Entonces un día después de la "gran discusión"—como me gusta llamar a la ruptura completa de mi familia—fue cuando me iluminó.

Sentado en el mismo árbol de siempre, con mi cabeza en las rodillas, el libro cerrado en mis manos, firmemente agarrado, casi no podía respirar y sentía venir un ataque de ansiedad, eso o estaba a punto de desmayarme, tal vez ambas.

-Oye, chico Park, ¿estás bien?-Escuche una voz ligera, que no parecía completamente preocupada pero había un indicio ahí.-Estoy bien, si a eso te refieres cuando tu familia te odia tanto que prefieren ignorar tu existencia y hacer lo que les plazca, estoy bien, si eso es cuando tienes tantas ganas de vomitar pero no puedes porque ni si quiera has probado bocado, entonces estoy bien...-suspire sabiendo que no tenia porque divulgar mis problemas y mucho menos desquitar mi frustración y tristeza en el pobre chico-perdón por eso, simplemente déjame solo, ¿quieres?-No levante mi cabeza, anhelaba el sonido de pasos alejándose de mi.

-No quiero-mis ojos se abrieron en sorpresa, levanté mi cabeza para reclamar y lo vi ahí, en toda su gloria, cruzado de brazos, sus ojos buscando los míos, diciéndome sin hablar que estaba preocupado-¿Jae-Jaebum, por-porque?-sentía los ojos hinchados, las mejillas mojadas y sabía que las lagrimas seguían cayendo.

No era mi mejor cara, sin duda.

-Solo espera, no te muevas-después de decir eso salió corriendo, no despegue la vista de por donde se fue hasta que regreso por donde mismo, con un par de sándwiches en sus manos y un jugo-vamos a comer-dijo, se sentó a mi lado, extendiéndome un sándwich hacia mi junto con el jugo. Lo tome sin estar muy seguro de que pasaba-Odio comer-mi afirmación acompañada de un sorbido de nariz no era muy convincente.-Nadie odia comer-dijo como burla, no había alejado mi vista del sándwich que por primera vez se veía apetitoso-odio comer solo...-mi voz se escuchaba débil, lo sabía y sentía el inicio de las lágrimas de nuevo.

-No estás solo, por si no te habías dado cuenta-puso su mano frente a mis ojos, moviéndola de lado a lado como para hacerse notar-¿porque estás haciendo esto? Ni si quiera me conoces-la curiosidad podía más que el hambre que repentinamente había sentido, así que me obligue a preguntar.

-Entreno por allá, ¿sabes?-señaló, estirando su brazo, hacia unas canchas que estaban relativamente cerca al árbol en el que siempre me sentaba-todos los días veo que vienes y lees, creí que era extraño que no corrieras a tu casa o mínimo no picaras algo mientras estabas aquí pero nunca lo considere como mi problema-un pequeño suspiro salió de sus bellos labios-pero hoy te veías mal, tus hombros estaban caídos y, aunque no estoy muy seguro porque, me preocupé, así que aquí estoy-encogió los hombros cuando lo voltee a ver, incrédulo por lo que escuchaba.

De verdad decían que este hombre no se expresaba. Nunca, nadie había sido tan directo con las cosas como el lo había hecho en los últimos diez minutos, así que le respondí con la misma sinceridad-No me gusta llegar a casa, no quiero llegar por eso siempre vengo aquí. Tampoco como mucho porque detesto comer solo, nunca tengo compañía, así que deje de hacerlo-lo mire mientras me sonrojaba por haber sido tan sincero con alguien que apenas conocía de vista. El simplemente asintió, dándole una mordida a su sándwich y señalando con su mirada que yo hiciera lo mismo.

Lo hice, no porque me lo ordenara, fue porque sentía hambre, lo juro.

-De ahora en adelante comeré contigo, todos los días, siempre que tengas hambre, si tú quieres-mire sus ojos y podía ver toda la sinceridad que me transmitía. Y juraría que vi un pequeño sonrojo en su rostro.

-De verdad, no entiendo porque haces esto-nuestros ojos no dejaron los del otro en ningún momento.

-Porque desde el primer día, te entendí y supe que tú me entendías a mi-su voz era dulce mientras decía eso, a pesar de que su expresión no cambió mucho. Mi corazón pegó un brinco en mi pecho, el sonrojo llegando a mis orejas.

Extendió su mano a mi mejilla, quitando probablemente lo que era una mancha de mayonesa de mi rostro-Entonces, ¿promesa?-

-Promesa-sonreí un poco cuando lo dije y él respondió con una sonrisa completa, me mostró todos sus dientes y por dios.

Estaba perdido.


Perdido en él.








****************************************
Juro que estaba súper bloqueada con este capítulo, llevo una semana y media tratando de escribirlo y hoy casi lo escribí completo, ¿quien entiende mi inspiración?

Este tampoco salió como yo quería pero aquí está, espero que les guste💚

El efecto JinYoung [Bnior]Место, где живут истории. Откройте их для себя