Room Experiment | TomTord/MattEdd

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Dejó los papeles sobre la mesa de centro de la sala mientras se estiraba haciendo tronan un poco su espalda; talló su rostro con cansancio bostezando sonoramente, tenia suficiente de lectura por hoy, necesitaba dormir un poco

Pero justo antes de soltar un segundo bostezo, algo parecido a un gemido de zombie se escuchó, que se iba acercando más y más, y cuando puso suma atención, se dio cuenta de que eran quejidos, quejidos de un somnoliento narcisista que venia bajando las escaleras

TORD-¡Matt! ¿Qué haces aquí? Se supone que debes estar descansando-le recriminó levantándose del sofá mientras el otro llegaba a la sala con paso pesado

MATT-tengo sed, no puedo respirar por la nariz y no me deja dormir-habló muy gangosamente producto de los mocos

TORD-pudiste haberme llamado así no tendrías que haber bajado

MATT-también me duele la garganta no puedo gritar...¿puedes hacerme un chocolatito caliente? Me vendría muy bien-juntó sus manos como si estuviera orando poniendo su clásica cara de perrito mojado, el otro suspiró resignado, su siesta tenia que esperar

TORD-ok, acuéstate en el sofá y trata de seguir descansando en lo que yo lo preparo-el pelinaranja compuso una gran sonrisa, pero se veía algo agotado por las bolsas debajo de sus ojos y la nariz roja, y con el mismo paso perezoso fue al sofá y se dejó caer de barriga, casi pareciendo dormirse al instante, mientras el copetudo iba a la cocina y comenzaba a calentar el agua...

En la casa de al lado un auto se estacionaba en el frente y de ahí salía el rubio de barbilla partida con una bolsa de compras; al entrar a su casa lo primero que notó fue a su compañero de pie al lado de la ventana que daba a la casa de su vecino artista, no se sorprendió encontrarlo ahí de nuevo, pero síel haber encontrado casi seis tazas vacías regadas por la sala

MARK-no vas a dormir en una semana-dijo con algo de cansancio, esa actitud que tenia su amigo comenzaba a ser frustrante

EDUARDO-se acabó el café, ¿trajiste más?-ignoró completamente el comentario dejando otra taza recién acabada en la mesa de la sala

MARK-no, ¡quien iba a saber que te acabarías lo que quedaba en lo que fui al supermercado!-alzó la voz algo irritado, más cuando el otro simplemente chasqueó la lengua dándose la vuelta y volviéndolo a ignorar; resignado sabiendo que no lograría nada fue a la cocina para comenzar a acomodar sus comprar

El castaño se colocó de nuevo al lado de la ventana; estaba frustrado, la mayoría de las cortinas de la casa de Edd siempre estaban cerradas y no podía lograr ver nada, la única manera de seguir investigando era si entraba a la casa, pero no quería que se viera raro el ir seguido a "visitarles", y hasta ahora no se le había ocurrido alguna excusa para que lo dejaran entrar, aunque no esperó más tiempo, una idea llegó de repente, tomó una de las tantas tazas vacías que había y salió de la casa...

MATT-¡¿hay malvaviscos?! ¡Quiero malvaviscos!-gritó desde la sala

TORD-¡¿no habías dicho que te dolía la garganta?! Y no, no hay, confórmate con el chocolate

MATT-¡ooh! Pobre de mí, sufriendo tanto y ni siquiera pobre comer un malvavisco-habló con toral dramatismo, el Noruego sólo miraba como alzaba las manos por sobre el respaldo del sofá riendo por lo bajo, sabiendo que sólo estaba molestando y que quería un poco de atención, un poco más de la normal porque era cierto que se encontraba mal, aunque comenzara una curiosa canción usando sólo "chocolate y malvaviscos" cada momento la tos lo interrumpía; pero él no podía salir de casa, aunque sí había crema batida y galletas con relleno de fresa, así no podría decir que no lo estaba consintiendo

Cuando ya tenia listo el platito con la merienda, fue a la sala y lo dejó sobre la mesa; Matt se había quedado medio dormido de nuevo, y cuando estaba apunto de moverlo para despertarlo se escucharon unos golpes en la puerta y está medio entre abrirse, se puso tenso un segundo, quizás serian Tom y Edd que volvían de la compra, pero ellos no tocarían la puerta de su propia casa