Catorce: ¿Quieres ser mi novio?

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Los días pasaron, las cosas se habían resuelto, ambos se amaban, y si, amar era una palabra fuerte y lo sabían, pero era justo lo que ellos sentían, no había más respuestas que esa, y así se gustaban, se admiraban el uno al otro porque llegaron a sus vidas en el momento justo, en el momento en que sin esperar nada, llegó todo, a salvarse mutuamente, a amarse.

Había que dar el segundo gran paso, y Jungkook quería hacerlo, porque sentía que después de ver cada una de las fases por las que había pasado su pequeño rubio lo único que quería era protegerlo de este podrido mundo, atesorarlo entre sus brazos y no dejarlo ir nunca jamás.

Pero era algo difícil para él, pues no sabía bien cómo hacerlo, todo era nuevo, y es que era todo un novato en cuestiones del amor, nunca antes se había encontrado en ese tipo de situaciones, y ahora que lo estaba, se sentía en controversia total consigo mismo ya que necesitaba algo especial, porque era lo que Jimin se merecía, algo especial como lo era él.

Se encontraba pensando en ello cuando tomaba el desayuno con su madre, la cual ya lo había notado un poco ido, pero esta vez su madre sabía el motivo de esto, o mejor dicho el nombre, Park Jimin.

— Ya no has dicho algo más que sólo suspirar desde que bajaste, ¿Tienes algo que contarle a mamá, Kookie? — La señora Jeon siempre sabía utilizar las palabras correctas para hablar con su hijo, siendo precisa pero a la vez amable con él.

— Jimin, Jimin y yo... ack, nos-nos besamos ayer.. — dijo para después sentir la explosión de colores carmesí en la cara, tenía miedo de la reacción de su madre pero le causó más vergüenza aún decir aquello en voz alta.

— ¿De verdad? — Sonrió de manera inconsciente, y es que ahora podía comprender la razón por la cual había tantos suspiros. — ¿Y qué tal? ¿Besa bien? — pregunta pícara la mujer haciendo que su hijo se encogiera aún más colorado.

— ¡Ma-mamá!

— Solo era una pregunta hijo, no hay nada de que apenarse — se acerca a el chico y le da un abrazo fuerte el cual es correspondido al instante. — ¿Ya son novios? — pregunta a lo cual Jungkook se limita a decir que no con un movimiento de cabeza. — ¿Esperas que te lo pida él? — volvió a negar de igual forma. — ¿Entonces?

— Ten-tengo, ack.. una idea.


Park Jimin llega al centro comercial donde había sido citado por el azabache, vestido de manera simple con unos pantalones negros, una playera manga larga y unas botas negras comodas, estaba ansioso por ver al más alto, ya que después de ayer no había podido dejar de pensarlo.

¿Se puede extrañar a una persona que había visto el día anterior? Sí, se podía, y era la primera vez que lo experimentaba. Porque todo con Jungkook era nuevo y diferente, era especial y hermoso, lo sentía así, quería que esa sensación jamás lo abandonará, y es que él azabache había causado tantas cosas en él, que no pudieran ser explicadas de ninguna forma.

Miró su móvil encontrándose con las 18:30 se suponía que se verían a las 18:00 allí, quiso esperar algunos minutos más, pero al ver que el reloj avanzaba comenzaba a preocuparse, ¿Y si le había pasado algo al pelinegro? Desbloqueo su celular de manera rápida, buscó el número, pero antes de pulsar la llamada una persona se le acercó, era una chica que se le hacía extrañamente parecida a alguien, no comprendía de dónde pero lo hacía.

— ¿Puedo ayudarte en algo? — pregunta el rubio con curiosidad, pues la chica no le había dicho palabra alguna, tan solo estaba frente a él, observándolo.

La chica asiente después de mirar su móvil, y le entrega una hoja de papel doblado por la mitad para después irse sin dar alguna explicación. Jimin se olvida totalmente de la llamada para después reaccionar, pero cuando lo hizo la chica ya había desaparecido, toma el papel para encontrarse con una caligrafía ya conocida.

Туретта ღ kookmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora