4: Stephanie.

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Maratón (1/2) 

Era viernes por la noche y no tenía planes, yo no era de las mujeres que salían mucho a fiestas y demás, yo era más de estar en casa comiendo palomitas y viendo películas.

Ya que no tenía nada que hacer puse una película y empecé a verla, era de terror, no sé porque la escogí ya que soy muy miedosa. Luego me arrepentiría.

—¡No entres ahí, gilipollas!—grité mirando el televisor.

Estaba tan concentrada en la película que cuando sonó mi móvil por poco me tiro del sofá.

Miré la pantalla un poco asustada y contesté.

—Hey.

—Blair, dime que no tienes planes para esta noche—dijo Angela al otro lado de la línea.

—Pues estás de suerte, ¿Qué ocurre?—dije sentándome en el sofá.

—Ya casi me toca ir a mi turno en el pub y quería saber si me podrías acompañar, digo, no quiero que estés todo el viernes en tu casa sola.

—Mhm, no lo sé. Hoy no tengo muchos ánimos para salir.

—Oh, vamos, anciana. Dime que sí.

Dudé por un momento, pero ella tenía razón. No me quería quedar sola en mi departamento un viernes en la noche.

—Está bien, iré—dije rindiéndome.

—¡Genial! Paso por ti a las 9 pm, hasta entonces.

Colgué y dejé mi móvil a un lado, miré la hora; 8:30. Bien, tenía media hora para arreglarme.

Apagué el televisor y me dirigí a mi habitación, me metí a la ducha y dejé que el agua me refrescara. Envolví mi cuerpo en una toalla y salí, me vestí y me maquillé.

Fui a la sala de mi apartamento, me senté en el sofá y esperé a que llegara Angela.

(...)

Estaba sentada  tomando una Margarita, estaba realmente aburrida. Creo que fue una mala idea haber venido.

—Hey, ¿por qué no vas a bailar? Ya has tomado 5 Margaritas y ni te has movido de tu sitio—dijo Angela mirándome

—Mhm, no tengo muchas ganas la verdad—dije mirando mi Margarita

—Joder, ¿por qué estás tan amargada hoy?

—Está bien, está bien—dije parándome de la silla.

Me dirigí a la pista de baile y empecé a moverme al ritmo de la música, yo no era mucho de bailar pero se me daba bastante bien. Tal vez fueron las Margaritas pero empecé a marearme un poco, empecé a retroceder lentamente hasta que choqué con un cuerpo.

—¡Joder! ¡Ten más cuidado por donde caminas, gilipollas!—dijo una chica muy cabreada.

Había tropezado con ella y por consiguiente había derramado su bebida en su vestido.

—Lo siento, en verdad lo siento, d-déjame ayudarte—dije poniendo las manos en su vestido y frotando el lugar donde había caído la bebida.

—¡Lo estás empeorando, idiota!

—Está bien, cálmate, ¡por favor! Ven, vamos al baño te ayudo a limpiarte.

Tome a la chica de la mano contra su voluntad y la metí al baño de damas donde había la luz suficiente para arreglar todo.

Entramos al baño y saqué un pedazo de papel de baño y lo mojé. Empecé a limpiar lo que estaba manchado.

—Eh, gracias—dijo la chica mirando su vestido.

—No es por nada, y lo siento—dije tratando de sonar lo más sincera posible.

La chica se me quedó mirando por un rato, esto era incómodo.

—¿Qué?—pregunte mirándola.

—Yo te he visto antes, puedo jurarlo—dijo señalándome con el dedo.

¿De qué está hablando esta chica?

—Me debes estar confundiendo, de seguro.

—No, yo te conozco...—dijo mirándome aún más—¡Jane! ¡Jane Blair! ¿Me recuerdas? Soy Stephanie, Stephanie Thompson. ¡Éramos amigas! ¿Me recuerdas?

Miré a la chica una vez más, hasta que la recordé.

—¿Stephanie? Pero… ¿Q-qué haces aquí en Londres? Creí que vivías en Sheffield.

—Vivía en Sheffield, pero las cosas allá no salieron muy bien- dijo mirando al piso- vine a Londres de vacaciones, me iré en un mes.

—Oh.

Las dos nos miramos una vez, luego nos dimos un gran abrazo. De esos abrazos que le das a alguien que no habías visto hace mucho tiempo, ella fue mi amiga cuando vivía en Haworth, éramos muy unidas, cuando crecimos ella se mudó a Sheffield, me dio muy duro ya que era mi única amiga. Nunca más supe de ella, hasta hoy.

—¿Y tú, Jane? ¿Qué haces aquí?—dijo regalándome una sonrisa

—Hace unos meses me mudé acá, ¿recuerdas que siempre quise ser cantante?—ella asintió—Pues eso hago, canto aquí algunos días.

—¡Oh mi Dios! No lo puedo creer, un día de estos me avisas y vendré a verte, eras muy buena—dijo sonriendo

—Pues la verdad lo dudo, pero claro.

Nos dimos otro abrazo, hasta que alguien entró al baño. Angela.

—¿Interrumpo algo?—dijo mirándonos a las dos

—Em, no, Angela ella es Stephanie—dije señalándola—Stephanie ella es Angela.

Las dos se miraron y se dieron un saludo con la mano.

—Ella está de vacaciones, se irá en un mes.

—Sí, pero necesito un trabajo o lo que sea para costearme todo- dijo Stephanie

—Oh, hay una vacante para mesera aquí- dijo Angela mirando a Stephanie

—¿Enserio? ¿Con quién debo hablar?—dijo Stephanie emocionada.

—Sígueme—dijo Angela saliendo del baño.

Stephanie se fue, y yo me quedé sola.

(…)

Ya iban a cerrar el pub, así que me despedí de todos y salí, Stephanie apareció detrás de mí.

—¿Qué crees?—me dijo—¡Conseguí el puesto de mesera!

—¿Enserio? ¡Wow! Felicidades—dije abrazándola

—Podremos recuperar estos años perdidos, y lo más importante, ¡te veré cantar Jane!

—¡Genial!—dije y le di un abrazo.

—Nos vemos, Jane.

—Adiós, Steph.

Y cada una se fue por su lado.

Feel so different. {Alex Turner}Where stories live. Discover now