temblando ya que no había traído mi abrigo. Alex lo notó, se quitó su abrigo y lo puso sobre mis hombros. Muy cliché.

Después de caminar unos diez minutos que parecían horas llegamos al edificio. Alex sólo me seguí sin musitar palabra alguna.

(…)

Estábamos en la puerta de mi hogar y por fin hablé.

—Gracias señor Turner, por acompañarme y por supuesto, por esta gran velada. Supongo que nos verem…

No pude continuar hablando porque me besó. Sus delicados, carnosos y friós labios encajaban perfectamente con los míos y se movían con lentitud. Era todo mágico, casi que parecía una película de Disney. Le correspondí el beso hasta que por falta de aire nos separamos. Mordí mi labio inferior inconscientemente. ¿Qué había sido eso? ¿Nos habíamos besado realmente?

—Hasta pronto, Jane—dijo Alex alejándose por las escaleras

Me quedé un rato parada en el pasillo un largo rato, hasta que reaccioné y entré a casa.

Ya hablaríamos de lo sucedido hace unos minutos.

Feel so different. {Alex Turner}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora