Jiminnie's boutique ♕ YoonMin

XXIII

– Hola –sonrió el pálido al ver a un lindo omega abrigadito hasta la nariz, cosa que no hizo más que causarle ternura.

– Hola, hyung –devolvió la sonrisa aunque no se pudiese ver.

– Vamos –se tomó el atrevimiento de pasar su brazo por los hombros del rubio y acercarlo a él, provocando el evidente sonrojo en el mismo. ¿Porqué sentía maripositas? ¿Porqué de pronto su lobo se había puesto feliz con su tacto?

Se adentraron al restaurante, era muy lujoso a decir verdad. Se llamaba Giovanni Lagusa y lucía elegante. Tenía toques rojos, como las paredes. Y blancos, como los impecables manteles.

– Hola, bienvenidos, ¿Su reservación? –Jimin dejó de mirar el lugar para prestarle atención a la humana.

– Min Yoon Gi y Park Ji Min –Suran era quien había hecho la reservación tan pronto Jimin accedió a salir.

– Claro, mesa para dos –sonrió y los guió hasta su lugar, que era una bonita mesa cerca de un ventanal y con buena vista al escenario. Ella ofreció asiento para seguir con la presentación. Ambos tomaron sus respectivos lugares —. Esta noche tenemos el honor de que, luego de ardua búsqueda, hemos encontrado a una soprano dramática y a un tenor lírico. Ellos son Steffania Bonfadelli y José Carreras –hizo una pausa, mostrando detrás de ella, en el escenario, un hombre canoso tomando lugar en el piano de cola larga marca K. Kawai —. Su menú está allí, como es un día especial, el plato principal es Spaghetti alla bolognese, tan tradicional como Italia misma.

– ¿Día especial? –preguntó curioso Jimin.

– Hoy se casa la hija del chef, como celebración el chef hará todas las comidas, que sean tradicionales, él mismo –sonrió la mujer, dejando ver una hilera de dientes blancos y perfectos.

– Oh, mis felicitaciones. Supongo que pediré La Piadina –le entregó su menú.

– Yo pediré Bistecca alla fiorentina –copió su acción.

– ¿Para beber? –preguntaba mientras tomaba nota.

– Yo quiero Limoncello –dijo Jimin sin pensar.

– Yo… Emm, esa cosa. El sambuqua –Yoongi hablaba con mala pronunciación.

– ¿Sambuca?

– Eso…

– Claro, disfruten el espectáculo –se retiró.

Jimin lo miró burlón —. Sambuqua.

– Oh, vamos, no es nada.

De pronto la atención se dirigió al escenario, donde una mujer de no más cincuenta años se posicionaba en frente de micrófonos adheridos al escenario. También un hombre de cabello grisáceo. La mujer portaba un vestido de tubo, color rosa satinado. El hombre llevaba un traje que lucía caro e impecable.

Libiamo, libiamo ne'lieti calici 
Che la belleza infiora.
E la fuggevol ora s'inebrii
A voluttà.
Libiamo ne'dolci fremiti
Che suscita l'amore,
Poichè quell'ochio al core
Omnipotente va.
Libiamo, amore fra I calici
Più caldi baci avrà.

– Qué hermoso… –suspiró el omega. La gente en el local, la mayoría adultos de más de veintisiete, suspiraba con admiración y adoración.

– Claro… –YoonGi creía que se iba a dormir en cualquier momento.

Ah, libiamo;
Amor fra I calici
Più caldi baci avrà

Siguió un coro de cuatro mujeres y cuatro hombres.

– ¡Increíble!

– ¡Qué tenor!

– ¡Grande, José!

– ¡Viva Italia!

La gente estaba efusiva. Pero decidieron callar por respeto. Jimin sólo soltó una risita.

Tra voi tra voi saprò dividere 
Il tempo mio giocondo;
Tutto è follia nel mondo
Ciò che non è piacer.
Godiam, fugace e rapido
E'il gaudio dell? amore,
E'un fior che nasce e muore, 
Ne più si può goder.
Godiam see'invita un fervido 
Accento lusighier.

– Oh, Dios, Dios –Jimin sentía que lloraría por la hermosa voz de Steffania.

Godiam, la tazza e il cantico 
La notte abbella e il riso;
In questo paradise
Ne sopra il nuovo dì.

La vita è nel tripudio

Quando non s'ami ancora.

Nol dite a chi l'ignora,

E' il mio destin così

Godiamo, la tazza e il cantico
La notte abbella e il riso;
In questo paradiso ne sopra il nuovo dì

Terminó con gritos de euforia y un Jimin llorando.

– ¿Q-qué pasa? –soltó Yoongi preocupado por las lágrimas que manchaban las hermosas y redondas mejillas del omega.

– ¡Es hermoso! Como amo Libiamo ne'lieti calici. Es el acto número uno de La Traviata, por Verdi –soltó Jimin con admiración. El alfa desconocía de los gustos del omega, aprendería más, parecía alguien con cultura.

– ¿Claudio Monteverdi? –Jimin empezó a reírse junto con la camarera que llegaba en sustitución de la recepcionista —. ¿Qué? ¿Qué dije?

– Monteverdi era un compositor, gambista y cantante italiano. Marcó la transición entre la tradición polifónica y madrigalista del siglo dieciséis, y el nacimiento del drama lírico y la ópera. De quien yo hablo es de uno de los compositores más destacados de la ópera, Giuseppe Verdi. Las fechas son muy distintas, hyung –Yoongi hizo una mueca.

– Bueno, uno no lo puede saber todo –se defendió con el entrecejo fruncido.

– En fin.

– Les traje su comida, señores –rió bajito la muchacha.

– Muchas gracias.

seguimos en 790, buenísimo