El extraño del aeropuerto

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-Siento la demora, es que tenía problemas en la cinta, pero ese hombre me ayudó...

-No te habrá ayudado demasiado? –Dijo de forma cortante Evan

-Lo que pasa es que... hey, yo no tengo porqué darles explicaciones, me voy! –Dijo ella y se giró hacia la puerta

Criss la tomó por el brazo y le agarró la maleta

-Violeta, creo que Evan está celoso, debes comprenderlo, eres su vida

-CRISS!!!! –dijeron los dos al mismo tiempo-.

-Yo solo digo la verdad...

-Dónde te vas a quedar Violeta –Preguntó Evan intentando cambiar un poco de tema

-Mmmm, no lo hablé muy bien con mi profesora, pero me dijo que podían pagarme un apartamento, pues las otras chicas viven juntas en una residencia, pero como yo acepté a último momento, no habían cupos para mí en los dormitorios.

-Perfecto! –Dijo Criss

-Porque, si tengo que buscar un lugar donde quedarme y además tendré que quedarme  sola sin conocer nada ni a nadie...

-Evan estas pensando lo mismo que yo –Criss miró con cara de complicidad a su amigo

-Me diste una excelente idea idiota, tienes razón.

-Oh, cielos no, que están tramando ustedes ahora –Violeta habló con un tanto de resignación, sabía que fuese lo que fuese, no podría escapar de ello y terminaría de una u otra forma cediendo.

-Viviremos juntos –Mientras Evan lo decía, se veía como se iluminaba su rostro y sus ojos brillaban como nunca antes lo habían hecho, Violeta no pudo evitar sonreír al verlo.

-Sip, tenemos que buscar una casa o un departamento, Evan no tienes alguno por Londres?

-No, por lo general me quedaba en casa de conocidos cuando venía por aquí

Violeta había olvidado por unos momentos que ellos eran muchísimo más viejos que ella y que le llevaban cientos de años, que conocían muchos lugares, de los cuales quizás nunca había oído, que tenían bastante dinero, además de contactos y personas conocidas...

-Buscaré un departamento por mi cuenta, ustedes hagan lo que quieran –Dijo ella en tono frío-.

En seguida Evan caminó hasta un teléfono público y marcó un numero, hablo un par de minutos y volvió con ellos.

-Todo listo –Dijo Evan mirando con una hermosa sonrisa a Violeta

-A que te refieres –Pregunto ella

-Ya tenemos dónde quedarnos? –Criss actuaba como niño pequeño

-Sí, nos encontraremos con Jenna, ella es una muy buena amiga mía, que nos ayudamos bastante hace un tiempo y tiene una corredora de propiedades, así que nos dijo que nos mostraría un par de departamentos, solo tenemos que darle uuna ubicación de qué área queremos y ella hará todos los trámites necesarios.

-Muy bien Evan, deberías actuar así de rápido para muchas otras cosas –Le dijo Criss refiriéndose a Violeta.

-Criss, deja de hablar idioteces y consigue un taxi, nos vamos a encontrar con jenna en 20 minutos en un café del centro, así que CORRE!

Criss hizo caso y salió disparado en dirección hacia la calle haciendo parar uno de los clásicos taxis negros londinenses, quería que Violeta tuviese un buen inicio en Londres, así que le pareció un lindo detalle a tomar en cuenta.

-Listooooooooooo vengan!!! –Grito Criss para despertar a los otros dos que se encontraban perdidos en la mirada del uno con el otro-.

-Vamos –Evan le extendió la mano a Violeta para que ella la tomara y se fueron juntos, y él, con la otra mano llevaba las maletas como si de bolsas de papel se trataran, él estaba feliz, se sentía extrañamente feliz de poder llevarla de la mano.

-Suba señorita –Criss le hacía una reverencia en la puerta del taxi, mientras Evan le guiaba con la mano dentro, como si fuera una princesa-.

Violeta no pudo más con la situación, no podía estar ya más enojada con estos chicos, los quería y siempre lograban sacarle una sonrisa, fueran lo que fueran, vampiros o humanos, ellos eran Criss y Evan, tal y como lo dijo una vez cuando niña, ellos son ellos, y los quiere así como son... explotó en risas y los chicos rieron con ella.

-No podemos estar aquí toda la noche –Dijo Evan a la vez que había subir a Criss al taxi y el subía detrás-.

Evan dio la dirección al chofer del taxi y se fueron hacia el café, Violeta en tanto estaba como niña pequeña, jugando con Criss los mismo juegos de siempre, y maravillada además de lo lindo que era el auto, y las luces, y la ciudad, estaba al fin volviendo a ser la misma Violeta de antes, la niña dulce y despreocupada que jugaba con Criss y que adoraba observar Evan...

No hay tiempo II: Esperaré... Hasta que me perdonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora