11.-GOLPES Y EXTENSIONES BARATAS (EDITADO)

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Caminaba pesadamente detrás del rector escuchando los quejidos que Sharon daba mientras intentaba peinar su cabello, que estaba totalmente enredado.

–¡Por Dios! ¿Puedes dejar de quejarte? –le dije exasperada.

–Tú no me hables, maldita perra –me dijo mirándome.

–¿Cómo me dijiste? –iba a acercarme a acabar con lo que había empezado, pero el inspector no me lo permitió.

–¡Señoritas, ya basta! –se puso en medio de nosotras hasta que llegamos a la sala del director.

El inspector abrió la puerta y dejó ver una amplia oficina con paredes de color crema llenas de cuadros con diplomas. En el centro sentado detrás de su escritorio se encontraba el director mirándonos a ambas con sus ojos café detrás de esas horribles gafas.

Sharon y yo nos sentamos, mientras que el inspector se quedó de pie atrás. Suspiré. ¿Cómo había llegado allí? Bueno, era una larga historia.

Caminaba directo hacia mi primera clase del día, Filosofía. Sonreí al recordar que esta era la única clase que tenía con Dave.

Cuando entré en el salón me sorprendí al ver que las chicas ya estaban ahí. Hayley y Giselle se sentaron juntas, mientras que en el puesto de atrás estaba Dave sólo. Yo supuse que ése era mi puesto, justo al lado de él.

–Hola –saludé cuando me senté. Las chicas se dieron la vuelta para poder hablar con nosotros. Faltaban por lo menos cinco minutos para que la clase comenzara y aun así casi todos los alumnos ya estaban aquí.

–¿Cómo estás, Jules? –me preguntó Dave.

–Muy bien, gracias –le sonreí.

–Mira, Jules –Hayley puso una hoja frente a mi rostro que casi me rozaba la nariz. Tomé el papel en mis manos y lo observé. En él había un dibujo de Giselle y Kyle parecido al que yo había hecho hacía unos días, con la diferencia de que aquí se estaban besando y había quedado mucho mejor. Hayley tenía un mayor talento para el dibujo que yo. Me reí y miré a Giselle mientras movía mis cejas de arriba hacia abajo rápidamente. Ella suspiró.

–¿Por qué solo hacen dibujos míos? –nos reprochó–. Por qué no la dibujas a ella? –le dijo a mi amiga.

Nosotros nos reímos (incluido Dave), ya que Gis se había sonrojado furiosamente y trataba de esconder su rostro.

Hayley se levantó de su asiento para ir a botar el papel, pero cuando iba a mitad de camino Sharon pasó por su lado y la empujó con fuerza haciendo que Hayley terminara de trasero al suelo. Toda la clase comenzó a reír. Yo fruncí el ceño al verla.

–Ten más cuidado, estúpida –le dijo la morena a mi amiga, quien todavía estaba en el suelo. Bajó la mirada con vergüenza–. Parece que cuando salen pelirrojas son más tontas.

La clase siguió riéndose a pesar de que no tenía nada de gracioso. Hayley tenía la cabeza apoyada en las rodillas. Debía ser difícil que todos estuvieran riéndose de ti.

Sharon se puso a la altura de mi amiga y con su mano volvió a empujarla. Las risas se hicieron más fuertes. Y ésa fue la gota que colmó el vaso.

Me levanté de mi asiento y me acerqué a ellas.

–Y aquí viene nuestra heroína – dijo aplaudiendo Sharon cuando me vio.

Recordé la primera vez que me saludó. Se hizo la gentil y la simpática, supongo que todo eso tenía que ver con acostarse con Thomas. Como ya lo consiguió, no tiene por qué tratarme bien. Eso aumentó mi enojo.

Solo eres mi primo  (SEMP1)Där berättelser lever. Upptäck nu