Holmes "El Angel de la Muerte" [Libro 1]

Capítulo XV

-- Eso es solo una teoría -exclama Edward.

Si no estuviera helado seguro que le salía humo por las orejas.

-- ¿Qué pasa? -pregunto, saliendo al porche.

-- Jacob se ha transformado delante de Charlie -abro los ojos sorprendida-. Admítelo, lo único por lo que lo has hecho es porque sabes que Megara se vendrá con nosotros una vez nos marchemos.

Así que es por eso. Miro a Jacob y éste aparta la mirada de mí, parece algo avergonzado.

-- Bella tú no quieres que Charlie desaparezca de tu vida -dice finalmente-. Y Seth necesita a Ness.

Ella se queda callada. Edward suspira y luego nos mira serios.

-- Va a llegar en un rato, será mejor que lo preparemos todo -dice. Parece algo cansado.

Entramos en la casa. Alice le pone las lentillas a Bella y entre todos le enseñamos a actuar como humana. Es gracioso verla intentarlo. Hace unos dias lo era y ahora es como si se hubiera olvidado de eso.

-- No te sientes tan erguida, los humanos no lo hacen -dice Esme.

Edward trae a Nessie para explicárselo todo.

-- Reneesme, está tarde va ha venir a veros a la mama y a ti un hombre que te hará tener mucha sed. Pero no debes morderle, a diferencia de Meg, Jake y Seth, él no se curara -dice con voz autoritaria. La pequeña frunce el ceño y pone la manita en su cuello-. No, no me importa que muerdas a los demás. Ya les está bien, sobretodo a Jacob.

El aludido ríe al escuchar sus palabras desde fuera.

Me levanto del sillón en el que estoy sentada.

-- Voy a dar una vuelta. Volveré luego, tengo que hacer unas cosas en la ciudad. -explico.

Carlisle me mira y asiente. Salgo de la casa. Jake está hablando con Leah. Ella me ve y sonríe.

-- Hey -saluda.

-- Hola Leah. ¿Cómo va todo? -le digo sonriendo.

-- Tirando -se encoge de hombros.

-- ¿Dónde vas? -pregunta Jake.

-- A hacer unas compras a la ciudad. Nos veremos luego -sonrío-. Ten cuidado, Bella está que echa chispas. En fin, sed buenos niños y no énfasis a la vampira irritable.

Es como si estuviera hablando con críos. Leah me saca la lengua y Jake pone mala cara. Río y me dirijo al garaje.

Mmmm... Cuantos juguetes con tan buena pinta. Elijo el Ferrari de Rosalie y le meto caña.

A ver... Ir a ver a Loren, me tiene que dar los papeles de mi nueva identidad falsa. Megara Sophie Holmes Cullen, no suena tan mal. Luego tendré que llamar a Nicolás y Gwen. Explicarles que viviré con los Cullen una temporada. No es la primera vez que desaparezco por varios años.

Conduzco a toda velocidad, me gusta ir rápido. Mucho. En poco tiempo ya estoy en Seattle. Aparco en el restaurante donde he quedado con ella y le doy las llaves al aparcacoches. Voy al recibidor y me encuentro con el metre.

-- Una reserva a nombre de Loren Tomnson. Soy Megara Holmes -me presento.

-- Sí, la señorita Tomnson la está esperando. Por favor sigame.

Me guía hasta una mesa algo apartada. Allí me encuentro a una mujer ya entrada en años y algo regordeta. Sonrío al verla.

-- Señorita Holmes, cada día la veo más bella -me alaga.

Me siento.

-- Me alegro de verte Loren, hacia mucho que no sabía nada de ti. ¿Cómo te va todo?

-- Como siempre. Hago cosas de esto y aquello. Nunca me falta trabajo -sonríe.

Loren lleva trabajando para mi treinta años. Es una de las mejores en su oficio.

-- Me alegro. Tienes lo que te he pedido -voy directamente al grano. No tengo tiempo que perder.

-- Por supuesto.

Mete la mano en su bolso y saca un sobre. No me entretengo en mirar el interior. De mi abrigo saco otro y se lo tiendo.

-- Creo que con esto estaremos en paz. Me ha alegrado ver que sigues con buena salud -sonrío- y me levanto-. Me temo que no me puedo quedar por mucho más, tengo cosas que hacer. Que disfrutes de la cena.

-- Gracias. Y que vaya muy bien todo -me dispongo a irme.

Toda la gente, sobretodo hombres, se me quedan mirando. Babosos.

Salgo y pido que me traigan el coche. Cuando ya lo tengo arranco y me voy a toda pastilla. Me ha llevado toda la tarde está pequeña escapada. Solo espero que Charlie ya se haya ido. No tengo ganas de encontrármelo.

Aparco en el garaje y salgo. Veo como el coche patrulla se va. Justo a tiempo. Entro en la casa.

-- ¿Cómo ha ido? -digo nada más entrar.

Bella me abraza al verme. Está contenta.

-- Genial. Ha costado pero ha ido muy bien. Estoy tan contenta -me dice. Sonrío.

-- Me alegro. Así podremos quedarnos una temporada más -ella asiente contenta.

-- Ya has vuelto -dice sonriente Jake.

-- Sigues vivo -digo yo. Su sonrisa se agranda-. Me alegro, esto sería aburrido sin los lobos.

Su mirada se ilumina por un momento.

-- Meg, Nicolás ha llamado -me dice Rose. Suspiro.

-- Está bien ahora le llamaré. Tendré que decirles que me quedaré con vosotros a vivir una temporada -hago una mueca. Dejarles la mansión a ellos, que peligro.

Nessie descansa sobre los brazos de su madre. Ésta agotada.

-- Vamos a llevar a Nessie a casa para descansar - dice Bella, mirando a Edward de forma sugerente. Éste se pone en pie y salen de la casa.

-- Es increíble que no se cansen -murmuro, Emmet ríe.

-- Se nota que llevas mucho tiempo a dos velas, preciosa -dice con una sonrisa socarrona. Le fulmino con la mirada.

-- No deberías tentarla de esa manera -dice Jasper-. Después de todo, es la persona más fuerte de la casa. Ni Bella podría con ella. Y eso que te venció en el pulso.

Emmet me mira de arriba a abajo. Él sabe mejor que nadie de lo que soy capaz. Lo conocí poco después de su transformación y en varías ocasiones le he tenido que bajar los humos.

-- Gracias Jasper, tú si que eres un caballero -le digo sonriendo-. No como este homosapiens neandertal.

Jasper y Jake se empiezan a reír.

-- Ja ja ja -dice irónicamente. Yo me río.

-- Cielo ya es tarde y anoche no dormiste nada. Debes estar cansada, porque no te vas a la cama -me dice Esme amorosa.

Asiento y me levanto.

-- He ido a recoger el DNI falso. Oficialmente soy Megara Sophie Holmes Cullen -le comunico.

-- Ahora si que eres nuestra hermanita -dice Emmet.

-- Sí, y te recuerdo que la mayor -le digo. Hace una mueca-. Así que obedece a tus mayores y se buen chico.

Jasper y Alice se están aguantando la risa. Mientras Jake ya no la contiene. Emmet gruñe por lo bajo. Sonrío y subo a mi habitación, me cambio y me voy a dormir. Al fin ha llegado a su fin este largo día