Feel so different. {Alex Turner}

16: Te he descubierto.

STEPHANIE POV:

Un mes, un jodido mes y yo aún no conseguía sacar a Alex de mi mente, mierda. Sí que lo quería, él simplemente se había alejado llevándose mi corazón con él. Lo odiaba, pero me odiaba más a mí misma por haberme enamorado de él. Yo sabía perfectamente que esto no duraría, yo sólo fui una de las muchas que había llevado a la cama. Pero ahora sólo quería algo. Venganza. Un verdadero hombre no juega con las mujeres.

Sé que suena un poco estúpido pero lo espiaría, lo seguiría a todos los lugares si fuese necesario. Quiero saber qué lugares visita, con quién habla, de quién se ‘’enamoró’’. Lo quería conmigo de vuelta y haría todo lo que estuviera a mi alcance.

Esperé aproximadamente cuarenta y cinco minutos cuando observé a Alex saliendo del edificio, estaba en el móvil hablando con alguien. Me escondí un poco para que no me reconociera. Alex empezó a caminar hacía su auto y se subió, prendí el mío y lo seguí hasta un lugar que era conocido para mí pero no sabía por qué. Bajó de su auto y entró a un edificio, seguro estaba visitando a su ‘’enamorada’’. No supe exactamente cuantos minutos pasaron cuando salió de la mano con una chica. No pude ver quien era porque llevaba lentes de sol al igual que él, se montaron en el auto de Alex y se fueron, hice lo mismo. Alex condujo varias calles hasta llegar al London Eye. Ambos se bajaron del auto y fueron directo a la gran fila que se formaba para entrar. No sabía si bajar del auto o quedarme, no. Debía salir, pero temía que me reconocieran. Rebusque en mi bolso algo con que ocultarme. Bingo. Un sombrero que cubría toda mi cabeza y parte de mi frente. Me puse el abrigo y salí del auto. Me dirigí a donde estaba la fila y quedé a dos personas de ellos, veía como se abrazaban y besaban. Sentía como mi corazón se rompía en pedazos, no era fácil ni agradable ver a la persona que amas en brazos de otra. Una pequeña lágrima cayó por mi mejilla y rápidamente la sequé. La fila avanzaba lentamente y empezaba a impacientarme. Después de aproximadamente media hora de espera entraron veinticinco personas a la cápsula acristalada. Por suerte estábamos Alex, la chica y yo en la misma cápsula. Ellos continuaban abrazándose y besándose. Yo sólo los observaba entre la multitud y ellos no lo sabían, tenía rabia, mucha rabia. De la media hora que dura la atracción faltando cinco minutos para acabarse el viaje la chica sacó su móvil y supuse que iban a tomarse una foto porque lo puso delante de ellos, acto seguido la chica sacó sus lentes de sol revelando su identidad, en ese momento sentí dolor, rabia, angustia. Como si me apuñalaran con diez cuchillos. Era Jane.

¿Así que Jane todo este tiempo estuvo con él? Me dolía. Ella era mi amiga, las amigas no se hacen este tipo de cosas, ¿o sí? Pero me dolía más lo que me había hecho Alex, maldito canalla. Es como si le hubieran comprado un muñeco de trapo, lo usó por un tiempo, y la pasó genial. Pero luego le compran un Max Steel y a la mierda el muñeco de trapo. Era una comparación absurda, pero así me sentía. Yo tan sólo fui un juguete para él. Mis mejillas empezaban a llenarse de lágrimas ante tal escena. Ambos tan felices juntos, les importa una mierda el mundo. Cuando el viaje acabó ambos se bajaron y empezaron a caminar hasta llegar al Río Támesis. Supuse que irían de crucero ya que eso era atractivo en Londres. Yo simplemente subí de nuevo a mi auto y me senté en las sillas de atrás hundiendo mi rostro en mis manos, ¿Por qué me hacía esto? O peor aún, ¿Por qué yo me hacía esto? Sólo me estaba torturando, debí dejar las cosas como estaban y simplemente alejarme, pero ahora. Sólo quiero venganza, no me importa nada, ni él ni Jane. Los quiero separados.

—Si no puedo tenerte, Alex Turner. Nadie lo hará—dije con ira.

Lancé una fuerte patada a los asientos de adelante y simplemente grité, no me importaba estar rodeada de mucha gente, tenía mucha rabia. Después de tratar de calmarme pasé al asiento del conductor y prendí el auto. Me largué de aquel sitio. Quería olvidar todo esto, olvidarlo a él, olvidar esta ciudad, olvidar que alguna vez Jane y yo fuimos amigas.