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Hola mi nombre es Ashley, Ashley Ross y soy la nerd antisocial de la universidad. Si como oyeron; una nerd antisocial. Una cuarto ojos, una rata de biblioteca, una come libros, como queráis llamarme... en fin... mi vida se basa en dormir, ir a la universidad, ser humillada y pegada, comer y por supuesto dirigir mi mafia, si, como oyeron mi mafia, soy una mafiosa muy poderosa, buscada por todo el mundo por ser la causante de bastantes muertes.

¿Que se creían? ¿que todas las nerds pasamos horas estudiando, sin salir y sin divertirnos? Pues están muy equivocados. En la universidad puedo parecer inteligente, responsable, con las mejores notas, una Santa, inofensiva... y muchas cosas más, pero cuando salgo de la universidad soy todo lo contrario, soy una irresponsable, una perra y sobretodo; muy peligrosa, así que os recomiendo no meteros conmigo fuera, porque no me hago cargo de mis actos.

Ahora estoy yendo al despacho del director por que me ha citado para no sé qué mierda... Vago por los pasillos hasta la secretaría, ahí le comento a la secretaria llamada Rosa- la cual tiene que tiene unos 56 años- que él director me había citado. Rosa inmediatamente me hace pasar al despacho del director.

Toco la puerta y desde dentro se oye un "adelante", yo entro y veo que allí se encuentra nuestro director; Patrick. Un hombre de unos 50 años aproximadamente que se conservaba muy bien, aunque se le vea alguna cana.

— Director, ¿me llamaba?—pregunté nada más entrar.

—Si señorita Ross, siéntese por favor— me pidió. Yo me siento en una de las sillas que se encuentran enfrente de su mesa— la he citado aquí por que es una de las alumnas con el mayor promedio de toda la universidad y por eso creo que sería perfecta para darle clase a uno de nuestros alumnos, para que pueda subir de notar.

Me lo pienso por un momento —señor director, no creo que yo sea una buena opción para enseñar— Digo insegura.

— ¡Palabrerías! ¡Usted sería perfecta, así que decidido! Usted dará clases— exclamo el director.

—Pero...— trato de hablar, pero él me corta.

— ¡Nada de peros, ni peras!— exclama— al final de las clases venga de nuevo a mi despacho y le presentaré a quien le he asignado, ya puede irse, buenos días.

Genial, simplemente, genial.

— Adiós director— me despido amablemente, aunque tenga unas ganas terribles de ahorcarle.

Al salir del despacho doy un gran suspiro... «Valla viejo verde, no me ha dejado ni hablar» pensé.

Después de despedirme de Rosa me fui hacia mi taquilla, ya que solo faltaban 10 minutos para terminar la clase que me había saltado por ir a ver al director. Cuando llegué a mi taquilla, la abrí y dejé mis libros, solo faltaban 2 horas para terminar y salir de este infierno llamado universidad...

Doy gracias a dios de que hoy no ha sido tan horrible como otros días, por el momento no me he juntado con ninguno de los que acostumbran a molestarme. Y es lo mejor, siento que si hoy llego a ver alguno no me quedaré callada, llevo un día muy largo, ayer no me pude dormir hasta las 4 de la mañana por tener que arreglar unos papeles de la mafia.

— Pero miren a quien a traído la basura—Dijo una voz masculina, que conocía perfectamente. Yo y mi jodida mente, porque tuve que pensar sobre ellos, los he invocado, bueno al menos a uno.

Me giré y allí estaba Jake Brown, el Bad Boy, el más temido -por así decirlo- y respetado de toda la universidad, a parte de ser mi enemigo mortal, aunque realmente antes nos llevábamos bien...

— ¿Qué quieres ahora Brown?— pregunté seca. Me giro a coger mi cuaderno de matemáticas y al cogerlo cierro la taquilla de golpe y me giro, él seguía allí mirándome. Ya se que soy guapa, pero no para que se me quede mirando tanto rato este imbécil —¿Qué miras tanto Brown?

El Bad Boy y... ¿La nerd? (EBBYLN#1) {EN EDICIÓN}Where stories live. Discover now