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3 SEMANAS DESPUÉS.

Desperté en la madrugada. Era de noche aún. No se podía escuchar nada a excepción de el canto de los grillos. Shawn dormía relajadamente junto a mí, nuestras manos estaban entrelazadas y nuestras respiraciones estaban perfectamente sincronizadas. Lo contemplé por unos segundos con una sonrisa en el rostro, hasta que un ruido me llamó la atención. No estaba segura si había sido solo mi imaginación, o realmente lo había escuchado.

No quise despertar a Shawn, así que tomé un cuchillo que siempre dejaba en la mesa de noche y bajé con cautela las escaleras hasta llegar a la planta inferior. La ventana se había roto, alguien había entrado. Sostuve con fuerza el cuchillo en mis manos, tenía miedo, pero debía ser fuerte.

Un hombre de mediana estatura y con un pasamontañas se encontraba husmeando entre nuestras cosas. Caminé sigilosamente hasta él y puse la punta del cuchillo sobre su yugular — ¿Quién eres y qué haces aquí? — Dije desafiante. — Mas vale que te vayas y no vuelvas o tendré que hacer algo malo — Puse un poco más presión sobre el cuchillo.

Quiso zafarse pero clavé el cuchillo en su yugular. La sangre salpicó muchísimo. Él hombre comenzó a retorcerse y a gritar. Pero tapé su boca para que no lo hiciera. Retiré el cuchillo de su garganta y se lo volví a incrustar en esta. Mis manos se llenaron de sangre, y sentí como las lágrimas mojaban mis mejillas. Finalmente le dí una última apuñalada mortal. Lo dejé caer, mientras agonizaba y vivía sus últimos segundos de vida.

Tomé el cuchillo entre mis ensangrentadas manos y subí a la habitación. Me sorprendía que Shawn no se hubiera despertado aún.

Entré a la habitación y encendí la luz. Shawn algo extraviado dirigió su mirada hacia mí. Pero antes de que pudiera decir algo hablé.

— Creo que acabo de matar a alguien — Dije. Shawn abrió los ojos de par en par y se levantó rapidamente de la cama. Me tomó entre sus brazos y dejé caer el cuchillo al suelo. Estaba en shock, no sabía que había pasado ni como había pasado. Solo recordaba la mirada de aquél hombre en la mía mientras la sangre salía de su cuello.

— ¿Qué pasó? — Preguntó alterado mientras me dejaba en el baño.

— Alguien... Alguien entró a robar y de la nada yo sostenía el cuchillo que estaba clavado en su cuello — Sollocé — No sé por qué lo hice, perdón — seguí llorando pero ahora con más intensidad.

— Tranquila, quédate aquí, iré a chequear todo abajo. No te preocupes — Él sudaba.

Shawn bajó mientras yo me quedé en el baño mirando la pared con mis manos y mi camisón cubiertos de sangre. Shawn limpió un poco la escena, dijo que luego se ocuparía del cuerpo. Él me repetía una y otra vez que no tenía de que preocuparme, que todo estaría bien. Pero en el fondo tenía miedo de sin querer asesinarlo, me sentía una psicópata.

Temblaba mientras yacía sobre el pecho de Shawn. Él acariciaba mi cabello mientras susurraba unas canciones en mi oído. Su voz era realmente hermosa y reconfortante, era la voz más hermosa que alguna vez había escuchado.

Shawn había enterrado el cuerpo a unas pocas millas del lugar. Había usado un líquido extraño para que ningún tipo de hongo creciera producto de el cuerpo en descomposición.

— Encontraron nuestro ADN en la cabaña. La policía nos busca — Le comenté a Shawn.

— Sí, Brian me lo dijo anoche cuando vino — Me besó la frente — Tranquila, todo va a estar bien — Dijo como por milésima vez.

— Ire por una manta — Le dije levantándome del sofa.

— Yo voy, no te preocupes — Tomó mi mano y me sentó devuelta en el sofá.

— No, yo quiero ir — Insistí.

Subí las escaleras hasta llegar a la habitación. Entré derecho al baño y me senté en la tapa del retrete. Suspiré unos segundos y luego saqué la prueba de embarazo de mi bolsillo - El período se me había retrasado, así que le pedí a Brian, sin que Shawn se enterase, una prueba de embarazo - Tenía miedo, lo peor que me podía pasar en ese momento era un hijo.

Pasaron unos minutos, con impaciencia esperé los minutos necesarios para saber el resulado del test. — Dos rayitas positivo, una negativo — Repetía una y otra vez para no olvidarlo.

Miré por unos segundos la prueba, no podía creer lo que eataba viendo. Mis lágrimas se precipitaron sin piedad.

Dos rayitas.

CRIME SCENE [SM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora