XXXIII

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Suran miró  incrédula el mensaje en su teléfono.

Perdón, Suri. Hoy voy a salir con Yoongi
[12:31] √√

Era increíble, su prometido le estaba robando el mejor amigo, el único. Aunque otras personas se enfadarían a la inversia, ella estaba celosa de su amistad.

Cualquier tipo de celos son tóxicos, intentó recordarse, fallando. Jimin era una persona, él tenía una vida a parte de su amistad y ella tenía que estar bien con eso. Supuso que la sensación de sentirse olvidada también influía.

Tomo su bolso, en el cual llevaba unas cosas que realmente no eran necesarias, pero aún así, ahí estaban. Incluso su neceser estaba ahí, al borde de colapsar.

Llegó sin prisa al hogar de Jimin, que a diferencia del cual compartía con Yoongi, siempre estaba cálido y rodeado y ambientado por cinco aromas que prevalecían y uno poco notorio, pero aún así si indagabas mejor, lo sentirías. Y ese era nada más y nada menos que el aroma de Yoongi.

Fue abierta y acogedoramente recibida por la madre de Jimin, Bom. Le dejó pasar y tan pronto como ella cruzó el marco de la puerta, Lisa irrumpe en la escena y sin ver, la empuja accidentalmente.

— ¡Suran! Discúlpame, estoy llegando tarde. —Suran asintió e ignoró el leve choque interruptor de la amorosa bienvenida de la señora Park.

Su teléfono vibró con una llamada entrante.

— ¿Si?

— ¿Suran? Hija, porqué me dejas. —la menor rodó los ojos. — Te dije que visitaría el Spa nada más y que no tardaría nada.

— Me cansé de esperarte, ma.

— Bueno, no importa. Vienes y vemos alguna película, ¿Si? Te quiero y te cuidas.

— Si, ma. —cortó con algo de irritación.

Pronto se disculpó con la señora Park.

— Si, mire. Vine para que me ayude un momento con las flores que se usarán, ¿Si? Como centro de mesa, como ramos y demás adornos florales. — la mayor sorprendida levantó sus cejas en una mueca de exclamación.

— ¡Claro querida! ¿Quieres un café o algo?

.

— Yoongi. Yoongi. Yoongi. Yoongi. Yoongi. Yoongi. Yoongi. — dijo Jimin con apuro.

— ¡¿Qué?! Jimin, ¿No ves que hago algo importante? — contestó bufando, ¿No entendía lo importante que era el arma que tenía en la mano?

— Yoon, ya entendí que no puedes darle a la maldita botella, deja eso. — tomó su codo.

— Una más, Minnie, ¿Si? — dijo y a continuación, disparó al rededor de tres veces, todas fallando humillantemente. A penas el mayor caía en cuenta de que era una peste en cuanto a puntería se refería. Dejó la pistola de juguete y con una sonrisa perversa se acercó al más bajo y lo tomó por la cintura, deteniendo su andar y apegandolo a su pelvis. — Quizás fallé aquí, pero soy bueno para otras cosas con la puntería ¿Verdad?

Jimin se sonrojó y quitó sus manos. — Quiero el algodón de azúcar, no molestes.

— ¿Y no quieres mi -...?

— ¡Yoongi! — lo interrumpió indignado. — ¿Estás cerca de tu celo o qué?

— No lo sé, la verdad. No es como si tuviera un calendario con eso, ¿Sabes? No entiendo a esas personas que hacen un calendario a todo. — el menor lo vio sin expresión. — No, ¿Tú tienes uno? ¡Qué nivel de organización!

— Camina y no hables.

.

La pequeña de cabellos oscuros caminó hasta que se halló frente a su abuela con ojitos de perrito.

— Abuelita, ¿A qué horas llega mi papito? — la apodada Rosé quiso evitar pensar mucho en ese comentario cuando fue a la cocina por un poco de café.

— ¿Ah? Tu padre ha estado algo ausente, ¿No es verdad? Ya veré cómo lo repriendo.

— Hablaré con él. — dijo la ahora pelirubia. — Cuando venga de su cita.

— ¿Cita, eh? — se hizo la desentendida Suran. Como si Jimin no le hubiera cancelado esta salida (que no era nada más que un vil engaño para que Jimin eligiera las flores) para ir a quién sabe dónde con Yoongi. Porque para ella, solo era Yoongi ahora.

— Ehhhh. — la menor ahora se mostraba menos confiada. — Ocurre qu-que, ¿Cita? ¡Yo no dije cita! Quise decir ¡Salida de amigos! Con Yoongi, ah, qué casualidad. Tu muy fiel prometido y mi muy... Social hermano.

— Entiendo. — haciendo énfasis en la primera "E", se giró a Eun. — Ven, cariño. — palmeó sus delgadas piernas. Ella obedeció y fue a acomodarse cerca, donde después Suran la alzó y comenzó a jugar con su cabello. — Tu papi te tiene bastante abandonada por ir a divertirse con Yoongi, ¿Verdad?

— Si y no me gusta, ese señor que huele a esa palabra que aprendí hoy en la escuela. — se cruzó de bracitos. Abultando sus labios, y en consecuencia sus mejillas, hizo un lindo pucherito demostrando su inconformidad.

— ¿Y esa palabra es?

— Picannnte.

Jiminnie's boutique ♕ YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora