Solo quédate

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Por una parte, lo que más ruego, es que llegue la hora de largarme de este país, no quiero estar más aquí, quiero estar lejos, cada vez que cierro los ojos ellos están allí, y esta sensación en mi pecho, me confunde…

De este lado tengo la sensación de pequeña, de tener a mis dos mejores amigos, de recuperar al que fue mi príncipe y ya estaba de vuelta y los recordaba, recordaba todo, pero del otro lado está que me abandono y no sé porqué, no lo entiendo porque me dejó por tanto tiempo… bueno todas esas preguntas que rondan mi mente se van a ir una vez que yo también me vaya, eso es… un alivio.

Dos días…tan solo dos días, esta noche y mañana y por fin me largo…

-Viviaaaaaaan –Grito desde la cama, no lo encuentro, y solo ella entra a mi habitación, no puede ser, sé que aun no había decido qué hacer con él, pero no quería perderlo tampoco, no sé porque pero aun me aferro a eso-.

-Que pasa mi niña porque esos gritos

-El…el…el… No está, ¿Lo botaste?, ¿Tú lo tienes? – Violeta interrogaba sin parar

-Mi niña el conejo está en la maleta, no lo ha soltado desde pequeña, cómo cree que lo voy a perder o dejar acá en casa… siempre ha sido su compañía, lo metí para que no lo olvidara

-Ok gracias –Violeta respiraba mucho más calmada-.

-Tranquilita mi niña, espero que mejore esa carita, no me gusta verla triste, por eso le metí el peluche, siempre le saca una sonrisa

-Supongo que tienes razón aunque no sé porque –Sonríe desganada-.

-Quédese acostada mi niña que le traigo un té, revise sus cosas y vea una película así como le gustaba ver con… olvídelo, solo vea la película le traigo un té de jazmín, su favorito

-Muchas gracias Vivian, mañana será mi último día aquí así que consiénteme  -Dijo violeta como una niña mimada-.

-Lo sé mi niña y me alegro por usted, pero no por mí

-¿Por qué dices eso Vivian?

-Porque usted siempre ha sido la alegría de esta casa

-Llamaré todos los días para saber cómo estás y para ver si mi tío llegó de uno de sus tantos viajes que lo manda la corredora de propiedades.

-Si mi niña, yo le daré la buena noticia cuando llegue, tenía que hacer unos tratos con unas casas en New York

-Bueno, trae mi té de jazmín

-Voy corriendo mi niña

Vivian salió por la puerta en dirección a la cocina, por una parte estaba feliz de que su niña cumpliera su sueño, pero en el fondo sabía que Violeta se iba por la tristeza de sus ojos, y además pidió que no le mencionara a Criss, debían ser grandes problemas, y escucharla llorar todas las noches no era nada agradable…

Diiiiiing-Dooooong

-TIMBRE VIVIAAAAAAAN!!! –Grita Violeta desde su habitación

Vivian corrió hacia la puerta, era bastante tarde así que no imaginaba quién podía ser a estas horas

-Hola Vivian… puedo?

-Sabe que la señorita no quiere verlo

-Lo sé Vivian, pero necesito verla

-Lo dejaré pasar porque sé que la tristeza de la señorita es por usted y su otro amigo

-Si Vivian y prometo que vengo a arreglarlo, o por lo menos tratar

No hay tiempo II: Esperaré... Hasta que me perdonesWhere stories live. Discover now