Más allá de los recuerdos

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[¡Hola mis queridos lectores!
Quiero disculparme por no actualizar tan seguido,hace mucho tiempo que me fui y no regresé por diversas razones.
Espero que puedan perdonarme y seguir leyendo esto]

No dijo nada en todo el viaje.
Su estado decayó con solo haberle dicho que estuve con el hombre de cabellera verde y este se fue justo cuando ella llegó.
Sus suaves mejillas de porcelana brillaban a causa de lo mucho que lloraba en silencio, la luna incluso se veía reflejada en esta.
Su Volcarona,hacía ruidos no muy comunes en su especie,según había leído en un libro hace bastante tiempo, quizás tratando de animar a su entrenador.

La noche había caído hace bastante tiempo y aún seguíamos en trayecto a ciudad Mayólica.
La señorita Touko me había hablado un poco acerca de la cueva que originalmente iba a investigar.
No poseía información acerca de la cueva, en relación con los minerales y rocas que se encuentran allí ni con los pokémons que habitan en esta.

Tenía una batalla interna entre sí animarla o guardar silencio.
Realmente me dolía mucho verla así.
Traté de formular una palabra, algún sonido, pero lo único que salió fue un balbuceo, así que decidí guardar silencio.
El viaje estaba llegando a su fin y pronto el Volcarona de Touko descendió seguido de mi Skarmory.
Mi sorpresa fue grande cuando me percaté de que no habíamos llegado a Ciudad Fayenza sino a Ciudad Porcelana.

—Volcarona,si quieres puedes ir a dar un paseo—le susurró mi compañera a su Pokémon.
Este se alejó un poco preocupado.

—Skarmory ve con Volcarona—le mencioné a mi ave plateada.
Curioso siguió a la gran polilla de fuego.

—¿Estás bien?—me atreví a preguntar.

—¡Claro! Estoy bien Steven ¿Por qué no lo estaría?—exclamó Touko con una falsa alegría.

¿Por qué ella de repente actuó así?

—Por favor no hagas eso—respondí.

—¿De qué hablas?

—Sabes perfectamente de lo que hablo, eso te lastima,Touko.

Ella se quitó su máscara de felicidad falsa y comenzó a llorar en medio de la ciudad donde transcurrían decenas de personas.

—Tienes razón—sollozó—No puedo mentirme más. Ya no lo soporto,esto me lastima.
Me lastima saber que nunca más podré verlo,me lastima poder perderlo para siempre,me lastima mucho Steven.

Sin previo aviso ella me abrazó y se aferró a mi en un intento de calmar su llanto, entonces la abracé porque ella realmente necesitaba a alguien que la consolase en ese momento.

Cuando ella se calmó un poco, me dijo que la siguiera hasta el centro Pokémon y no dudé en hacerlo.

~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•

Al llegar habían pocos entrenadores en este pero seguía teniendo su ambiente acogedor.

—Hola, ¿Puedes curar a nuestros pokémons?—preguntó Touko a la enfermera Joy que se encontraba detrás del mostrador.

—¡Claro linda,solo dame un minuto!—respondió la enfermera mientras se dirigía hacía una habitación.

Mientras esperábamos escuché a dos entrenadoras un poco delicadas y ridículas cotillear sobre un tema algo peculiar.

—Debiste haberlo visto, querida parecían dos vagabundos con ese montón de ramas en sus cabelleras, sus vestimentas rotas e incluso cubiertos de lodo. ¡Qué horror!

—Por Arceus amiga, ¿Nadie a llamado a un manicomio? Realmente me daría mucho miedo encontrarme con personas así en la ciudad.

Realmente hay personas que se pasan de ridículas.
Cuando las entrenadoras se fueron del lugar me percaté que solo quedábamos Touko y yo en el lugar.

—Entonces ¿Qué tan fuerte eres?—preguntó una curiosa Touko.

—No sabría decirte con exactitud, ¿Y tú?

—Tampoco sabría decir con exactitud pero seguramente más fuerte que tú-guiñó un ojo y me sacó la lengua.
Le devolví el gesto.

El sonido de la puerta abriéndose llamó la atención de mi acompañante.
Touko estaba sorprendida y las lágrimas recorrían de nuevo su rostro,miré hacía la entrada y allí yacía el chico del bosque,N, también sorprendido.
El chico de cabello verde fue quien provocó el sonido junto con otra persona.
Entonces la ví.
Cubierta de lodo,con varios raspones,su ropa hecha trizas y muchas ramas alrededor de su cabello color miel.
Era ella,era May.

La primera en formular una palabra fue Touko.

—¿Natural?-preguntó.

—¿Touko?—respondió este.

Y entonces corrieron hacía el otro y se fundieron en un abrazo,Touko aún llorando pero no de tristeza sino de felicidad.

—¡Estás bien N!—dijo entre lágrimas.

—Lo mismo digo para ti mi querida Touko-la abrazó aún más fuerte.

—Te extrañe muchísimo, Natural.

—¿Enserio? Creí que no querías volver a verme por lo sucedido hace meses.

—N, puede que el pasado atormentador no se borre y quedé grabado en nuestras memorias para siempre pero es posible construir un futuro brillante en donde somos felices.

Ante esta declaratoria el muchacho abrazó más a la chica de cabellera castaña—Gracias ,Touko—susurró.

Volví a mi mismo y May aún estaba en la puerta.
Me aproxime a ella listo para escuchar sus gritos y su enojo por mi culpa.

—May-susurré—Lamento haberme ido sin decirte nada,yo.....yo no quería ponerte en peligro si venías conmigo por eso no te lo dije,espero que puedas perdonarme y comprendas la situación.

Ella me miró curiosa.
—Estás perdonado—exclamó en un tono alegre-Te perdono aunque no sé quién seas.

Me congelé en el lugar.
¿No sabía quién era? ¿Era esta una de sus muchas bromas infantiles?

—May—mencioné nervioso—Deja de hacer estas bromas infantiles,se que estás enojada pero por favor no hagas esto.

—Lo lamento, pero no es una broma, en realidad no sé quién eres.

No puede ser, esto no puede ser.

Sentí un gran vacío en mi pecho al saber que solamente era un simple extraño para ella.
Todos los momentos que pase con ella, sus recuerdos,su familia y amigos,todo absolutamente todo, desapareció.
Entré en pánico.

¿Cómo se lo iba a decir a sus padres?
¿Cómo se lo iba a decir a sus amigos?
¿Cómo le iba a decir a Hoenn que su querida campeona tiene amnesia?

Promesas [En Edición]Where stories live. Discover now