C A P Í T U L O: O7

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Un escurridizo pelinegro corría de aquí para haya, llevando cajas, verduras, platos o lo que su pálido Hyung le pidiese. Atendía a los clientes en la caja con una muy amable sonrisa, su frente sudaba pero estaba feliz, se sentía cómodo desde que dijo lo que lo atormentaba,  aunque también estaba preocupado por el pelirrojo, no había sabido nada de él,  ya que ahora estaba en el restaurante atendiendo todo con su pálido Hyung, incluso  TaeHyung se había ausentado en el trabajo y según YoonGi también de la universidad.
El mayor le dijo que era común que hiciera eso, y que no se preocupara pero era inevitable no estarlo. Porque incluso aunque haya pasado poco tiempo con aquel agradable chico ya le había tomado cariño.— Termine a limpiar el baño Hyung, ¿Que debo hacer ahora?.

—Toma un descanso Kookie. —JungKook asintió un poco avergonzado por el apodo, aunque sonaba bonito y no mentia al decir que le gustaba.

—De acuerdo Hyung.

—Antes puedes poner los anuncios que te pedí.

—Lo haré con gusto Hyung. —dijo el menor, tomó unos volantes que decían: “Se busca empleado de medio tiempo con paga razonable” salió del establecimiento, tomo una engrapadora y empezó a poner volantes en los postes de la avenida, le tomo unos diez minutos terminar pero lo había hecho. Respiro profundo, estiró sus brazos un poco y sonrió agradecido. De verdad le gustaba lo que le estaba ocurriendo a su corta vida, y eso que apenas y habían pasado tres días desde su huida de los laboratorios.

Con mucho más ánimo que el de antes regreso a sus labores, cantando esa melodía pegadiza que había escuchado, tan atento a lo suyo estaba que solo fueron cuestión de segundos para que cayera al pavimento, sofocandose por no estar respirando, ahí estaba haciendose presenté otras de las cosas por las cuales era la falla, su falta de agilidad y movimiento lo hacían de vez en cuando sufrir ataques de asma, se sostuvo un poco mejor de la pared cogiando hasta el restaurante. Respiraba mal, sentía sus pulmones explotar por la falta de aire, por suerte pudo sentarse en una de las mesas vacias.— Uno... Dos... Tres... Respira. Uno... Dos... Tres... Exhala. —se decía así mismo encontrando su propio ritmo.
YoonGi salió tranquilamente de la cocina limpiando sus manos con una toallita.

—JungKook, volviste pronto —comento, pero le pareció raro que el menor no respondiera.— ¿JungKook?. —YoonGi toco por los hombros al pelinegro y al hacerlo su cuerpo se tenzo por el contacto.— ¿Estas bien?.

—N-No puedo...

—¿Qué?.

—Res-Respirar... No puedo... —dijo dificultoso.

—¡¿Eres asmático?, Oh joder, ¿Que te-tengo que hacer?!. —al instante YoonGi parecía sufrir un ataque de ansiedad, se coloco de cuclillas frente a JungKook para socorrerlo, pero no sabía nada de primeros auxilios— ¡Muy bien! ¡Respira, si eso, inhala y d-después exhala!. —el menor asintió tomando fuertemente la mano del pálido que hizo una mueca de dolor por lo fuerte del agarre.— Aguanta un poco llamaré a la ambulancia. —JungKook cerro los ojos, buscando una manera de tranquilizar sus nervios, le daba terror cuando le daban los ataques de asma, nadie lo ayudaba cuando sucedían. Absolutamente nadie, más bien parecían disfrutar de verlo sufrir de esa manera, pudo escuchar a la lejanía unos ruidos fuertes, a alguien colocarle una mascaría de oxígeno, tenía mucho miedo, quiso gritar cuando vio los pasillos blancos del hospital tan parecidos al laboratorio donde vivía. Lloro como pequeño, suplicando que no lo llevarán a un lugar como ese.— No llores JungKook, no pasa nada estoy aquí. —decía YoonGi tomándolo de la mano.

—Por favor —suplico horrorizado.— No quiero, no quiero.

—Es solo un hospital, tranquilo. —le susurraba el mayor. YoonGi tecleaba con rapidez algo en su teléfono, mientras dejaba que JungKook se aferrara a su brazo, no dejando que nadie lo tocará.— El doctor vendrá y nos atenderá, solo soporta un poco más. Soporta JungKook.




I'M LIFE © |TaeKook| #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora