Better Than Revenge (Zayn Malik y Selena Gomez)

Feliz

Selena

-porque te amo-

-muchas lo hacen-

Dijo, subiendo los hombros y restándole importancia a lo que acababa de decir.

-y tú me amas-

Dije, sabiendo, y más que nada, esperando que eso fuera cierto.

Zayn se levantó y se arrodilló en frente mío. Nuestros ojos quedaron prácticamente a la misma altura.

No pude evitarlo, y acerqué mi rostro al suyo. Quedamos bastante cerca, aunque no tanto como a mi me hubiera gustado.

Él sonrió y se alejó.

-oh no, no creas que me vas a besar y me vas a hacer olvidar 47 días de puro sufrimiento, 48 contando hoy-

Me quedé con la boca prácticamente abierta, y tocando la suya de manera de manera casi imperceptible.

Me sentía desorientada, no podía consentir que esto me estaba pasando.

En las casi cuatro horas de viaje en avión no había pensado la posibilidad que él no me fuera a perdonar.

-no me has contestado la pregunta, hermosa, ¿por qué me gustaría volver contigo?-

Esperaba que de un momento a otro comenzara a reír, me abrazara y me dijera que todo era mentiras, que estaba jugando, que él me amaba y que todo iba a ser igual, sin embargo, no parecía que eso fuera a suceder. Su rostro estaba totalmente serio.

-porque yo quiero volver contigo, quiero estar contigo-

Y fue como una señal divina de que los milagros sí existían, cuando una sonrisa pequeña apareció en su rostro.

-buena respuesta-

Él se levantó, y no pude esperar para tirarme encima suyo.

La colisión fue lo mejor que me había pasado en un mes y un poco más que llevaba sin abrazarlo.

Me gustaba la manera en la que mi cuerpo se acoplaba al de él.

Me era fascinante la forma en la que encajaba mi rostro en su pecho de manera tan perfecta.

El tamaño de mis brazos era precioso para abrazar a Zayn.
Mis piernas de enrollaron alrededor de su cintura, y lo apreté contra mí lo más que pude.
Me sentía plena y completa, aunque para ser sincera...me faltaba sólo una cosa.

Necesitaba besarlo, necesitaba hacerlo o explotaría. Necesitaba sentir que no había cambiado nada, ya que si había cambiado siquiera la más mínima cosa nunca me lo perdonaría.

Alejé un poco el rostro de su pecho, y me quedé mirándolo a los ojos.

-bésame-

Le dije, de la manera más novelesca posible, esperando que su respuesta fuera: sería un placer, o algo parecido, sin embargo, él sonrió, y se alejó.

-oh no, tienes que sufrir un poco, no todo se consigue tan rápido, hermosa-

Subí una ceja.

-¿qué?-

-sin embargo, hay muchas cosas que podemos hacer para sellar la reconciliación-

Su ceja derecha se movía de arriba a abajo, mientras en sus labios había una sonrisa.

-¿en serio crees que es más castigo no besarme a no dejarme tener sexo?-

Le pregunté, subiendo una ceja.