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EDUARDO-¡Date prisa, no estés limpiando el polvo de su casa!

Gritó por tercera vez, mas el rubio no le hizo caso, dejando el radio ignorado en sus pantalones. Si iba a hacer esto debía hacerlo bien, no podía dejar las cámaras en cualquier lugar, aunque no eran más grandes que la punta de su dedo y podían pegarse donde sea, se estaba tardando porque probaba los lugares más discretos o los cuales pensaba no serían de mucho interés para voltear a verlos

Dejó una sobre la isla de la cocina, pegada en la parte decorativa de la lámpara, esperaba que las luces de estas fueran lo suficientemente molestas para no querer intentar ver a detalle más arriba de ellas, otra la pegó en la esquina del marco de una de los tantas fotos de Matt, la madera que uso era negra y la cámara se camuflaba bastante bien, además le daba una vista bastante amplia de la sala y parte de la entrada

Se dirigió por el pasillo a las habitaciones, intentó abrie la primer puerta pero estaba cerrada, podría abrirla con sus púas pero aún le quedaban unas 6 cámaras y no quería estar ahí más de lo necesario. La puerta al final del pasillo sí estaba abierta, dejando ver una habitación amplia, bastante ordenada, si no se equivocaba, estaba habitación no había sido usada en un par de días

No es cómo que conociera los gustos de sus vecinos y ni siquiera les había puesto atención, pero los gustos eran tan distintivos que podía asegurar sin duda que está era la habitación de Thomas, la decoración con estampado de ajedrez relucia bastante además de varios póster de bandas o películas, no tenía idea

No se fijaría si le hiciera un agujero a alguno; el de Asdfland seria perfecto, justo en el ojo de la cara sonriente, soltó una ligera carcajada, se sentía como en una película

Salió de la habitación y se dirigió a la segunda planta, se tomó un segundo para mirar las cuatro puertas de cada cuarto, pensando a cual entrar primero, pero antes dejó otra cámara en una esquina de los ventanales que iluminaban el lugar

La primera habitación a la que entró estaba algo desordenada, pero no se veía sucia, era un desorden "ordenado", un par de puñados de hojas tiradas, cuadernos en cada mueble y varios dibujos colgados en las paredes le decían sin dudar quien era el dueño. No sería difícil encontrar un lugar para esconder la cámara, y este fue justo en medio de un puñado de carpetas con un poco de polvo encima, lo que seguramente indicaba que no se utilizaban seguido

La siguiente habitación le gritaba directamente a la cara de quien era, ¿o debía cuestionarse un poco más y no dejarse convenser por las docenas de retratos del pelinaranja en cada metro cuadrado de la habitación?

Se apresuró a esconder la cámara en cualquier marco de algún retrato como la anterior, esa habitación lo ponía incómodo, tal vez por el hecho de tener cientos de rostros de Matt mirándolo

Salió de la habitación y se dirigió a la tercer puerta, pero justo al entrar un nuevo grito que causó interferencia en el radio por fin lo obligó a tomarlo y responder

MARK-¡Estoy trabajando! ¿Acaso necesitas un reporte cada minuto?

EDUARDO-¡No, necesito que te escondas de inmediato, ya regresaron!

La sangre se le fue hasta los pies, e inconscientemente cerró la puerta de la habitación en la que había entrado y se apoyo contra ella como si fuera mejor idea que poner el seguro para evitar que entraran

EDUARDO-¡Tienes que salir de ahí!

MARK-¿Y cómo se supone que lo haga?-Gritó entre susurros buscando un lugar donde esconderse, la habitación era un estudio de dibujo en el cual había varios lienzos de pinturas los cuales perfectamente podrían cubrirlo y rápidamente se colocó detrás de ellos-Estoy en el segundo piso, no podré salir sin que me vean

Room Experiment | TomTord/MattEddWhere stories live. Discover now