2

210 30 12
                                    

DOS MESES DESPUÉS

Shawn y yo seguíamos llevándonos igual de mal, pero estaba aprendiendo a lidiar con él. Su relación con Chloe estaba mejor que nunca, más en ese momento que estaban organizando un viaje juntos para las próximas vacaciones. Chloe vivía algunas veces en su casa y otras en la de Shawn, y viceversa. Yo seguía igual de sola que siempre, a excepción que había adoptado una gatita de la calle. Su nombre era Darling, y vaya casualidad que quería más a Shawn que a mi. "Te odio Shawn, me estás quitando todo, me dejas sin nada. Te odio, y nada me hará cambiar de parecer" Repetía una y otra vez en mi mente.

Faltaban un par de días para que Chloe viajara de vuelta a España por unos asuntos familiares; Shawn no puedo acompañarla y justo su casa sufrió una "inundación", muy sospechosa diría yo, y como era la única, a excepción de Chloe, que tenía su propio apartamento a su novia no se le ocurrió mejor idea que invitarlo a quedarse en mi casa hasta que arreglaran el tema de la supuesta inundación. Ella quería ver guerra, y si Shawn me molestaba mucho la tendría. Para mi suerte solo se iba por unos 3 días.

⚔⚔⚔

— ¿Lista para convivir unos días con este bebé? — Preguntó Shawn señalándose a el mismo.

— Uno nunca se prepara para acontecimientos de esta magnitud — Acomodé mi cabello mientras me sentaba en el asiento delantero de mi auto para ir rumbo a mi casa junto a Shawn — Ah, me compré un libro, ¿Sabías? — Me coloqué el cinturón de seguridad y encendí el auto.

— ¿Ah, sí?, ¿Cuál? — Preguntó colocándose el cinturón de seguridad.

— Se llama "Cómo vivir con un orangután" — Puse al auto en marcha y pisé el acelerador.

— Ja, ja, te crees muy graciosa, señorita — Rió — No me creerías si te dijera que yo también me compré uno. Se llama "Aprende a vivir con una arpía" No sé, creo que es el mejor momento para leerlo — Se llevó una fritura a la boca.

— No vayas a hacer migas en mi auto, Mendes. Porque lo limpiarás tú, y lo harás con la lengua — arqueó una ceja.

— ¡Que bueno!, hago maravillas con mi lengua, ¿Quieres que te enseñe? — Abrí los ojos de un golpe.

— ¡Shawn! — Reproché — Eres un pervertido.

— Wow, aquí la pervertida eres tú, yo no hablaba de eso, hablaba de esto: — Hizo unas cosas raras con su larga y babosa lengua. Repugnante. — Pero también puedo hacer otras cosas — Me guiñó el ojo. Depravado.

Seguimos discutiendo de temas random camino a la casa, esperaba llegar pronto para encerrarme en mi habitación. O encerrarlo a él, cualquiera de las dos, me iba mas por la idea de encerrarlo. No estaba segura, lo tenía que pensar.

Cuando llegamos a casa Shawn se bajó primero para poder sacar sus cosas del maletero.

Lo escuché murmurar unas cosas antes de entrar a la casa. Estaba loco, no tenía pruebas pero tampoco dudas.

— ¿Qué haces, animal? — Se me había hecho costumbre llamarlo así.

— Rezo por mi, para no morir ahí adentro. Siento que planeas torturarme, hacerme sufrir, ¿Estoy en lo correcto? — Sí que lo estaba.

— Em, no lo sé. Dime tú, ¿Quieres que te torture? — *Shit, eso sonó mal* Pensé.

— Ah, bueno. Interesante lo que me estás ofreciendo — Hice una mueca y abrí la puerta de la casa. Estaba oscuro, el crepúsculo ya había caído y el cielo se estaba pintando con algunas estrellas.

CRIME SCENE [SM]Where stories live. Discover now