🍼Final🍼

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— Kun... volviste... tú...

Lucas estaba tan sorprendido que ninguna palabra coherente lograba salir de su boca.

— ¿Podemos pasar? — pregunto con una diminuta sonrisa, ver lo nervioso y sorprendido que estaba le daba gracia. Yukhei asintió y lo dejo entrar a la casa Kun mantenía dormido al bebé en sus brazos.

Yukhei dejo la bolsa de basura aun lado y ayudo a Kun con los bolsos que llevaba, no entendía la situación y él porque su marido tenía aquel pequeño con él. Fue toda una gran y maravillosa sorpresa el que Kun se encontrara al fin en casa, Lucas lo había extrañado mucho, le hacía tanta falta en la casa. Más que nada porque era un desastre a la hora de ordenar y limpiar la casa, él necesitaba del pequeño mando que Kun proporcionaba a la hora de hacer los quehaceres del hogar.

Dejando un poco de lado a Lucas, Qian camino hasta la sala para dejar al pequeño durmiente que en sus brazos se encontraba. Era tan tierno cuando dormía, con baba y todo el bebé era lo más tierno y lindo ante los ojos de Kun.

— Kun... ¿Qué significaba esto? ¿Qué haces con un pequeño? ¿De quién es? ¿Lo robaste? — Kun ignoro las preguntas de Yukhei para seguir acomodando al bebé.

— Hablemos en la cocina, no quiero que Ming despierte.— dijo levantadose del suelo para luego caminar al lugar recién mencionado.

— ¿De quién es? ¿De donde lo sacaste?  ¿Lo encontraste? O ¡¿Entraste a la mafia china y ahora secuestras bebés para venderlos?! ¡Kuuuuun alto!.— preguntando incoherencias Lucas siguió a Kun hasta que en cierto punto recordó el estado en el que la cocina se encontraba.

Sin escuchar las ocurrencias de su esposo, Kun siguió caminando ignorando el hecho de que de un momento para otro Yukhei se pusiera nervioso, por unos segundos espero que, lo que le haya pasado por la cabeza a Lucas, no sea algo grave que le este ocultando.

— Wong Yukhei, puedes explicarme que significa esto.— Kun se esperaba cualquier cosa, manchas de comida en el suelo, platos sucios y todo eso, pero no se esperaba que al llegar a su cocina un pato se encontrara en la mesa comiendo algo de una olla.

— Kun te presento a Lucas.— con una nerviosa sonrisa Yukhei agarro al pato que en la mesa se encontraba.— Pero no vinimos para hablar de esto... Kun ¿De quién es el niño?.

— Es mío, él es mi hijo.

Kun le contó todo lo que paso luego de irse del hospital, hablaron de la llegada de MingRui y el cómo llego a estar con Kun y la razón por la cual ahora aquel pequeño llevaba el apellido Qian, también hablaron de la situación de Jungwoo, pero no mucho por que a Kun no le interesaba saber sobre el tratamiento psicológico que este estaba teniendo. Claramente tocaron el tema de su relación y que pasaría ahora que todo el revoltijo de conflictos estaba resuelto.

Minutos después se encontraban abrazadose fuertemente, Kun sollozaba en el cuello del más alto. Los dos se habían extrañado bastante, los mensajes que se mandaban no eran suficientes (la mayoría por parte de Yukhei) parecía que habían pasado años desde la última vez que se vieron.

Con sus manos en las mejillas del mayor, Yukhei acerco su rostro a la de su esposo para al fin juntar sus labios, habían extrañado eso los dos se extrañaban no podían vivir el uno sin el otro. Kun no sabe la razón del por que le había pedido un tiempo lejos, ¡dios! El había extrañado tanto juntar sus bocas que se olvido por completo que ahora tenían otra boquita que alimentar.

Un fuerte llanto fue el que los despertó del fogoso encuentro que sus labios protagonizaron.

— Xu...— un beso en la mejilla.— Para...— y otro en la contraría.— debo ir por mi hijo.

— Nuestro. Kun, es nuestro hijo.— dijo besando otra vez los carnosos labios de Qian.

— Cierto. Es nuestro y nadie podrá separarnos de él, como nadie podrá separarnos.— con una radiante sonrisa Kun se separo para ir con el pequeño que aun lloraba en la sala.

Yukhei se acercó a las dos personitas que ahora ocupaban el sofá y las abrazo, estaba feliz de que este sea el final de sus problemas.— Te amo, Kun.

— Yo mucho más, Xuxi.

Aunque realmente este no sea el final de esta hermosa pareja, claro no lo sera, por que pasaran por muchas cosas ahora que MingRui se integro por completo a su vida familiar, cosas buenas como estresantes, pero nunca tan malas como para separarse, ellos permanecerán unidos y crearan momentos dignos de ser narrados pero... es hasta aquí donde nosotros llegamos, para ellos sera un comienzo y para nosotros un hermoso final.

¡Kun! quiero hijos || LukunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora