Capitulo 33

31.8K 1.3K 91
                                    

— No se que podemos hacer

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



— No se que podemos hacer.

— Yo tampoco.— Dice James pasándome el zumo de piña.

— Joder todo era perfecto. Es perfecto, pero... no quiero alejarme de ti.

— Lo se, Amor...

Recuesto mi cabeza en su pecho y enrollo mis piernas con las suyas, James se limita a acariciar mi pelo con cariño.

— ¿Cuando te vas?

— El martes que viene. Podrías... venir conmigo si quieres.

Me quedo callada al no saber que hacer, ni que responder. Me encantaría irme con el pero tendría que buscar un trabajo allí, estaría muy lejos de mi familia... es complicado.

—... Entiendo que no quieras, tienes trabajo aquí y tú vida está resuelta.

— No es que no quiera, James. No se, tal vez funcione pero es lo que tú dices, aquí tengo la vida resuelta. Necesito pensarlo.

— Esta bien Preciosa.— Besa mis labios con mucho cariño y me quedo dormida en sus brazos.

Hasta que me vaya vamos a disfrutar al máximo...— Escucho la voz de James en off antes de quedarme profundamente dormida.

(...)

Intento moverme pero los fuertes brazos de Allen me acercan a el. Con dificultad, abro mis ojos y me estiro como puedo para desperezarme.

Las facciones de James perfectamente relajadas y con los leves rayos de luz incidiendo en su rostro me hacen creer que estoy en el cielo viendo a un ángel.

Con mi mano, acaricio con suavidad todo su rostro; sus ojos cerrados, su nariz perfectamente perfilada, su mandíbula, sus labios rosados, carnosos y entreabiertos. Depósito un suave beso en ellos y estos se curvan ligeramente formando mi sonrisa favorita.
Por fin abre sus ojos con lentitud y me dedica una hermosa sonrisa.

— Hola reina.

— Hola guapo.

— ¿Guapo?— Me mira con una ceja alzada y una sonrisa juguetona. Como le gusta que alimente su ego.

— Guapo, hermoso, tío bueno.

— Te amo, enana.

— ¿Como que enana?

— Mira tú tamaño comparado conmigo.

— Por ahí te vas a salvar.

Las manos de James van a mi cintura y me pega a él. Se mueven hasta llegar a mi trasero y lo masajea.

— James... En breves tenemos que ir a clase.

— Oh, venga. Uno rápido, si sabes que quieres.

— En ningún momento he dicho que no quiera, claro que quiero pero ahora no.

— Bueeeno, vale. Esta bien.

Mi novia hizo un Touchdown © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora