- ¿Y están completamente solas? - preguntó el hombre

- Si, no sabemos donde están los demás - contestó Clem

- ¿Cuantos años tienes tu? - pregunté

- Amm... 37 - contestó con duda en su voz

- Ok - dijimos ambas

- ¿Dónde están sus padres? - preguntó

- Los míos se fueron de viaje y me dejaron con Sandra, creo que están en Savannah, donde están los barcos

- Mi papá estaba en la casa con Sandra, no sabemos nada de él desde hace mucho tiempo - contesté

- ¿Están seguras?

- Estamos afuera en mi casa en el árbol, por si entraban a la casa

- Eso es inteligente - ambas nos asomamos y vimos al señor que nos miraba desde la ventana de la cocina

Era alto, vestía un jean oscuro con una camisa azul. Tenía la piel oscura, el pelo negro y corto. Combinaba con su pequeña barba y sus ojos eran oscuros. No parecía tan intimidante como los hombres que mi padre solía contarme, criminales

- ¿Ves? ¿Nos puedes ver? Te vemos a través de la ventana - el hombre sonrió y nos saludó con su mano

Vimos a alguien por las espaldas del señor y Clementine instintivamente gritó asustada, ambas volvimos a meternos en la casa del árbol y escuchamos el escándalo en la casa

- Debemos ayudarlo - dijo Clem

- No podemos - dije tomándola de la mano - ¿y si nos pasa algo a nosotras?

- Debemos ayudarlo - repitió

Se soltó de mi agarre y bajó a toda velocidad, la seguí con cuidado y al pisar el césped vi que ella tomaba un martillo y corría a la puerta corrediza de la casa, la seguí. Al llegar noté que el señor peleaba contra Sandra, pero ella no era la niñera que conocíamos, era uno de esos raros. No pudimos movernos, menos entregarle el martillo al hombre, estábamos paralizadas por el miedo

- Aquí... - dijo el señor antes de tomar el martillo de las manos de Clementine y comenzar a pegarle en la cabeza a Sandra - diablos... - exclamó cuando por fin la dejó muerta en el suelo

- ¿La mataste? - preguntó Clem por ambas

- Creo que algo más la mató, antes de mi creo...

- La escuchamos gritar hace dos noches, tal vez uno de esos monstruos la mató - contesté

- ¿Hace dos noches? Si, probablemente eso fue lo que pasó - se arrodilló a nuestra altura - ¿Han vivido todo esto ustedes solas?

- Si, quiero que mis padres regresen a casa ya - contestó Clem

- Me parece que eso podría tomar un tiempo ¿sabes?

- Oh... - contestó mi amiga con pena

- Mi papá estaba aquí, ¿no lo viste? - pregunté

- No - dijo - miren, no se que pasó pero yo cuidaré de ustedes hasta que pase

- ¿Y que debemos hacer ahora? - preguntó Clem

- Necesitamos salir de este vecindario, no es seguro - contestó el señor - Es menos probable que nos vean si nos movemos de noche

- Mis padres pueden regresar a casa - dio Clem, la verdad estaba preocupada por mi papá pero se que es un soldado del gobierno, tal vez lo llamaron y fue a ayudar a más personas

Unidos En El ApocalipsisWhere stories live. Discover now