Una chica que se desvive por el fútbol americano
Extraño, ¿Verdad?
Pues Bienvenidos a la vida de Melanie Dawson.
Una familia con dos hermosos hijos que han dedicado su vida al fútbol americano.
Melanie, una chica soñadora y alegre, se ha criado en...
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No te voy a mentir preciosa... te deseo como nunca he deseado a nadie y... se siente como un pecado querer tenerte.
Esa frase se repite en bucle dentro de mi cabeza sin descanso. Os preguntaréis qué pasó después. Yo os lo cuento.
Flashback:
— ... No te voy a mentir preciosa... te deseo como nunca he deseado a nadie y... se siente como un pecado querer tenerte.
— Si Alec te llega a oír te deja sin las joyas de la familia...
— Lo se, ese es el gran problema.
— Ojalá todo fuera más fácil, ¿eh?
— Y... ¿Tu que sientes por mi?
Mi corazón late desbocado ante esa pregunta.
— Yo... tampoco estoy segura. Todo lo que estoy sintiendo por ti es nuevo y... he de admitir que me asusta un poco.
Sin necesidad de una palabra más me besa. No es un beso lento o suave, es un beso demandante y furioso, lleno de deseo por parte de ambos. No soy la única que siente esta sensación, se que James también lo siente y tampoco lo entiende. Pero todo lo bueno tiene un fin.
— James...— Me separó de el con la respiración agitada pero comienza a atacar mi cuello.— ... James, tengo clase.
— Yo también, ¿Y que?
— No puedo faltar, idiota.
Bufa y rueda sus ojos.
— Está bien, te veo luego.
Deja un casto beso en mis labios y se va, sin decir nada más.
Fin del Flashback.
Si bien antes estaba perdida con mis sentimientos ahora no tengo esperanza. Me encuentro en la clase de Historia de la filosofía, perdida en mis pensamientos. No me preocupa lo más mínimo, tengo a Rachel a mi lado tomando apuntes.
¿Debería contarle lo de James?
Te vendría bien ayuda femenina...
¿Y si se va de la lengua y se entera mi hermano?
Problemas tenemos todos.
No ayudas.
— Oye Chel.
Llamo su atención y me mira con una amplia sonrisa.
— En el hipotético caso, que claramente no es real; solo una situación ficticia en la que obviamente no estoy metida, de que te empezase a gustar el mejor amigo de tu hermano, ¿Tú que harías?
Ella me mira con las cejas alzadas y luego suelta una pequeña risa.
— Bueno, si fuera tu y me estuviera empezando a enamorar de Allen, yo creo que lo intentaría con el. Independientemente que sea el mejor amigo de tu hermano, es tu felicidad y si te gusta y eres feliz con el, ¿Por qué ibas a rechazar eso?
